Nervosa es un grupo que desde el primer momento que escuché una canción suya, me entró, y mucho. El thrash clásico me cuesta, pero estas chicas han conseguido aunar lo old school pero sin sonar retro, al contrario, su sonido es fresco, fresco como el agua que lleva el Amazonas por su paso por Brasil. Y sí, también su sonido es grandioso como él.
El año pasado tocaron por estas fechas, aproximadamente, pero no tuve la oportunidad de desplazarme, igualmente no habría ido, ya que coincidía con la fiesta del primer aniversario de Science of Noise, y evidentemente ese habría sido mi sitio. O sea que ver al trio brasileño lo tenía pendiente, grabado a fuego en el calendario.
El domingo, como de costumbre cuando tengo un bolo, salí con tiempo. En esta ocasión me acompañaba un colega que se la jugaba bastante, él es más de alternativo, ska o punk-rock. Rage Against the Machine, Dr. Ring Ding y Offspring, vamos. Aunque no quiere decir que disfruta como el que más con la tralla, y en esta ocasión quería probar “suerte” y escuchar a Nervosa, que le hablaba tanto de ellas, que se quiso apuntar. Así que fue llegar a Barcelona, encontrar sitio en la calle de detrás de la Sala Bóveda y venga, primera parada, como dije en la previa, en La Cervecita Nuestra de cada Día, nos cascamos una buena pinta para “entrar en calor”, una imperial stout en mi caso, of course. Seguidamente en otro sitio unas bravas y tostadas con ibérico y otra con escalivada, y ya con eso teníamos la energía suficiente para darlo todo en la noche de melodeath y thrash.
Llegamos a Sala Bóveda diez minutos antes de la actuación de l@s galleg@s. La sala ya estaba medio llena, aproximadamente, y con lo primero que me quedé era la edad de la mayoría de espectadores, donde mi colega y yo podríamos pasar por los jóvenes. Sí que evidentemente había chavales de veintitantos, pero lo que mandaba allí eran los “cincuentañeros”. Ataviados con todos los grupos ochenteros thrasher que te pueden pasar por la cabeza, (y muchas camisetas Nervosa y de Crisix, todo hay que decirlo) es bueno ver que la gente escucha bandas nuevas de su género favorito y no se queda anclado en un pasado ya demasiado lejano. Por cierto, hablando de Crisix, grande mi sorpresa fue ver (y saludar) a Busi, guitarrista de mis compatriotas igualadinos, y que estaba en la zona del merch.
Bloodhunter
Aunque el plato fuerte era Nervosa, me alegré, en su momento, cuando supe que Diva Satánica, Fenris y compañía, serían los encargados de abrir la velada. Dejando de lado la participación en “La Voz”, evidentemente esto ha ayudado a conocer más al grupo, pero su calidad es incuestionable y su música, melodeath actual, pero sin fliparse en lo moderno (sin entrar en core), y esto me gusta en sus trabajos y quería ver que tal eran sus directos.
Salieron cuatro componentes de los que reconocí a Diva, al guitarrista Fenris y el baterista Marcelo Aires, faltaba una guitarra y el bajista no supe identificarlo. Empezaron con “Let the Storm Come”, delante de un público que estaba un poco adormilado quizá, como si guardaran las pocas energías que quedaban de la semana para la posterior actuación. (Más teniendo en cuenta que si te pasas el domingo, lo arrastras el resto de la semana. Por su parte Bloodhunter, a mi parecer estuvieron un poco estáticos, aunque el público no ayudaba mucho, Diva en más de una ocasión incentivó a que se generarán mosh pits pero no había manera. No quiero decir que el concierto no gustara, ni mucho menos. El público estaba disfrutando de la sesión, pero sin excesivos headbangings para entendernos.
Diva Satánica, era la que llevaba la voz cantante (vaya perogrullada) en el sentido escénico, tampoco era excesivo pero sus movimientos teatrales y de cabeza daban un poco de vida al de sus compañeros, más fijos (que no carentes de calidad y ferocidad musical, ojo). En “Dying Sun” tuvimos la presencia de una monja, corazón en mano, lo pasó y frotó por los cuatro componentes, dejándolos llenos de sangre. Un poco de teatralidad siempre va bien. Continuaron con tralla con “The Queen Beast” o “All the Souls Shall Serve Forever” donde en esta ocasión apareció una especie de mezcla entre demonio (chica) con un poco de cinturones rollo fusión tribal haciendo una performance. Esto me recordó a mi pareja, antes de tener los críos, ella bailaba, tribal fusión, se ponía alas isi, etc y hacía actuaciones con remixes de canciones que yo le buscaba que tuvieran algún punto oriental, tipo Epica con el tema “Fools of Damnation”, cosas así. Sí, lo sé, pensáis -¿A qué mierda viene esto?-. Tenía ganas de contarlo.
La actuación terminó con las, quizá, más melódicas, “Possessed by Myself” y “Bring me Horror”, como buen broche final, tremendo, casi todo el público (ahora sí) con los puños levantados y siguiendo su ritmo. A su favor diré que a nivel técnico son perfectos, Diva realmente tiene un chorro de voz impresionante, Fenris es un crack a la guitarra y Marcelo Aires tiene unos muy buenos cambios de ritmo. Por su parte, las cuatro cuerdas fue un acompañante férreo. En su contra, pues el directo, aunque sin ningún fallo, les faltó algo más de empatía hacía el público. Aunque como era la primera vez que los veía, tampoco puedo opinar tanto, ni criticar mucho en este aspecto. En su favor debo decir que les faltaba dos componentes y, repito que el público, hasta el final, no ayudó mucho a que Bloodhunter se pudieran soltar más.
PD: Después supimos que los repartos interpretativos, corrieron a cargo de Clau Violette (Astray Valley) y Kristina Vega (Born in Exile), en los papeles de la monja y el demonio, respectivamente.
Setlist de Bloodhunter:
Let the Storm Come
Still Standing Up
Dying Sun
Embrace the Dark Light
The Queen Beast
All These Souls Shall Serve Forever
Possessed by Myself
Bring me Horror
Nervosa
Y ahora ya sí que vino el plato fuerte. Eran las 21:30 y Nervosa encima del escenario derrochó carisma, brutalidad y una sonoridad arrolladora sin igual. El inicio fue de ensueño. Comenzaron con la intro de su último disco downfall of mankind (2018) a mi parecer, este tipo de inicios, hace que te metas aún más y te prepara para lo que vendrá. Y sí, continuaron con el segundo tema del disco “Horrordome”, por Darrell, que salvaje la canción. Fernanda Lira con un ventilador enfocado, tenía el pelo “al aire” junto con sus miradas asesinas, no necesita nada más para meterse el público en el bolsillo, con su afilada y desgarradora voz, en contraste cada vez que se dirigía al público, voz dulce e incluso con aspecto “tímido”, nada que ver cuando está rasgeando el bajo sin parar. Prika Amaral es un derroche de riffs constantes, rabia pura, y Luana Dametto, sin inmutarse, es capaz de ser una máquina de palomitas sin parar, sin fallar, sencillamente brutal. Seamos sinceros, quizá al ser un grupo solo de chicas tocando thrash, de primeras vende, no lo negaremos, pero esto es solo al principio. Si no hay una base sólida detrás, de nada sirve este “reclamo” (por llamarlo de alguna manera) y vaya si hay una base sólida, joder. En todo momento sonaban como el disco, encomiable (igual que el equipo técnico de sonido).
Con “…And Justice for Whom?” y “Intolerance Means War” ya llegaron los primeros mosh pits, la gente entregadísima a las brasileñas, y ellas entregadas a su público, viendo como disfrutábamos de su destructor thrash. Fernanda Lira se dirigió al público comentando que por eso vienen y vendrán siempre a la capital catalana, ¡con esta recepción, cualquiera no repite!. A “Bleeding” o “Arrogance”, les siguieron, “Fear, Violence and Massacre”, “Kill the Silence”, (como me gusta este tema), “Raise Your Fist!” y “Vultures” supusieron un cuarteto de canciones de lujo. Solo eran tres componentes, pero como llenan el escenario estas chicas. Realmente tienen algo, el pack es excepcional, su sonido, su directo, pero lo más importante, su música, en tan solo tres discos, ya tienen himnos, y hoy en día cuesta mucho. Normal que en un año hayan pasado de tocar en la Sala Monasterio, para este 2019, en Bóveda, con, aproximadamente, el doble de aforo. La Sala no estaba del todo llena, vale. Pero ojo, un domingo de finales de julio, no es lo mismo que un bolo de viernes o sábado en marzo o noviembre. A estas chicas ya las veo en Razzmatazz 2 en 2020, y todo esto en tan poco tiempo encima de los escenarios.
El bolo acabó en locura con “Guerra Santa”, la siempre destrozacuellos “Never Forget, Never Repeat” y para terminar con un último mosh pit “Into Moshpit” Huelga decir que en casi todo el concierto hubo uno de estos interminable. Realmente, ver en directo, ahora mismo, a Nervosa es una experiencia sencillamente apoteósica. Mi colega y yo no paramos de dislocarnos vertebras y alzar puños tarareando letras. Y ver como personas que podrían ser los padres de estas chicas, ser fans de ellas, cual teenagers, dice mucho sobre su actual nivel en el panorama musical. El bolo terminó como sigue siendo habitual en los conciertos de verano, poco más de una hora. Pero bueno, lo corto, dos veces bueno. A parte que llevan tal nivel destructor, que pasar una hora con Nervosa es como pasar dos horas con otros muchos grupos.
Sinceramente, si no habéis visto nunca a Nervosa no os las podéis perder. No hay palabras para calificar un concierto de ellas. Lo que transmiten es intangible. A veces no hacen falta “parafernalias” (que si continúan con esta proyección ascendente ya llegarán) y con casi nada escénico, un simple ventilador y la bandera con el logo del último disco, con su música directa te llegan hasta el fondo del alma, para machacártela con su música endiablada. Como diría mi madre, son valor seguro. A partir de ahora, paso a ser un groupie de estas chicas.
Setlist de Nervosa:
Horrordome
…And Justice for Whom?
Intolerance Means War
Bleeding
Arrogance
Hostages
Ensalve
Time of Death
Fear, Violence and Massacre
Kill the Silence
Raise Your Fist!
Vultures
Masked Betrayer
Guerra Santa
Death!
Never Forger, Never Repeat
Into Moshpit
Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.