Hasta hace un par de días no sabía de la existencia de esta banda llamada Maruja, una banda que me apareció de forma muy random, como muchas otras, deambulando por la red, y reconozco que, si se hubiesen llamado de otra manera, posiblemente ni hubiese accedido a ellos.
Maruja es un cuarteto procedente de Manchester que, aun sin haber debutado discográficamente de manera profesional con un larga durada, llevan un tiempo cosechando buenas críticas gracias al buen hacer dentro del circuito de salas más underground del Reino Unido. Después de colgar varios temas en internet y autoeditarse un primer EP, de nombre Knocknarea en el 2023, vuelven a lanzar un nuevo EP, también autoeditado, del cual voy a explicar un poco como ha ido su escucha.
Después de que su nombre captara mi atención, el siguiente estímulo para seguir desmembrando a estos británicos fue el saber que contaban con un saxofonista en sus filas, de nombre Joe Carroll. Para nada este instrumento cónico resulta una rara avis en el mundo del rock, ni mucho menos, lo han usado Pink Floyd, The Rolling Stones, King Crimson, The Clash, Black Sabbath…(por citar nombres de gigantes), pero es cierto que en los ámbitos rockeros más contundentes y guitarreros, no es un instrumento que nos lo encontremos habitualmente, y menos aun siendo parte de la propia banda, pero ¡ojo!, que haberlos haylos: Shining, Klone, Dog Eat Dog, White Ward… o aquellos skinheads alemanes anti-racistas y anti-fascistas llamados Stomper 98.
Bien, y después de que estos astros se alineasen para que yo le diese al play, ¿Qué me encuentro en este EP? Pues me encuentro a una banda que quizás no se mueva demasiado cerca de las bandas citadas anteriormente, todo sea dicho, más bien a la cabeza me vienen formaciones como los desaparecidos Morphine o black midi, exacto, bandas donde también el saxofón actúa como instrumento protagonista. Si abrimos un poco más el abanico también podría nombrar a Squid (sobre todo por esa manera de hacer post-punk), aunque los de Brighton le den protagonismo no al saxofón, si no a otros instrumentos de metal como pueden ser la trompeta. También, y puestos a citar bandas que nos pueden conducir a saber por donde se mueven estos Maruja, podríamos nombrar inevitablemente a Black Country, New Road.
Los cinco temas que aquí nos presentan dibujan un paisaje oscuro, nublado en algunos momentos, impregnado de post-rock, post-punk, experimental jazz… y hasta con trazos de industrial y rap. La sección rítmica es dinámica y no descansa ni un solo segundo, sonando incluso a improvisación, las guitarras están llenas de efectos, y el uso del saxo a veces te provoca belleza y otras, desesperación. La lírica es muy directa, actuando por momentos, Harry Wilkinson, como si de un trovador urbano se tratase. Escucha el primer minuto de la asfixiante “One Hand Behind The Devil” y dime si aprecias, salvando las distancias, claro está, cierto paralelismo con la manera de escupir versos que tiene Jason Williamson de Sleaford Mods.
Lo antagónico y los polos opuestos existen en Maruja, están en “Zeitgeist” y “The Invisible Man”. La primera es energética, y tan epiléptica, que hace que tus pulsaciones vayan subiendo segundo a segundo, la segunda es mucho más ambiental y pausada, una historia sobre la salud mental, pero en las dos hay un nexo en común, y son esas líneas de saxo tan sugerentes y atractivas, unas líneas que vuelven a sobresalir para cerrar el EP, trasladando al oyente a un estado de calma y paz con la instrumental “Resisting Resistance”.
Maruja se encuentran actualmente haciendo una serie de conciertos por pequeñas salas inglesas (Leeds, London, Manchester, Liverpool…), y en agosto lo harán en el Sonic Blast Festival, al lado de Graveyard, Brant Bjork Trio, Black Mountain…, un festival portugués que se celebra en Praia da Duna dos Caldeirões Âncora, a apenas una hora de Vigo. Será la oportunidad más cercana de ver a una banda que creo que puede tener algo de repercusión a corto plazo.
Pota Blava y fanzinero de los 90. La música siempre ha sido una de mis grandes pasiones, y aunque el Metal es mi principal referencia, no he parado de moverme por diferentes estilos sin encerrarme a nada. Con los años el escribir también se convirtió en otra pasión, así que si junto las dos me sale la receta perfecta para mi droga personal. Estoy aquí para aportar humildemente algo de mi locura musical, y si además me lo puedo pasar bien…pues de puta madre.