Marilyn Manson – One Assassination Under God – Chapter 1

El popular Anticristo del heavy metal está de vuelta. Marilyn Manson nos azota de nuevo con su esperado nuevo disco, sucesor del genial We Are Caos (2020). Cuatro años de silencio impulsados esta vez por acusaciones de violación y maltrato psicológico. Una demanda que gestó la expulsión de Manson de Loma Vista Recordings y dejó al artista y a la banda fuera de combate tanto del circuito como de las redes sociales. Manson, que ha negado todas las acusaciones, ha contrademandado a varias de sus supuestas víctimas y los jueces han desestimado varias de las demandas por abuso en su contra. No fue hasta mayo de 2024 que la banda se reactivó con alguna foto promocional y la esperanza de que habría novedades en forma de nueva música. Su primer concierto post pandemia fue en agosto de este año.

Más allá de las acusaciones, en este caso a Brian Warner como persona, su música no debería estar reñida con el hecho de que su polémico líder sea de una u otra forma. Aquí no estamos para valorar hechos que van más allá de lo estrictamente musical. Con lo que si alguien se puede sentir ofendido por el motivo que sea, por publicar una reseña de algo de Marilyn Manson, pido disculpas por adelantado.

One Assassination Under God: Chapter 1 (2024) es el título de este nuevo disco que hoy nos ocupa. Un disco del que ya habíamos catado algunos anticipos muy suculentos, con lo que escuchar el disco entero era uno de los objetivos marcados en rojo en el calendario del buen metalero. Primer disco de Manson con Nuclear Blast y también el primer trabajo de Reba Meyers en la guitarra (sí, la de Code Orange) y Piggy D en el bajo. También marca el regreso de Tayler Bates como guitarra y Gil Shaoren en batería, ambos no estuvieron presentes en We Are Chaos.

Puestos en contexto, voy a comentaros mis valoraciones personales de One Assassination Under God: Chapter 1 (2024), duodécimo disco del Anticristo. Un disco incendiario que suelta perlas como “Es hora de golpear a los matones y quitarme la diana de la espalda. Mi bandera roja es tu bandera blanca empapada en sangre” en el estribillo de la brutal “Raise the Red Flag”. El disco se esconde tras una rara imagen de artwork, un dibujo pintado en formato acrílico algo desconcertante pero que tiene sintonía con todo el trabajo del folleto interior. Tenemos que admitir que Manson lleva unos cuantos discos con un trabajo de artwork poco inspirado.

El disco arranca con la homónima “One Assasination Under God”, una canción de bajas revoluciones, muy oscura con un gran trabajo de batería entre las sombras y varios arreglos melódicos destacables bajo la solemne interpretación de Manson de las letras. Una canción inicial poco usual pero en este caso concreto bastante acertada. Ya rápidamente entramos en lo que si es usual en el mundo Manson con “No Funeral Without Applause”, una canción que se mueve en los contrastes míticos de susurros y gritos del líder de la banda, con coros perturbadores y un brillante juego de guitarras y teclado. La canción cuenta con un resultón y potente estribillo marca de la casa. Una gran canción, de lo mejor del trabajo.

“Nod If Your Understand” nos trae un riff inicial suculento al que se añaden las robóticas letras y una harmonía de estética industrial. Estribillo gritado con el los mejores tiempos de la banda. Otra gran pieza para la colección, empezamos a notar que Manson está despechado y hambriento como hacía años que no veíamos. “As Sick As the Secrets Within” fue el primer adelanto, una canción que es “una mirada personal a mi vida y estoy orgulloso de poder compartir mi arte y mi visión con ustedes”. Se trata de una gran canción, lenta, con una interpretación vocal increíble de Manson y cuenta con un videoclip con iconografía religiosa así como imágenes de cefalópodos y escenas en las que Manson está atrapado dentro de una piel o placenta de tipo cefalópodo y se libera de ella. Manson en estado puro.

Y aquí entramos en la zona de la innovación y los nuevos inventos de la banda. Tres canciones inusuales pero muy bien trabajadas todas ellas. La rockera “Sacrilegious” que bien podría estar dentro de un disco de Muse. Se trata de la canción más inusual del disco y da la sensación de que no acaba de encajar como el artista tenía pensado. “Death Is Not a Costume” también parece descolocar al oyente en sus primeros compases, sintetizadores, acordes perdidos de guitarra muy a lo New Order y un Manson susurrando las letras. Esta podríamos considerarla la más rara del disco pero aún así tiene mucha calidad. “Meet Me In Purgatory” es más dura, cuenta con un riff muy dinámico y unas voces muy versátiles que se secundan por unos coros muy resultones. El estribillo es pegadizo pero lejos del estilo estándar de la banda.

Recta final iniciada por la brillante “Raise the Red Flag”, canción industrial, guitarras afiladas, batería punzante y un Manson que arroja bilis en cada verso. La mejor pista del disco y de las mejores de la banda de los últimos 20 años. El estribillo es maravilloso, épico y pegadizo. Y ya llegamos al cierre con la más larga del plástico tituladas “Sacrifice of the Mass”, una canción de procesado lento con unas melodías minimalistas muy logradas en cuanto a impacto y una interpretación brillante de Manson. La canción va aumentando en contundencia pero no en velocidad y pasado su ecuador nos topamos con el mejor solo de guitarra del disco, épico e ideal para rematar el trabajo.

Tras hablaros de todos y cada uno de los temas que componen One Assassination Under God: Chapter 1, podemos llegar a la conclusión final de que estamos frente a un disco agitador, innovador y delicioso en partes iguales. Un disco que sacude todas las polémicas que han surgido estos últimos años alrededor del líder de la banda pero a su vez es un disco que nos recuerda que más allá de las polémicas hay un artista de calidad irrefutable que sigue publicando discos enormes tras treinta años de carrera. Podemos encontrar canciones que nos transportan un cuarto de siglo atrás cuando Manson vivía en la cresta de la ola. También canciones con sonido más innovador, más arriesgadas pero todas ellas satisfactorias. En resumen, un regreso por todo lo alto del Anticristo del metal.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones