Han pasado cinco años desde que Napalm Death lanzó su último álbum Apex Predator – Easy Meat. Estos cinco años son el período más largo entre dos lanzamientos. Los de Birmingham regresan con un apabullante décimo séptimo disco titulado Throes of Joy in the Jaws of Defeatism. Un disco que claramente se sitúa dentro de los mejores y más intensos de su longeva carrera.
En este tan especial 2020, necesitábamos como nunca la apasionada perspectiva sociopolítica de Barney Greenway. Para dar frente a este nefasto y turbio año, nada mejor que una dosis de los mejores Napalm Death. Pues a parte de ser un puñetazo en toda tu mandíbula, este disco es una declaración de guerra hacía todo lo que trunca los principios fundamentales del bienestar y la paz mundial.
Fijaos en la carátula del disco, a simple vista vemos algo del gore típico pero en forma de paloma. Pero fijaos bien, está repleta de detalles. Se trata del trabajo del artista Danés Frode Sylthe, que ha colaborado anteriormente con la banda. El artwork usa específicamente una paloma blanca como pieza central. Por supuesto, se trata de un símbolo comúnmente reconocido de paz y cooperación. La paloma ha sido mutilada muy violentamente por una mano esterilizadora y en su muerte parece rota y ensangrentada. Sin embargo y más allá de la violencia de la imagen se puede ver un símbolo de igualdad pintada en sangre en el pecho de la paloma. Lo que tal vez demuestra, al menos visualmente, que la igualdad acaba traspasando la imagen gore. En palabras de Barney:
“Se trata de un aspecto positivo en medio de muchos negativos, al igual que el título del álbum en sí mismo es un poco un oxímoron*: la celebración de la humanidad incluso en las mandíbulas destrozadas de la negatividad.”
*El oxímoron dentro de las figuras literarias en retórica, es una figura lógica que consiste en usar dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión, que genera un tercer concepto.
El álbum fue producido por su compatriota Russ Russell y toca las diversas épocas de la histórica carrera de la banda. El bajista Shane Embury escribió gran parte del disco. Mitch Harris, quien ha estado viviendo en los Estados Unidos durante varios años, voló a Inglaterra para grabar partes de guitarra. También es importante mencionar que el guitarrista John Cooke, guitarrista soporte en las giras, contribuyó también con algunas pistas de guitarra.
La pasión de Embury por múltiples estilos musicales afectó inevitablemente la composición. El disco rebosa intensidad y violencia y en él podemos encontrar nuevas facetas musicales. Por ejemplo «A Bellyful of Salt and Spleen» avanza pesadamente con un ritmo industrial y gótico. «Acting in Gouged Faith» es un aluvión ladridos con algunos ritmos d-beat. También podemos encontrar post punk en “Joie De Ne Pas vivre”. Y ya para cerrar con las novedades, echadle un vistazo a “Amoral”, ¿a qué os recuerda?
Throes of Joy in the Jaws of Defeatism nos muestra una vez más que no podriamos entender el metal extremo sin una banda como Naplam Death. Una banda que siempre ha dado lo mejor de si, tanto en su etapa inicial grindcore de canciones de 10 segundos a esta versión crust death metal con canciones trabajadas en las que hasta el mínimo detalle es primordial.