Marilyn Manson está de vuelta. Este hecho siempre es relevante, pese a quien le pese. La montaña rusa de emociones y calidad de la carrera del Anticristo nos ofrece hoy una nueva variante, lo que entendemos por un looping. Nadie va a discutir el potencial de la tríada formada por Antichrist Superstar (1996), Mechanical Animals (1998) y Holy Wood (2000).
La etapa gloriosa de Manson se descompuso en el cambio de milenio y desde entonces la calidad de sus trabajos ha sido menos acertada excluyendo el sorprendente The Pale Emperor (2015). Tres años ha necesitado su excelencia para presentarnos el sucesor del variopinto Heaven Upside Down (2017). Ese era un disco notable con un par de canciones muy poderosas y una gama media aceptable.
Hoy nos ofrece su nuevo empujón digno de admiración. Atrás queda la violencia y el caos y damos la bienvenida a la introspección. Porque We Are Chaos es el disco más introspectivo de Manson. Y conociendo al artista, hablar de su mente y sus sentimientos es un tour de force monumental.
Lo primero que chocó con nostros fue el sigle promocional. La homónima “We Are Chaos” nos presentaba un Manson relajado pero fiel a su esencia. Una esencia que no es la violencia sino su oscuridad. Marilyn Manson es un personaje oscuro, malévolo e incluso aterrador. Y con “We Are Chaos” nos ofrece todo esto y más. Se trata de un poderoso single en formato acústico en el que su voz nos maravilla una vez más. ¿Qué no es MM un buen cantante? A veces la calidad se puede contemplar desde diversos ángulos, diversos prismas.
“We Are Chaos” es una canción introspectiva y muy emotiva. Aborda la crítica social desde varios ángulos peliagudos como la eterna incógnita de si el hombre realmente pisó a luna. Aborda, que no és nada nuevo, las drogas y la muerte. Y la frase lapidaria que da título al corte y al disco es la siguiente: “Estamos enfermos, jodidos y complicados. Somos un caos, no podemos ser curados». Sublime reflexión de un Manson que afirma que todo lo que piensa esta fielmente reflejado en esta canción.
We Are Chaos nos muestra un Manson evolutivo. Un artista cansado de intentar ofrecer siempre la misma receta para la aceptación del fan. ¿Acaso le importa lo que pensemos? Yo creo que no. Este nuevo disco contiente algunas de las letras más profundas y personales. El escrutinio de su mente queda fielmente plasmado en los 41 minutos de duración del disco.
El disco abre con “Red, Black, and Blue”, una canción ascendente que arranca con una introducción con estilo errático e industrial de algo más de un minuto que evoluciona hacía un potente tema que aspira a nuevo himno. Una canción muy Manson con notables melodías, buenos efectos sonoros y una buena ejecución en las voces. Los estribillos secundados por una punzante batería son muy inspiradores.
El arranque de “Don’t Chase the Dead” con ritmos synth te descolocan por completo hasta que arrancan los berridos de Manson. La canción es algo más alternativa con unos coros incluso poppys. Pero en lineas generales estamos frente a una canción de notable alto. Y algo parecido nos pasa con la semi balada “Paint You With My Love”, una canción muy arriesgada que incluye coros femeninos y que sube de intensidad al cruzar su ecuador. La suma de mitades también nos resulta para una canción notable.
“Half-Way & One Step Forward” basa su potencial en las lineas delgadas de guitarra y batería junto con una tranquila interpretación vocal. En “Infinite Darkness” topamos con los malévolos susurros de Manson y unos estribillos que nos recuerdan las mejores canciones del Manson de los 90.
“Perfume” es otra notable canción con un buen ritmo y un buen trabajo melódico. “Keep My Head Together” es otro de los temas más destacables del disco, sin ser una canción rápida nos ofrece un cambio de dinámica muy agradable. Y en el tramo final encontramos la sorprendente “Solve Coagula”, una canción que desprende una sensación diferente al resto. Sin poder indagar en su temática, me atrevo a decir que estamos frente a otra canción muy personal. Finalmente llegamos al cierre con “Broken Needle”, otro medio tiempo con voz rasgada y una guitarra acústica tenue que acompaña a la estrella de manera muy acertada.
En cuanto a la portada, por cierto muy acertada, se trata de una de sus pinturas titulada Infinite Darkness. Es habitual ver al propio Manson en sus portadas pero nunca la había elegido de su mano. Este detalle nos muestra una vez más que estamos frente al disco más personal del artista.
Estamos frente a un disco mayúsculo que, si bien no llega a la tríada magistral de antaño, nos ofrece una nueva visión del artista. Su disco más personal, más oscuro, menos violento y más maduro.