Marillion – Afraid of Sunlight: 25º Aniversario de unos de los trabajos más subestimados de Marillion

Imagínate que estás en el año 1995 y que curras en la multinacional EMI. El grunge y el brit-pop, dando sus últimos coletazos, aún reinan en las listas de éxitos, el trip-hop y la electrónica empiezan a abrirse camino y Porcupine Tree es una banda semi-desconocida. Marillion, ese grupo de rock progresivo que pertenece a tu sello y que cada vez vende menos, te acaba de presentar su nueva obra, insólitamente llamada Afraid of Sunlight. Tras un par de audiciones te percatas que no sabes cómo promocionarás un producto tan desigual y poco comercial.

Prácticamente lo mismo que yo percibí al terminar el primer repaso de las ocho composiciones incluidas en el CD original. Fuera porque en ese momento tenía otros apetitos sensitivos o quizás porque los anteriores elepés post-Fish no me habían saciado plenamente y esperaba ser deslumbrado por el contenido de dicho trabajo, lo dejé aparcado en la cubeta correspondiente. Hasta que, unas semanas después, lo oí de fondo durante una charla con una amiga en una terraza interior de un encantador local de mi ciudad. Y entonces, atraído por unas cautivadoras melodías que no había valorado en su justa medida, decidí brindarle otra oportunidad a la copia desechada.

A día de hoy, cuando se cumple el 25º Aniversario de su lanzamiento, sigo pensando que es un álbum que puede llevar a engaño si no se le presta la adecuada atención. De entrada, en el apartado estrictamente musical, tiene tres canciones que están metidas con calzador (se intuye su condición de previsibles singles para contentar a la empresa fonográfica). Dos de ellas, la incitante «Gazpacho» y la delicada balada «Beautiful», parecen sacadas, respectivamente, de los precedentes redondos Seasons End (1989) y Holidays in Eden (1991). «Cannibal Surf Babe», en cambio, desentona absolutamente y, por desgracia, anticipa algunos de los próximos errores que perpetrará la formación inglesa. Pero a partir de la cuarta pista el quinteto destapa el tarro de las esencias. O sea, una excelsa secuencia de 30 y pico minutos, dividida en cinco atmosféricos cortes, con reminiscencias de su glorioso pasado y apuntes de lo que más adelante aplicarían en el magnífico «Marbles» de 2004. La sugerente “Afraid of Sunrise”, la sombría “Out of This World”, la exquisita pieza que da título al disco, la frágil “Beyond You” (mezclada en mono como homenaje al mítico productor Phil Spector) y la explosiva “King” encajan, conservando la independencia pero sin perder la coherencia, en una fluida, penetrante y creciente sinfonía espiritual que envuelve y seduce al oyente paciente.

Por otra parte, no hay pasajes con extensos desarrollos individuales o lucimientos solistas (un planteamiento que disgusta a los seguidores integristas) aunque sí destacan las pertinentes y variadas contribuciones vocales de un Steve Hogarth que ya ha encontrado su conveniente papel dentro del cohesionado conjunto. Seguramente debido a que se sentía totalmente identificado con las atormentadas y a menudo crípticas letras, centradas en el concepto global de la autodestrucción por culpa de una fama mal asimilada, que él y el habitual colaborador John Elmer aportaron a esta colección de temas.

En definitiva, un subestimado registro de Marillion, muy apreciado por sus creadores (los cuales siempre lo han tenido en cuenta a la hora de confeccionar los repertorios de las giras), que incomprensiblemente no ha gozado de una reedición de lujo a la altura de su notable calidad.

Por cierto, en la vida real EMI les rescindió el contrato.

Xavi Garriga Giol