Mascarillas, Oi!, cerveza y sudor: vuelta a los bares con Brux

La nueva normalidad nos devolvió algo que echábamos de menos y esperábamos como agua de mayo. Un corto pero intenso periodo de estabilidad tras un duro confinamiento ligeramente paliado por retransmisiones de algunos grupos y recurridos viajes por el modesto archivo audiovisual propio o la vasta biblioteca de la red. Y es que después de tantos meses encerrados, el hambre de música en directo se hacía notar en unos oídos no satisfechos con el menú de platos recalentados.

Los barceloneses BRUX ofrecieron el pasado viernes 10 de julio doble sesión de punk/Oi! en una sala Rocksound a medio gas por las medidas de seguridad del momento. El evento organizado por Branca Studio y La Parca agotó las entradas de ambos pases, en los que la normativa establecía el límite de aforo en 30 personas. Esto, a mi parecer jugó a favor y en contra del concierto: el sonido fue muy bueno, sin las estridencias a las que la sala me tiene acostumbrado, y creo personalmente que el aforo tuvo mucho que ver con la acústica. No obstante, entrar y ver partes de la sala literalmente vacías me hacía mella en el ánimo, aunque los primeros acordes de «Asco» me robaron la concentración y no volví a reparar en ese aspecto.

El trío de Oi! subió a las tablas algo más tarde de la hora acordada, con la ya familiar mascarilla obligada y poco tardaron en cargarse la distancia de seguridad con su música. Y es que es literalmente imposible sentar a una treintena de personas ante semejante despliegue y esperar con los dedos cruzados que no se levantaran a bailar frenéticamente. Hubo pogos y muy buena interacción entre público y artistas, con la única pega para mi gusto de la “exclusividad” impuesta por la sobrelimitación del aforo (totalmente justificada y necesaria). Sobre los raíles de la batería de Adri avanzaba implacable la locomotora sónica de BRUX, con Iván a la guitarra y coros y Juanma al bajo y voz principal. Pese a la potencia, la ecualización permitía distinguir y disfrutar cada instrumento y cada línea vocal, algo de agradecer que suelo echar en falta en salas pequeñas. A los pocos temas de comenzar, los artistas tuvieron que prescindir de las mascarillas por no poder cantar cómodamente con ellas. A las mascarillas siguieron las camisetas, aunque he de reconocer que el calor era mucho más manejable que en conciertos de esta índole durante estas fechas en años pasados.

Repasaron en un setlist potente y sin tregua su debut ANTI YOU (2019) de cabo a rabo, añadiendo cinco temas nuevos aún no editados en estudio e incluso una versión de «Almas Perdidas», de Décima Víctima. El resultado fue algo más de media hora repleta de riffs duros, voces roncas, ritmos agresivos e himnos coreados desde la pista entre empujones y salpicones de cerveza. Oi!

Un concierto redondo, destacable además por ser un segundo pase (¡no llegué a tiempo para conseguir entradas para el primero!) con muy buen ritmo, sin ningún signo de fatiga ni por parte de los músicos ni siquiera del público, del cual gran parte repitieron también pase. Y no los culpo, porque, como en sus anteriores directos, ¡BRUX me volvió a dejar con ganas de más!

Para concluir, me gustaría agradecer la cesión de fotografías por parte de Branca Studio y Alex Montes y remarcar además que la sala velaba por las medidas de seguridad añadidas por la situación del momento, disponiendo de gel hidroalcohólico para uso de los asistentes e incluso recordando por megafonía la normativa en varias ocasiones.

Setlist BRUX:

Asco
Viejos tiempos
Sang a les Drassanes
Ciudad Sin ley
Contraataque
El lirio
Alineados
Tapa y quinto
Tira a matar
No es por ti
WCD
Bullet
Almas perdidas (cover de Décima Víctima)
Bet Your Bollocks
El Bar
Brawler

Alejandro Benete

Anacrónico. Amante del sonido analógico y lo-fi. Músico y melómano, lector y escritor, desde pequeño. Crecí flotando en una gran variedad de estilos musicales, con predominancia del hard rock, hasta que llegué a la adolescencia y me topé con el metal. Apasionado del terror en todas sus formas, del gore y la serie B (e incluso Z), tiendo a escoger metal extremo como banda sonora de mi vida. Pero creo que cerrarse en un solo estilo es cerrarse a la música.