Moura – Moura

Moura, recuerda este nombre. Por qué no será la última vez que lo escuches, estoy completamente seguro. Estamos frente al debut del año y no me arrugo en afirmar que estamos frente al disco nacional de 2020. Y aún quedan muchos meses por delante. Pero este disco lo tiene todo.

Moura es una banda gallega novel en cuanto a esta formación pero con unos componentes con un bagaje considerable en la escena gallega. Su paso por bandas como Saharah, Guerrera, Lüger o Fogbound ha servido para que este quinteto llegue a la linea de salida de esta nueva aventura con un entrenamiento previo imprescindible. Moura funde influencias como el krautrock y el folk bajo la gran manta del rock progresivo de los 70. Su disco de presentación es homónimo y consta solo de 4 canciones, ¡pero qué canciones, amigos!

Publicado por Spinda Records, Moura cuenta las historias de cinco músicos y hasta seis acompañantes. Diego Veiga se encarga de la guitarra eléctrica, la guitarra acústica, la armónica y también es el vocalista principal de la banda. Hugo Santeiro también a cargo de la guitarra eléctrica y la guitarra acústica de 12 cuerdas. Fernando Vilaboi se luce con el órgano hammond y los sintetizadores, Pedro Alberte hace lo suyo con el bajo y finalmente encontramos a Luis Casanova tras los bombos y platos de la batería. También participan Belém Tajes en las voces, Pedro Villarino con el bombo y las tarrañolas, Miguel Vázquez con pandero, tambor y pandereta, Antonio Prado con pandereta y efectos sonoros, Pablo Reboiras con la imprescindible zanfoña, Susana Pérez con su clarinete y finalmente Brais Maceiras con el acordeón.

Tal y como nos comentó Hugo hace unos días en la suculenta entrevista que les realizamos:

“En él se puede apreciar nuestro culto por la lisergia pangalaica, las melodías psicodélicas y el peregrinaje progresivo mezclado con el propio folclore tradicional. Nuestra inquietud era sentir la comunión entre lo ya aprendido y los ritmos y alalás de nuestra tierra”.

Me gusta pensar que el entorno nos moldea y Moura ha sabido jugar con todos los elementos místicos y folclóricos de una tierra ya de por si rica como pocas para crear una colección de canciones tan intensas como imprescindibles. Llegar a dotar de un significado impreso en la música con los elementos deseados no es fácil, y para ello entramos a la mezcla de rock progresivo y folk.

Para lograr este sonido tan rico, Moura ha tirado de épica tanto enlazando los instrumentos de rock con los tradicionales como la zanfoña, pandeiros o incluso panderetas, como el poder aglutinar el trabajo de hasta doce músicos. Todo esto ha dotado el disco de una profundidad envidiable.

“Eira” con sus nueve minutos da el pistoletazo de salida de forma magistral cuando tras una dulce introducción folclórica los instrumentos entran a placer en plan King Crimson para alargar nuestro disfrute durante el primer tercio de la canción. A partir de ese momento el progresivo más delicado se funde con el folk más inspirado en un medio tiempo en el que música y voces se funden en una melancólica primera pista. Chapeau!

“Da Interzona a Annexia” sigue inicialmente con el patrón de su predecesora. Melodías ricas y variadas adornadas con un trabajo estupendo en las voces. Un estándar que se repetirá a lo largo de todo el disco. Personalmente me quedo con la suite de casi catorce minutos titulada “O Curioso Caso de Mademoiselle X”, un corte exquisito en el que todas las piezas son fundamentales para comprender el carácter de la canción y de Moura. El cierre con “Ronda das Masfarricas” es el colofón perfecto final para un disco sobresaliente.

Sin estirarme más en alabar este soñado debut, solo incido en que es obligatorio para todos los fans de la música más progresiva dedicarle un tiempo de vuestras vidas a degustar este trabajo. Dudo que haya alguien que no acabe prendado de esta banda.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones