Massive Attack – Mezzanine (Especial 25º Aniversario)

«Mezzanine» significa entresuelo o entreplanta de un edificio, o el piso situado entre la primera planta y la planta baja.

Pero en el mundo de la música, Mezzanine es la definición más cercana a la perfección sonora dentro de los géneros alternativos / trip-hop / música experimental. Una realidad que cobra sentido cuando descubres por primera vez el tercer disco de Massive Attack. Un punto de inflexión en la visión y unión de la música urbana con la electrónica, la fusión perfecta entre el hip hop, la música ambiente, el post punk y los sonidos industriales. Mezzanine marcó el acercamiento de la banda de Bristol a nuevos terrenos más oscuros.

La historia de Massive Attack empieza unos pocos años atrás con su debut Blue Lines (1991), un disco que marcó un antes y un después en la música global y a día de hoy sigue sonando fresco y novedoso. Los de Bristol rompieron los cánones establecidos en los principios de los 90, momento en que el Britpop y el grunge gobernaban a placer. Blue Lineses considerado uno de los discos más influyentes de la música británica de los noventa. Fue la primera piedra del “Sonido Bristol” que más tarde se llamaría trip-hop.

En 1994 publicaron Protection, disco que mejoraba el estilo y el sonido de su debut dotando de más grandilocuencia a la propuesta. Podemos afirmar que Protection casi perfecciona el trip-hop. Y entonces ocurrió lo que todos esperábamos: Mezzanine. La perfección.

Mezzanine parece un abandono de todo aquello por lo que Massive Attack era conocido en aquel momento, teniendo en cuenta el gran éxito que habían logrado con sus canciones orientadas al baile. El tercer disco de los de Bristol, encabezados por Robert Del Naja, es el álbum definitivo del trip-hop de los 90 y es, sin ninguna duda, uno de los discos más influyentes de los 90. Un disco atemporal que trasciende más allá de su escena particular y de un sub género aún inexplorado.

Los ritmos atmosféricos y retardados que recorren el álbum se apoyan tanto en las inclusiones vocales como en la dirección artística del proyecto. Siguen usando samples de canciones de The Cure o Led Zeppelin entre otros, una elección de samples que van mostrando diferencias respecto a los dos discos anteriores. Allí se usaban samples de música negra y bailable. Ahora se acercan más al rock, “rock”.

Además, en el disco pusieron sus voces a las canciones artistas de la talla de Horace Andy, Elizabeth Fraser y Sara Jay. Hábiles descubrimientos de ascendentes artistas que combinan sus delicadas voces con los sonidos que crean el trío británico. Al parecer, cada miembro escribía sus contribuciones para el álbum en soledad y a veces evitaban el contacto entre ellos para refrescar sus impulsos creativos.

En una entrevista con Sound on Sound (abril de 2003), Neil Davidge, músico colaborador y productor de Mezzanine, habló de la naturaleza hostil y aislada de las sesiones de grabación del álbum. Davidge recordaba cómo se reunía con cada miembro de la banda por separado: en cuanto uno de ellos entraba a trabajar en sus contribuciones al álbum, el otro hacía lo mismo y salía de la habitación. Cuando llegaba el nuevo miembro, Davidge se veía obligado a dejar de trabajar en el proyecto actual y pasar a otro, lo que le obligaba a hacerlo al menos cuatro veces al día. «Era una forma bastante desordenada de trabajar», comentó.

Teniendo en cuenta que el álbum se construyó mediante múltiples procesos de composición únicos, es apropiado dividir el contenido del álbum en función de cada miembro de la banda: 3D, Daddy G y Mushroom. El mayor artífice de este nuevo sonido más oscuro fue 3D quien orienta su influencia al rock industrial de bandas que por aquel entonces estaban en la cresta de la ola como NIN o Marilyn Manson.

Canciones como “Angel” y “Teardrop”, los dos emblemas de la banda, son los mejores ejemplos para comprender la dimensión del disco. En “Angel” encontramos las voces de Horace Andy sobre unos samples de “Last Bongo in Belgium” de The Incredible Bongo Band.

A lo largo de 60 minutos, Mezzanine te ofrece un viaje sin igual. Massive Attack se luce en todo su esplendor para regalarnos no solamente su obra maestra, sino también uno de los discos más emblemáticos de los 90 y una de las obras cumbres del subgénero que abanderan.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones