El retorno de Nebula es otra de las proezas de este 2019, la banda se disolvió en 2010 y en 2017 Eddie Glass, miembro fundador, intentó resucitar la banda pero no cuajó del todo y mucho menos se materializó en formado de nueva música. Ahora regresan y lo hacen con un nuevo álbum bajo el brazo. Doble premio.
Tenemos que viajar a 2008 para encontrar su último EP, más de diez años en los que el stoner ha visto remodelaciones y nuevas bandas con muchas ideas también nuevas, pero Nebula ha regresado allá donde lo dejó.
La banda de Whitter, California, inició su carrera en 1997, fueron una sensación y crearon cuatro álbumes muy potentes, pero tras una etapa compleja en 2010 decidieron terminar con la banda. Eddie Glass reúne ahora al bajista Tom Davies y al batería Michael Amster en este nuevo lineup.
Holy Shit es el título de este quinto álbum, un disco que llega de la mano de Heavy Psych Sounds. Grabado por Matt Lynch en los estudios All Welcome Records de Los Angeles recoge casi 45 minutos de nueva música bajo una genial carátula diseñada por Robin Gnista.
En Holy Shit encontramos stoner de notable calidad. Desde las primeras notas de “Man’s Best Friend” con su aguerrido riff central hasta los compases finales de la larga “The Cry of a Tortured World”, el sabor de Palm Desert se saborea en cada instante. En Holy Shit podemos encontrar cortes cercanos al doom como “Messiah”, temas psicodélicos con empuje fuzz clásico como en “Man’s Best Friend” e incluso sonidos cercanos al punk grunge de Nirvana como en “Let’s Get Lost”.
A destacar por encima del resto el tema “Witching Hour”, un tema rockero, elegante y ligero. Un tema que bebe directamente de las entrañas de Fu Manchu o Monster Magnet pero pasado por el filtro de Nebula. Así como el disco posee momentos enormes también tienen momentos menos inspirados. La segunda mitad del disco parece puesta de relleno.
“Fistful of Pills” roza lo prescindible en dos minutos que no aportan nada al concepto de Holy Shit. Mientras en “Tomorrow Never Comes” aburre con su lentitud poco inspirada en los más de siete minutos de duración del tema. “Gates of Eden” no sabe a nada y por último una “Let’s get lost” con su sonido cercano a unos des-inspirados Nirvana.
El regreso de Nebula es una noticia abrumadora, su recién anunciada gira es un regalo para los fans, pero este regreso discográfico de nubes y claros no acaba por dejarnos satisfechos del todo.