Más que correcta fue la actuación de Matt Long & the Revenant Ones en la mítica sala Rocksound de Barcelona. A pesar de la escasa audiencia, que contó con apenas treinta y cinco personas, el trío británico descargó su setlist con la misma entrega y fervor que si la sala estuviera a rebosar.
Matt Long practica un rock clásico lleno de riffs de una espectacular fuerza que alterna con cortes de estilo blues pero igualmente intensos y estremecedores, herencia evidente de su otra banda de blues-rock Catfish. Acompañan a Matt el bajista de cinco cuerdas Adam Pyke, también integrante de la banda Catfish, y Kev Hickman a los parches, a quien pudimos ver a su paso por Barcelona con la banda RavenEye.
Aunque la edad media de los integrantes de Matt Long & the Revenant Ones es de alrededor de 21 años, el trío destila una solidez y cohesión en el escenario propias de bandas mucho más veteranas. Si a ello se añade la más que probada capacidad de composición de Matt, estamos ante una banda que dará mucho que hablar.
El concierto dio inicio con «Have my Say», tema de rock clásico a modo de presentación del Matt rockero. A esta le siguieron «Take It All», «Stone Bones», «Find the Real» y «Dark & Lovely», todas de gran potencia. Con «Last Chance» el trío se tomó un pequeño respiro para pasar de nuevo a cortes más férreos como «Nuns» o «Ball Peen Hammer». Con «Ethereal» Matt nos dio toda una lección y pudimos verle deleitarse a las seis cuerdas como un poseso. Siguieron «Feel Like a Saint» y la pegadiza «So», cuyo vídeo puede verse en YouTube. Cerraron su actuación con «With My Own Eyes», «Across the Borderline» y «Foxy Immigrant».
Fueron 90 minutos de excelente rock sin paliativos.