Hoy tenemos tralla en el menú con el nuevo trabajo de Molder. Conocí a estos fanáticos del death metal de la vieja escuela con su anterior entrega, un Engrossed in Decay (2022) que me dejó prendado con la primera escucha y les hizo ganar un seguidor inmediatamente.
Dos años después atacan de nuevo con este Catastrophic Reconfiguration, su tercer larga duración en el que se siguen mostrando intratables. Desde las profundidades de Illinois, se han erigido como una fuerza a tener en cuenta en el underground estadounidense. Si os molan clásicos como Autopsy, Entombed o Obituary no os podéis perder a esta joven banda que mantiene la llama viva treinta y largos años después de la eclosión del death metal.
Nos proponen diez pistas y 34 minutos de puro death ‘n’ roll y desenfreno, en el que es difícil destacar ningún tema por encima de los demás. Cada uno de ellos está plagado de riffs con gancho y bien construidos, tienen una magia propia que los vuelve adictivos y hacen que la escucha se pase volando.
El también guitarrista Aaren Pantke vuelve a petarlo a la voz, con un repertorio de gritos podridos y desgarrados en los que consigue imprimir algo de personalidad. Cosa nada fácil en un estilo en que muchos vocalistas acaban sonando iguales.
La producción es excelente, ya que nos transporta a los 90 con ese sonido de antaño con un toque de reverb, pero con la potencia y amplitud de las mezclas actuales. El conjunto instrumental es una auténtica apisonadora, y en concreto, los tonos que les han sacado a las guitarras son tremendos.
Desde la primera canción, que da título al disco, ya nos meten la ballaruca en el cuerpo. Y la cosa no para con piezas como «Overdue Burial», que por momentos nos puede recordar a Carcass, o con el claro guiño al «Pull the Plug» de Death en la intro de «Bursted Innards». Otras como «Frothing» o «Rapidly Exsanguinated» son carne de pogo total, con lo mejorcito para crear acción en directo.
A ver si con un poco de suerte pueden cruzar el charco en algún momento, porque no me puedo imaginar lo divertidos que tienen que ser estos temazos en vivo. Hasta entonces, dadle unas cuantas vueltas a Catastrophic Reconfiguration, porque bien las merece.
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Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.