Todo lo que ha hecho Al Jourgensen a lo largo de su carrera ha sido meritorio, influyente y en algunos discos absolutamente brillante. También ha tenido tropiezos e incluso llegó a separar a la banda durante un tiempo, pero lo que está claro es que la realidad y el estado del mundo en general son el gran motor de inspiración de uno de los padres del metal industrial. Con George Bush en la Casa Blanca sacó uno de sus mejores trabajos, y con Trump sucedió lo mismo. Ahora toca que nos hable de lo que supone la crisis del Covid-19 para el hombre de las trenzas.
Estamos ante el disco número 15 de Ministry, y lo que es más curioso de todo: ¿ante el más accesible? Cambio climático, la era de las fake news o los problemas raciales en la tierra de la libertad son todos los temas que gravitan sobre esta nueva obra. Recordemos que Tito Al ha estado encerrado en casa varios meses de la pandemia… Así que imaginad a ese ciclón en pantuflas y batín. Jourgensen es una especie de La bruja avería con consciencia de clase.
La entrada en el disco no puede ser más agradable con ese “Alert Level” que nos muestra a los Ministry de toda la vida, pero a un ritmo accesible sin renunciar a los samplers de voces ni a los ritmos machacones. Palmadas y vítores van asomando en “Good Trouble”, un corte sorprendentemente reposado y que cuenta con armónica y todo. Aquí es Ray Mayorga quien da buena muestra de su pegada conviviendo entre samplers y coros oscuros.
Una de las más grandes sorpresas es la versión del “Search and Destroy” de los Stooges, ralentizada, muy atmosférica, pero manteniendo garra y pegada. Está casi en terrenos de metal alternativo más que de industrial. Realmente original y contando a la guitarra con Billy Morrison (The Cult, Billy Idol). Uno de los cortes más representativos de lo que es el sonido Ministry recae en “Disinformation”, conteniendo todos los elementos que les han hecho célebres, aunque sin caer en los ritmos maquinales frenéticos. Base contundente y guitarrazos en una muestra de lo que es el metal industrial.
La colaboración estelar de esta obra es “Sabotage Is Sex” en la que participa todo un Jello Biafra (Dead Kennedys), y claro, como os podéis imaginar, hay un acercamiento evidente al punk (-industrial-). Mucho reverb en la batería de Mayorga para realzar la más que interesante “Believe Me”, que un poco se aleja de lo que siempre ha hecho el grupo hasta la fecha, pero con excelentes maneras. No sería descabellado el decir que es una de las tres mejores canciones del compacto, especialmente por el estribillo y esos arreglos de cuerda.
Tocaría destacar los presentes teclados de John Bechdell, reputado músico que ha estado con Fear Factory y Killing Joke. La cosa sigue funcionando en “Broken System” que contrasta con los tiempos calmos y ese tratamiento opresivo que domina “We Shall Resist”. El Covid es el protagonista en la letra de la marciana y maquinal “Death Toll”. “TV Song #6 (Right Around the Corner Mix) es el típico batiburrillo ultraspeedico que suelen ofrecer en sus discos. Todo un homenaje a Scaccia.
Ministry quedaron disueltos en 2013 tras la muerte de guitarrista Mike Scaccia. Afortunadamente el grupo recobró la vida en 2017 y mantienen el gran nivel que ya atesoraron en el anterior AmeriKKKant (2018). Los males de la humanidad son las musas de Jourgensen, y eso me hace recordar la frase que dijo Dalí del Guernica de Picasso: “que quizá debería cobrar derechos de autor Hitler por darle la inspiración”. Al final los monstruos con poder hacen salir lo mejor de Jourgensen, y eso se refleja en los discos de Ministry.