El tramo final en la historia de los inigualables Mr. Big está tomando un cariz curioso a tenor de los últimos acontecimientos. Tras una larga gira de despedida en este 2024 por el continente americano y europeo en la que están todavía inmersos, nos sorprenden con la salida de un último disco de estudio denominado Ten (décimo en su carrera), el cual afirman no van a promocionar en directo. Ten, además de poner el broche de oro final a una trayectoria de más de 30 años desde su fundación, pretende también ser un homenaje a su fallecido baterista, Pat Torpey. Nick D’Virgilio (Genesis, Big Big Train, Tears for Fears, Spock’s Beard), al igual que en la gira, asume su papel en este disco cumpliendo con creces con sus funciones y dejando patente que la suya ha sido una elección más que adecuada para completar el combo. Parte del disco se ha gestado en estudio con tomas en directo, parte durante la gira en el autobús, así que la sensación de espontaneidad está más que garantizada, cosa que irás notando a medida que vayas avanzando en la audición del redondo.
“Good Luck Trying” abre el disco, así como la tanda de sencillos lanzados hasta la fecha, un blues rock enérgico de aire retro en el que la guitarra de Paul Gilbert y el bajo de Billy Sheehan van predominantemente de la mano para reforzar sus melodías cabalgantes sobre las que se pasea con maestría la voz de Eric Martin. Se siente como un tema que tanto podrían haber editado ahora como hace treinta años, y lo mejor de todo es que su punch es tal que invita a seguir con la escucha del disco.
Cambio de tercio radical con “I Am You”, de corte mucho más sencillo y popero, donde indudablemente el gancho viene de su meloso estribillo. Como si fuera obra de una banda distinta, nos trae unas sensaciones mucho más comerciales y relajadas, un divertimento en el que Eric Martin tiene todo el espacio del mundo para regalarnos sus características líneas melódicas vocales tan agradables a la escucha sin buscar demasiada complejidad. Aunque aparentemente sencilla, si nos detenemos a profundizar en la parte rítmica, nos daremos cuenta del gran trabajo que tanto Billy Sheehan como Nick D’Virgilio ejecutan aquí.
“Right Outta Here” me ha parecido de los temas más originales del disco, las líneas de guitarra ejecutadas con slide y esos inicios de estrofas ejecutadas por Eric Martin nos traen ciertas reminiscencias orientales en sus melodías, sin embargo, el feeling general a medida que el tema avanza tira más hacia un blues animoso muy curioso por esa capacidad de mezcla de influencias que muestra.
“Sunday Morning Kinda Girl” es una canción que destila buen rollismo a raudales y a la que difícilmente resistirse gracias a unos estribillos enérgicos cantados entre todos que invitan a unirnos a ellos. Como sorpresa encontraremos un solo de guitarra muy al estilo Brian May que como poco te arranca una sonrisa al recordarnos a todas esas canciones más desenfadadas de la admirada banda Queen.
“Who We Are”, baja las revoluciones de golpe al tratarse de una balada que, aunque empieza de una manera un tanto descafeinada, mejora en su trascurso, especialmente cuando llega el solo de guitarra —corto pero intenso— y el puente, aportando un punto más emotivo. Parece tratarse de un tema autobiográfico, por lo que vale la pena prestar la debida atención a sus letras si te apetece descubrir cómo se presenta la banda a sí misma después de tantos años de carrera.
“As Good as It Gets” trasmite sensaciones acústicas felicianas (gracias a un notable trabajo rítmico de Nick D’Virgilio difícil de obviar), combinadas a su vez con la electricidad dosificada justa para realzar ciertos pasajes. En mi cabeza vuelven a resonar ecos de Queen cada vez que la escucho. Si comentábamos al inicio del escrito que han querido trasmitir espontaneidad, el final de este tema es un claro ejemplo de ello: Billy Sheehan en solitario con su bajo lanzando unas últimas notas mientras el resto de la banda lo aplauden.
Recuperamos la energía bluesera / rockera con la siguiente “What You Were Thinking” (¿vuelvo a notar influencias de Queen en la guitarra?), un tema bastante de manual dentro de su estilo pero que a manos de estos virtuosos suena de fábula y cumple perfectamente con el cometido de levantar nuestro espíritu a altos niveles. “Courageos” me resulta un medio tiempo de transición bien hecho y ejecutado, como no podría ser de otra manera, pero sin nada demasiado destacable en él más allá de un trabajado solo de guitarra de Paul Gilbert.
A continuación, encontraremos el segundo sencillo del disco, “Up On You”, este sí que lo han trabajado lo suyo para dar el pelotazo que todo sencillo que se precie debería dar. Es divertido, muy participativo, da la sensación de que se lo han pasado de muerte componiéndolo y ejecutándolo. No hay nada más que ver el video para notar ese buen rollo entre los distintos miembros, que juegan a intercambiarse roles con los instrumentos (como ya hicieron en directo en su última gira). Dos aciertos de dos en cuanto a elección de sencillos.
Llegamos al final del disco oficial con “The Frame” (la edición europea viene con tema extra que analizaremos después), una balada marca de la casa que no podía faltar en este último disco de despedida. Sin tener exactamente el mismo gancho de esas otras baladas pretéritas que tantos éxitos les reportaron, se entiende a la perfección que hayan hecho este intento por reeditar la misma fórmula (¿cómo entender la esencia de este grupo sin sus famosas baladas?).
Vamos, ahora sí, a por el tema de clausura de Ten, otro de los más interesantes del disco, un nuevo corte bluesy en el que el mismísmo Paul Gilbert asume las funciones vocales de una forma sobresaliente, ya que su voz más profunda y rasposa que la de su compañero Martin, le sientan muy bien a esos temas más afilados. Destacable también el solo de bajo del amigo Sheehan, que no deja esta última oportunidad para recordarnos cuan de especial es su papel dentro de la banda. Menudos cracks están hechos los componentes de Mr. Big a todos los niveles.
Después de escuchar este último disco de despedida en el que recuperan todas esas influencias de la música rock y blues original de los 60/70 llevándolas a su propio terreno, sentimos una enorme pena al pensar que ya no van a volver a poner en común tanto talento para seguir componiendo más música. Continúan en un estado de forma creativo envidiable por lo que, si algún día se lo piensan de nuevo y deciden editar más discos… no vamos a hacer otra cosa que alegrarnos (por ellos y por nosotros, más).
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!