Hace ya 20 años de la salida de Leviathan (2004), para muchos el trabajo más importante de los titanes del metal progresivo Mastodon. Si hace dos años comentábamos su debut Remission (2002), hoy celebramos la veintena de su magnífico sucesor, que sacudió el panorama metálico hasta convertirse en un referente del metal de los 2000.
La tremenda portada ya nos da una pista con el cachalote y el barco, se trata de un disco conceptual sobre la novela Moby-Dick (1851), y el primer tema trata precisamente de la caza de la ballena. «Blood and Thunder» es a estas alturas el tema más célebre de Mastodon y con el que suelen cerrar los conciertos. No es de extrañar con la tremenda colección de riffs que contiene, las voces brutales de Troy Sanders y esa deliciosa parte intermedia con las guitarras dobladas. Como curiosidad, invitaron a Neil Fallon de Clutch para esa icónico puente que relata el enfrentamiento con la bestia:
«Split your lungs with blood and thunder
When you see the white whale
Break your backs and crack your oars men
If you wish to prevailThis ivory leg is what propels me
Harpoons thrust in the sky
Aim directly for his crooked brow
And look him straight in the eye»
Clásico instantáneo.
Sigue el desmadre con «I Am Ahab», con más guitarreo incesante y un estilo que en este disco empieza a salir del sludge puro y duro de Remission para abrazar más el progresivo y conseguir esa especie de fusión de la que hacen gala, aunque por supuesto conservan la distorsión y el ruido en su sonido. Eso se ve más claramente en «Seabeast», con las primeras voces melódicas que escuchamos, y punteos y arpegios menos distorsionados.
Con «Ísland» volvemos al sonido más caótico de su primer disco, con guitarras alocadas y el siempre hiperactivo Brann Dailor que nos arroja sus redobles sin un momento de paz. Su forma de tocar la batería le ha acabado encumbrando como un exponente del instrumento, y ya desde el principio apuntaba maneras, aunque aquí aún no hacía la virguería de cantar a la vez.
Momentazo con el sabroso riff de «Iron Tusk», que es sin duda uno de los más recordables del plástico. En realidad casi todo el tema es relativamente pegadizo, convirtiéndolo en una elección de single bastante obvia. Si sois de los que disfrutáis las líneas de guitarra intricadas no dejéis de ojear «Megalodon» y sus imprevisibles cambios. Clase magistral a las seis cuerdas de Brent Hinds y Bill Kelliher que continúa en las siguientes.
«Naked Burn» y «Aqua Dementia» nos enseñan aún más el contraste entre el sludge más mugroso y el prog complicado y elegante que acabarían por desarrollar en los próximos discos. No hay un tema malo en un álbum que es puro disfrute. Y como en todo buen trabajo de progresivo, no puede faltar un tema extra-largo, de esos que son como un viaje. «Hearts Alive» cumple esa función con sus casi 14 minutazos, que recorren diferentes pasajes con extensos delirios instrumentales. Más que un viaje, transmite la sensación de una larga travesía por un desierto, con esas secciones pesimistas, casi depresivas, que parecen amenazar nuestra supervivencia y ese final que nunca parece terminar.
A modo de coda y para acabar con unos momentos más relajantes, la breve instrumental «Joseph Merrick», relacionada por el título con ese «Elephant Man» que cerraba Remission.
Y hasta aquí este espléndido Leviathan, que ha quedado para la historia. A partir de aquí, Mastodon no tardaron en conquistar la escena internacional con un seguido de discos notables como poco. Con razón a día de hoy están donde están, y si no me equivoco ya preparan su siguiente trabajo. Este mismo año, en su gira americana están tocando Leviathan íntegramente. Vamos a ver si hay suerte y anuncian alguna cosa por Europa (¿quizás algún festival el año que viene?) y lo siguen haciendo, porque sería una barbaridad poder verlo en vivo.
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Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.