Manowar – Hell on Wheels Live: 25 años del «peor disco en directo» de Manowar

El primer disco en directo de Manowar curiosamente se fraguó en una de las giras más infames que tuvo el grupo en toda su historia y una serie de circunstancias adicionales hicieron que no sea precisamente el disco en directo definitivo del grupo de Nueva York. Acababan de publicar Louder Than Hell, disco que podemos considerar clásico, pero en el que bajaban un poco el nivel de calidad y también no hacía mucho que acababa de entrar Karl Logan en el puesto de guitarrista.

Los errores son muchos: desde la cutre portada con cuatro fotos de los miembros, y si la de Scott Columbus es la mejor que encontraron, como serían las peores… Quisieron grabar temas en todos sitios y de un tema a otro hay un mundo, en algunas canciones Joey está muy por encima del resto de músicos y Eric falla en algunas canciones. Si a todo ello le sumas que fue una gira desastrosa, que el set list no refleja ni por asomo lo poco que tocaban y lo mucho que hablaban, y de que acababa de entrar Karl y que los coros no existen… Pues que evidentemente no era el momento para sacar su doble disco en directo.

El directo

Ya en “Manowar” notas la crudeza del disco, con el volumen de los instrumentos bastante por encima de la voz de un Eric que queda algo apagado. El bajo de Joey es lo que más se oye, mucho más que la guitarra. Afortunadamente en “Kings of Metal” la cosa mejora y Adams luce un nivel de voz y de volumen excelentes. La grabación es menos cruda y el balance de todos los instrumentos muy bueno, a pesar de que el público queda algo de fondo. Logan demuestra que está a la altura del puesto con un buen trabajo en la guitarra. En otros temas hay fallos y es poco pulido en las digitaciones.

El set list es realmente logrado y las canciones siguen siendo tremendas, pero si vas a “Sign of the Hammer” ves que el bombo de Columbus satura y que los graves no lucen. No siempre buscar la autenticidad y la crudeza del directo es lo mejor. Una cosa es vivirlo en directo, otra es escucharlo en el disco. En esa gira jugaban en la prueba de sonido a elevar el sonido del bombo a un nivel atroz para que resonara en la caja torácica de la gente. Una sensación impresionante, pero que después no se daba en directo por motivos de salud.

En algunos temas hay esos finales teatrales y cansinos con acoples de guitarra, Scott aporreando y DeMaio repiqueteando con su bajo. El solo de Karl Logan acaece en “My Spirit Lives On” y lo recuerdo horrible pues se tiraba de espaldas para atrás dando parones innecesarios. Aquí es todo seguido, poco pulido y con dejes neoclásicos. Era innecesario meterlo en el disco, pero era su flamante nuevo guitarrista. Uno de los grandes momentos es la intro de piano clásica de DeMaio que te lleva hacia el “Courage”, una balada del entonces nuevo disco. A mí es un tema que me sigue emocionando… y más con la gente cantándola.

Recuerdo como uno de los grandes momentos de esa gira el “Spirit Horse of the Cherokee”, tema muy original y exigente en lo vocal y Eric lo sacaba con nota. Aquí el sonido vuelve a saturar en los graves, cosa que mejora en el “Blood of My Enemies”, grabada en Sao Paulo, pero no el sonido de la batería. “Hail and Kill” posee una intro larga y la canción llega a la intensidad deseada con un Adams generoso en los agudos. Uno de los detalles más interesantes es que bajo el título de “Warriors of the World” hay extractos de los sonidos del público, cánticos y parlamentos grabados en todas las ciudades. Algo que les dio una buena idea para un título de canción posterior…

“Wheels of Fire” es de las que mejor queda puesto que la crudeza y potencia de la canción es lo que el tema demanda. Lástima que los coros no sean especialmente presentes. Y de repente en “Metal Warriors” hay otro cambio de balance y sonido. La canción es mucho más pulcra e incluso puedes escuchar los coros del público. Si todo el disco hubiese sonado así la cosa habría mejorado mucho. Eso mismo sucede con la gran canción “Army of the Immortals”. La verdad es que el peso de los clásicos es tremendo… La colección que ofrece Manowar aquí es de órdago.

En “Black Arrows” tienes a don Joey DeMaio hacienda de las suyas con el bajo piccolo para alegría y desesperación de sus fans. Recuerdo que los solos de esa época eran bastante insufribles, luego los sustituyó por largas peroratas repletas de tópicos. En “Thor” (The Powerhead)” nos recuerdan que Scott ha vuelto al grupo y que toca la batería con la fuerza del dios del trueno. Luego hay un tramo Louder tan Hell con “King” y “The Gods Made Heavy Metal”. La primera es muy resultona, pero es que la segunda me parece de lo mejor que han grabado nunca. Un tema a recuperar…

El “Black Wind Fire and Steel” ya estaba en posiciones de honor, a día de hoy cierra sus conciertos con todo merecimiento. Suena excepcionalmente bien, con el bajo a tope y con Adams jugando con el público antes de atacar el tema. “Return of the Warlord” demuestra que el Louder than Hell poseía enormes momentos y luego todo se finaliza con la épica “Battle Hymn”. ¿El mejor tema de Manowar? 12 minutos de éxtasis a pesar de que el sonido no sea precisamente perfecto.

Y mención aparte merece la mutilada versión del “Carry On” grabada en Barcelona pues arrancaron sin la primera parte y dejaron a la gente totalmente confundida. Nunca más han vuelto a saltarse esa primera estrofa. Aquí sí puedes escuchar al público cantar los coros, pero no llega a emocionar como debería.

Veredicto

A veces los directos de nuestras bandas favoritas son como la magia… sabes que es todo mentira, pero te encanta que suenen así con todos esos retoques posteriores. En este directo Manowar pecó de autenticidad y no hizo retoques, ni añadidos, algo que deja el resultado en un buen testimonio de una gira, que no fue de las mejores, pero poco más. Hell on Wheels fue un error mayúsculo hasta el punto que al cabo de dos años volvían a editar un nuevo directo que sí es matador: Hell on Stage.

A pesar de que el disco no fue lo esperado y hay múltiples errores propios de principiantes y no de los reyes del metal, les sirvió para perfeccionar y aprender la lección. En el siguiente tour hicieron magia, grabaron otro directo y supieron cuidar y representar a los fans de todos los países. Sus directos llegaron a ser tan espectaculares que montaron su propio festival, su propio sello y editaron DVD’s como churros. Eran Manowar, por lo que después del desastre tocaba genialidad…

Y recordemos especialmente que este set de 23 temas era pura ficción. ¡Ni de coña tocaban en esa gira tantas canciones! Algún día os hablaré de ese concierto dentro de la sección de los peores conciertos de mi vida. Dio para mucho…

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.