Mariusz Duda – AFR AI D

La genialidad de alguien como es el líder de Lunatic Soul y Riverside queda patente cuando es capaz de grabar un disco de música electrónica y gusta a los que aborrecemos la música electrónica. Os confieso que tampoco me lo voy a poner mucho, pero estamos ante una obra en solitario que no debería sorprendernos a quienes somos fans de este genio polaco de progresivo. Muy posiblemente detrás de Steven Wilson es el gran nombre que se nos viene.

La verdad es que hay que tomarse el disco como si fueran intros o esos momentos entre canciones que se suelen integrar entre canciones en discos densos u óperas rock en las que se quiere tener a la tecnología bien presente. Si miras el título de las canciones y del disco en sí mismo es una reflexión musicada hacia la amenaza que puede suponer la inteligencia artificial en un futuro próximo, y digamos que la visión de Mariusz Duda no es muy optimista. Sorprende que no haya querido hacer entrevistas con medios metálicos y sí en los de otros tipos de música, pero tarde o temprano caerá esta entrevista soñada.

“Taming Nightmares” es el tema que abre el disco y la mejor del mismo. Hay una atmósfera densa, casi gótica y entre los loops y la tecnología ambiental aparece una voz de una chica casi ornamental. El tema fluye y se repite en bucle, pero curiosamente hay una cierta belleza y se realza especialmente cuando entra el solo distorsionado de guitarra con ciertos aires de Pink Floyd. Y eso sí nos gusta y mucho… En “Good Morning Fearmongering” hay una introducción puramente Vangelis, por lo que hay sintetizadores retro. Aparecen voces distorsionadas con claros lazos hacia los alemanes Kraftwerk y todo fluye en poco más de cinco minutos.

Para un rockero poco aporta ni trasciende un tema como “Fake Me Deep, Murf”, pero es interesante ver cuando la guitarra vuelve a irrumpir en ese mar de tecnología. En esta hay ciertos paralelismos con el último disco de Steven Wilson. “Bot’s Party” no sería una fiesta muy animada, pero lo encuadraría entre lo mejor de la obra, especialmente por ese riff de guitarra constante y sus variaciones en repetición constantes. Hipnótica, pero con ese gran solo de guitarra que llena la canción que muere en fade out.

El momento de música clásica en clave Muse llega en la entrada de “I Love to Chat with You”. Va con esos efectos de teclado que parecen voces humanas entre brumas. Un poco entiendo que intenta buscar la descripción musicada de un chateo humano vía cibernética, lo cual es una idea admirable. “Why So Serious Cassandra” podemos suponer que por el título cita a la agorera profeta griega Cassandra, que todas sus profecías eran para mal. Sería por eso que dice en el título lo de “¿por qué estás tan seria?”. Un poco el polaco nos da pistas sobre su visión negativa hacia la inteligencia artificial en otro tema oscuro y maquinal en el que lo que vendría a ser la percusión es rica en matices y tonalidades.

“Mid Journey to Freedom” Vuelve a indagar con efectos de percusiones étnicas y teclados incesantes bañados en un aura de misterio. “Embracing the Unknown” conecta con el primer tema a nivel de sonido y oscuridad, dando un poco unidad al disco. Otro tema extenso de mucha volada y con un fin triste a pesar de que lo que transmite Mariusz es algo de positividad dentro de su visión aciaga hacia el futuro tecnológico que nos espera.

Para esto están los discos en solitario, para experimentar y hacer cosas absolutamente alejadas de lo que uno tiene en sus bandas madres. Actualmente Riverside están en su mejor momento y el estatus de Mariusz está en un nivel rutilante. Que sea capaz de criticar el momento tecnológico actual, la bioética y los enigmas funestos que podrían llegar a hacerse realidad como en Terminator además de crear obras maestras con sus compañeros en Riverside es algo que vuelve a demostrarnos que estamos ante un artista genial. Es un disco de música electrónica, pero puede gustaros.

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.