Mad Cool no es un festival para metaleros, pero en la jornada de anoche, el negro eclipsó la luminosidad de un recinto ideado para Instagramers y cierto postureo. La primera jornada de Mad Cool Festival 2022 venía encabezada por Metallica. Pero en el cartel encontrábamos también el músculo de bandas como Thrice, Fever 333 o Frank Carter & The Rattlesnakes. Un día más próximo al difunto Download Madrid que al propio Mad Cool.
Ya a primera hora de la tarde, las multitudes metaleras campaban con tranquilidad por Valdedebas. Las camisetas de Metallica predominaban aunque las de Hellfire Club de Stranger Things también eran visibles. Como es ya habitual, la mezcla de juventud y cincuentones era equilibrada. Es normal ver a padres con sus hijos acudiendo de la mano para disfrutar de la banda más admirada por el pater familias. No hay mejor enseñanza en esta vida. Que tu padre te lleve a volandas a ver a Metallica (o cualquier otra banda del calibre) debería ser premiado.
A las 21:30 estaba previsto el arranque del show. Aún con las últimas luces del día y con cierto retraso se entonó la clásica intro de AC/DC junto a la emotiva “The Ecstasy of Gold”, banda sonora de El bueno, el feo y el malo. Ya dentro del Snake Pit, sí, los astros se alinearon para que nos tocara el sorteo de The Fifth Member, los nervios y las emociones florecían. Poder ver a tu banda preferida a escasos tres metros es mejor que el Gordo de Navidad.
Y entonces todo pasó. La magia impregnó este pit. La felicidad de todos los que nos acompañaban en este pequeño círculo se contagiaba. Era como asistir a un concierto privado. Increíble, que os voy a contar.
“Whiplash”, “Creeping Death” y “Enter Sandman” ocurrieron tan rápido que parece que no me dio tiempo a saborearlas. Las tres piezas interpretadas por los cuatro músicos sobre la prolongación del escenario dio esa sensación de proximidad, esa unión banda vs. público. Brutal.
Ya por aquel entonces se intuía que sería una noche épica. La banda entregada al 1000%, complicidad y muchas ganas de comerse el festival. La imperial “Ride the Lightning” ya colocó a los californianos en el escenario y empezó la fiesta completa. “Wherever I May Roam” y “Nothing Else Matters” enamoraron a todos los amantes del Black Album. Incluida en el repertorio habitual de esta nueva gira nos topamos con la infravalorada “Dirty Window”. James y la banda saben que St. Anger es un disco complicado en muchos sentidos e hizo una broma al respecto antes de interpretar la pieza, que por cierto suena brutal en directo.
Con una movilidad increíble sobre el escenario, Kirk, James y Robert Trujillo ampliaban continuamente el escenario abriéndose tanto a los laterales como paseando por la pasarela. Si bien es cierto que James es la cara más visible de la banda, el papel de Kirk y Robert en las sombras es tan necesario como el del siempre criticado Lars tras los bombos. El pequeño danés es un portento, sobre todo en interpretación. Quizás no toque tan bien como debería, pero sabe ganarse al público con sus caras y sus paseos.
“Sad but True” atropelló y la inesperada versión de “Whiskey in the Jar” nos colapsó. Había pocas probabilidades de escucharla en directo y ayer, Metallica omitió “No Leaf Clover” para regalarnos la increíble versión de la canción tradicional irlandesa popularizada hace décadas por Thin Lizzy.
Y ya entonces empezó la descarga definitiva. La magnánima “For Whom the Bell Tolls” retumbó en Valdedebas y las llamaradas del nuevo himno “Moth into Flame” iluminaron y calentaron a los 70.000 fieles. “Fade to Black” revive gracias al discurso que ejecuta James sobre el suicidio y la vida. Grande James. Y retomamos Kill ‘Em All para una “Seek & Destroy” que nunca cae del repertorio.
Tras un breve receso entramos en el encore final con “Damage, Inc.”, la pieza de Master of Puppets recargó las pilas a base de riffs atronadores. Los cañonazos de “One” no hacen más que aumentar la épica de una canción colosal. Y no podía faltar “Master of Puppets”, un cierre perfecto para una noche que no olvidaremos nunca. La canción vive un momento de gloria tras su paso por Stranger Things, pero no, no la ponen en último lugar para alimentar el hype. Metallica no necesita estas cosas… Fuegos artificiales y reparto de púas y baquetas. Caras de felicidad entre la banda y entre los fans. Porqué Metallica siempre consigue comerse el escenario.
¿Están viejos? Sí, como nosotros. Pero vistos a escasos metros de distancia, puedo afirmar que sudan como nadie, que disfrutan como pocos, que se entregan al 1000% cada noche. Quizás más erróneos, es perdonable. Pero nadie puede dudar de la profesionalidad de unos artistas como Metallica.
Setlist Metallica:
The Ecstasy of Gold
Whiplash
Creeping Death
Enter Sandman
Ride the Lightning
Wherever I May Roam
Nothing Else Matters
Dirty Window
Sad but True
Whiskey in the Jar
For Whom the Bell Tolls
Moth into Flame
Fade to Black
Seek & Destroy
—
Damage, Inc.
One
Master of Puppets