Qué ganas tenía una servidora de poder acudir a un concierto. Después de haber pasado un reciente encierro forzoso en casa por los motivos que ya os podéis imaginar, la perspectiva de retomar la actividad cultural más allá de las cuatro paredes de mi hogar se me antojaba como el revulsivo definitivo que me iba por fin a devolver a la vida, la de verdad, aquella que da sentido a nuestra existencia. Ya el mero hecho de cambiar la ropa de estar por casa por una medianamente elegante (porque la cita es nada más ni nada menos que en el Palau de la Música Catalana, recinto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco) es de por sí motivo de subidón. Mientras me dirijo al auditorio, “Coming Back to Life”, esa intro prestada de Pink Floyd que utilizan Morgan a menudo en sus directos, resuena en mi cabeza…
Menudo lugar tan especial es el Palau de la Música Catalana, un edificio modernista de principios del siglo XX que, si por fuera te deja sin aliento, lo que alberga dentro es ya de infarto; toda una obra de arte en sí que sirve de escenario incomparable para la ejecución de conciertos como el que nos ocupa.
Con solo unos minutos de retraso salen los seis músicos que giran como Morgan en la actualidad a un escenario sumido en la penumbra y se colocan en sus respectivos lugares. Un foco ilumina el piano, que se sitúa en el extremo izquierdo, y una concentrada Nina no duda en deleitarnos con su exquisita voz y su buen hacer con el instrumento iniciando junto un acompañamiento de xilófono el tema “Hopeless Prayer”. Tan solo estos elementos son suficientes para encandilar a todo un Palau de la Música, lleno hasta la bandera, que observa con atención como poco a poco van uniéndose el resto de los músicos a la canción. Es en ese momento que la iluminación nos permite ver la disposición de la banda en semiluna en un escenario salpicado de piedras como único atrezo, sin ningún protagonista que destaque más que otro. Si habitualmente Morgan funcionaba como quinteto, para esta gira han incorporado un sexto miembro que ya iremos viendo a lo largo de la noche el juego que llega a dar. Actualmente Morgan lo forman Carolina de Juan “Nina” a las voces y al piano, Paco López a la guitarra, Ekain Elorza a la batería, David Schulthess a los teclados, a los que se les unen durante la gira Alejandro Climent al bajo y Gabi Planas a la percusión. Este breve tema intimista, que sirve tanto de apertura a la noche como al último trabajo de la banda, The River and the Stone (2021), enlaza del mismo modo que en el disco con “River”, segundo sencillo de presentación del mismo y uno de sus puntales. Si en la letra de esta canción Nina se identifica con una piedra llevada por la corriente de un río que la moldea con su fluir, yo afirmaría sin temor a equivocarme que en lo que se ha convertido es en la piedra angular de Morgan, instrumento esencial para que la banda pueda fluir a su antojo. Empezamos a apreciar un plus de confianza por parte de Nina que no duda en improvisar en algunos tramos para darle mayor fuerza al tema si cabe. David Schulthess tiene su momento de gloria con un alegre solo de teclado que rompe un poco con la dinámica del tema.
Sin dar respiro comienza “Blue Eyes”, del trabajo anterior, Air, tema que gracias a una percusión inicial muy marcada permite al público unirse con sus palmas y que más adelante sirve de base para que Paco López pueda brillar con su guitarra tras un fondo de teclados y coros. “Attempting”, perteneciente a su álbum de debut North, es un tema que siempre me ha recordado a ZZ Top, y sirve habitualmente para presentar a la banda, y así ha sido también esta noche. Con un “Bona nit, som els Morgan” nos saluda tímidamente Nina en un intento de cercanía inmediata con su uso del catalán, cosa que el público agradece. Si de por sí este tema es de lo más animado, lo acaban de bordar con un solo de teclado con aire retro a cargo de David Schulthess que ocupa prácticamente la mitad del mismo y que sirve de cierre. Primera gran ovación de la noche, momento que aprovecha Nina para presentar el programa de la noche y dar las gracias al público de mil maneras distintas, cosa que hace en diversas ocasiones durante toda la noche. Y es que Morgan son mucho de agradecer. Son conscientes que la vida les ha tratado bien y de que son los protagonistas de un sueño en el que, con una trayectoria de tan solo seis años, han pasado del anonimato a llenar espacios tan emblemáticos como el Palau de la Música Catalana, pandemia de por medio. Como para no estar agradecidos. Aunque algo habrán hecho bien para que esto haya sido posible. Si su música en estudio brilla, en directo encuentra su hábitat natural.
“On and On (Wake Me Up)” empieza con un órgano de iglesia, y le sirve a Nina como base para encandilar con su voz sugerente. Aquí abandonamos los sonidos más metálicos y una guitarra acústica acompaña esta vez a la voz. Piano y órgano en un nuevo tema que va de menos a más, “Goodbye”. Cómo engaña este tema, cuando pensamos que nos encontramos ante una balada lenta, ésta va subiendo su intensidad hasta acabar convirtiéndose en algo potente y desgarrador, gracias a una Nina que, para variar, se sale. “Work” pierde un poco en directo ese aire funky del original, siguiendo bastante la línea del anterior, temas que comienzan relativamente tranquilos pero que tienen sus giros, ambos incluidos en North, los orígenes musicales de la banda allá por el año 2016. Si en su álbum de debut fueron capaces de concebir temas así, no es de extrañar que su popularidad haya crecido como la espuma en un tiempo meteórico. ¡Aquí hay calidad y de la buena!
“Paranoid Fall” es uno de los platos fuertes de su último trabajo, sin duda uno de los temas más rockeros de toda la discografía de Morgan. Se agradece que aparezca en este momento del concierto pues ya llevamos una serie de temas relajados encadenados y un plus de energía viene bien. Nina abandona su lugar tras el piano y sale a interpretar al centro del escenario por primera vez en la noche. Se hace extraño verla ahí sin el amparo de su piano, y ella misma menciona su timidez al finalizar un tema que la ha dejado sin aliento por su alta intensidad. Sin embargo, hace rato que tiene al público en el bolsillo y no dejan de reír con sus comentarios, aplaudir y animarla en todo momento.
“Silence Speaks”, corte que cierra The River and the Stone, baja las revoluciones de golpe y es como un pequeño interludio que sirve de trampolín para el siguiente “WDYTYA?”, otro de los temas más destacables de este tercer álbum que vienen a presentar esta noche. Será que me recuerda a pasajes floydianos el motivo por el que me encanta, quizá propiciado por una guitarra que tira de slide para facilitar esa atmósfera tan sugerente. “Oh Oh” nos lo pone bien fácil para cantar con ellos. Sencillez, cómo le pega esta palabra a esta banda, títulos cortos, directos y sin grandes pretensiones; lo interesante viene dentro y cuán bonito es descubrirlo… “Flying Peacefully” nos propone precisamente eso, un viaje en paz. Es una canción alegre, optimista, que transpira buen rollo, seguramente por ello Nina vuelve a ponerse en pie para interpretarla. Es el momento de nombrar al sexto músico que mencionábamos al inicio, Gabi Planas, quien siempre está ahí aportando su granito de arena, ya sea con una pandereta, unas maracas, unas congas, una guitarra acústica o haciendo coros. Todo un acierto haber incluido esta figura a la gira, pues es más que necesaria para suplir de alguna manera ciertos elementos esenciales que a veces no pueden ser reproducidos en directo, como es por ejemplo la sección de viento de este tema.
Con “Volver”, primer tema cantado en castellano, un piano y una voz son más que suficientes para que Nina en solitario transmita emociones a raudales, las mismas que acaban superándola y por las que es recompensada con una interminable ovación que parece no tener fin hasta que el foco que la ilumina deja de hacerlo, poniendo punto y final a tan mágico momento. “Un recuerdo y su rey” vuelve a utilizar el castellano para explicarnos otra sugerente historia en clave de balada atmosférica interpretada por la banda la completo. “Home” es otra preciosa balada para lucimiento (de nuevo) de Nina gracias a esos quebrados de voz tan suyos y cambios de intensidad. Esta mujer es un diamante en bruto que no es necesario pulir, pues es precioso tal y como es. Morgan es el universo en el que Nina deslumbra, y poco más hay que añadir. Sin ella el concepto Morgan se tendría que reinventar, así de grande es la importancia de la vocalista en este grupo, por mucho que dentro de su timidez intente quitarse méritos. “A Kind of Love” a continuación es un tema que parece que le cueste arrancar, pero poco a poco incrementa su ritmo hasta alcanzar un final trepidante que Nina aprovecha para presentar a los miembros de la banda.
Tras este subidón, la banda se retira por unos breves instantes y empiezan los bises. Nada mejor que hacerlo con “Alone”, otro de los destacados de The River and the Stone y el elegido como primer sencillo. Un baladón como la copa de un pino donde, de nuevo, piano y voz emocionan en la intro dando paso a un tema suave, intenso y redondo. Tocando ya casi a su fin, Morgan encadena tres temas seguidos de su segundo trabajo, Air. “Sargento de Hierro”, un himno clásico en los setlist de Morgan, tras el cual aparece “Another Road (Gettin’ Ready)”, uno de los momentos estelares de la noche en los que el público se levanta por unos instantes de sus asientos para marcarse unos bailoteos. Y si piensas que Morgan a estas alturas de la noche ya lo han dado todo, nos reservan una última sorpresa para el final, cuando Nina y Paco se atreven a empezar su último tema de la velada a pelo, “Marry You”, sin micro ninguno ni cables: voz y acústica haciéndose dueños de la sala. Desconozco si el sonido llegó a todos los rincones del Palau, pues al encontrarme bastante cerca del escenario no tuve ningún problema en escucharlo alto y claro, pero desde luego que, si no fue así, la energía que irradiaron en aquel momento bien seguro nos alcanzó a todos. A mitad del tema se le suma el resto de la banda, y Nina, de nuevo, vuelve a agradecer a todo su equipo su labor. Fin de fiesta acompañado de una interminable ovación del público, que ha caído rendido al saber hacer y calidad de Morgan en directo.
Y hasta aquí lo que ha dado la noche de sí. Han sido dos horas de reloj, veinte temas bien escogidos de entre la discografía de la banda, haciendo hincapié en su último The River and the Stone. Lo bueno de tener tan solo tres trabajos y un tiempo tan extenso sobre el escenario es que prácticamente puedes mostrar todas tus cartas, cosa que agradecemos aquellas personas que acudimos por primera vez a esta cita. Habrá una próxima, sin lugar a duda.
Setlist:
Hopeless Prayer
River
Blue Eyes
Attempting
On and On (Wake Me Up)
Goodbye
Work
Paranoid Fall
Silence Speaks
WDYTYA?
Oh Oh
Flying Peacefully
Volver
Un recuerdo y su rey
Home
A Kind of Love
—
Alone
Sargento de Hierro
Another Road (Gettin’ Ready)
Marry You
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!