
El sábado pasado tuvimos el placer de asistir a la presentación del nuevo álbum de Gilipojazz en Barcelona. El trío de jazz fusión de moda colgaba el cartel de entradas agotadas en la pequeña de las Razzmatazz, donde acabamos bastante apretados. Se notaba que no era la primera vez que los madrileños estaban por aquí, ya que se veían bastantes camisetas de la banda entre el público, que esperaba impaciente y entusiasmado la aparición de los chavales.
Tocaron ellos solos, y a eso de las nueve se apagaban las luces y hacían aparición Ángel, Iker y Pablo con sus respectivos instrumentos. Tras una intro con la que ya nos mostraban su lado cómico, la cosa arrancaba con toda la energía de «Cohetes Vallejo», un tema muy funky que hacía entrar el público en calor.
La primera parte del concierto se intensificaba con la cañera «Franz Ferdinand» o «Payasos» y sus tintes de música de videojuego. Tuvimos un sonido espectacular, esperable teniendo en cuenta la sala, la habilidad de los músicos y el hecho de tener solo tres instrumentos en la mezcla. Y sí, son solo tres, pero te llenan todo el espacio sonoro. Iker juega con sus pedales para conseguir diferentes tonos y efectos que dinamizan mucho el sonido de su guitarra, mientras que Pablo no deja de meter cambios y detalles en sus ritmos de batería.
Caía también «Metalpatitos», que más que al metal remitía de nuevo a vibras más funk. Llegaba el momento de un mini set acústico, dónde Ángel cambiaba el bajo por la guitarra acústica y Pablo se ponía a las cuatro cuerdas para algunos temas sin batería. Seguían con «Mi madre es azafata (y viajar me sale a la mitad)», con los tremendos silbidos del vocalista (el 12% del tiempo), y que por alguna razón me recuerda a esa canción de Toy Story que decía lo de «Hay un amigo en mí».
Momentazo también de nostalgia con el medley de melodías de Dragon Ball que se sacaron de la manga, se notó que el público catalán está marcado por la serie. Antes de volver a la tónica normal del concierto, sonaba también «Lydian Kreyfor», con Pablo tocando el bajo a la vez que marcaba el ritmo con el bombo y el hi-hat sentado tras la batería. Y no sería ni de lejos lo más cómico de la noche.
Volvíamos al formato con batería para «Jaco Malfoy», y es que como nos contaron, les ha quedado un disco bastante metalero por escuchar sin parar a Pantera en la furgo. Aquí le podéis echar una oreja a Progresa adecuadamente (2024). Y como versión de la noche una de Focus, los titanes del rock progresivo, que encajó muy bien en la tónica del resto de sus canciones.
Para mí y seguramente parte de la audiencia, la parte más sorprendente de la actuación fue con el número de comedia que interpretaron los tres con el teclado Casio. No tienen suficiente con el gran dominio de cada instrumento, sino que también son capaces de actuar y hacernos reír al más puro estilo de El Tricicle. Imposible adivinar por dónde te van a salir.
La parte final del concierto empezaba con la bailonga «Aguante y paciencia», la breve y divertida «Hasta mañana si Dios quiere» y el gran final con los dos temas de Iker y el café. En un ambiente tan familiar ni hizo falta que se bajaran del escenario volvieran a subir. Quedamos más que satisfechos con la hora y 20 minutos de puro disfrute musical, y la prueba de ello es que el público constantemente cantaba o tarareaba las melodías de cada canción. Y es que son tan pegadizas…
Ya pueden volver cuando quieran, que su público barcelonés sin duda querrá repetir después de lo del sábado. Más pronto que tarde publicaremos también una entrevista que les pudimos hacer un par de días después de este concierto. ¡Estad atentos!
Setlist:
Cohetes Vallejo
Erzuín
Franz Ferdinand
Payasos
Metalpatitos
Mi madre es azafata (y viajar me sale a la mitad)
Dragon Ball medley
Lydian Kreyfor
Jaco Malfoy
Focus II (Focus cover)
Aguante y paciencia
Hasta mañana si Dios quiere
Iker me debe un café
Iker ya no me debe un café
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Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.