Nick Moss y Dennis Gruenling conquistan Barcelona con su blues old school

Así es, señoras y señores, el bluesman de Chicago, con la ayuda de su socio Dennis Gruenling para esta gira por Europa, logró el miércoles día 20 de mayo dejar boquiabiertos y encandilados con su música a todos los que asistimos a la sala Rocksound de la Ciudad Condal. Pero antes de entrar en materia, toca primero hablar de la también brillante actuación que protagonizaron Malacara Blues Trío calentando el ambiente para el estadounidense.

El trío de Barcelona, con un excelente Xavi Malacara al frente, en los pocos minutos que estuvieron sobre el escenario estoy seguro de que sorprendieron a más de uno con esa mezcolanza de música tradicional americana que inspira su repertorio. Aromas a New Orleans, Chicago y el Delta invadieron nuestros sentidos durante aproximadamente unos treinta minutos, que a muchos nos supieron a poco, en los que presentaron su nuevo disco Miles Down Blues.

Para todos los que disfrutaron con su show y sientan curiosidad, ellos son Xavi Malacara a la voz, guitarra y armónica, Maxi Moscardi al bajo y Salva Falguera tras los parches.

Después de tan sólo quince minutos de descanso salía la Nick Moss Band al escenario. Con la sala exhibiendo un rotundo sold out y con un ambiente muy, pero que muy caldeado, tanto por la elevada temperatura como por las expectativas que la mayoría habíamos depositado en la actuación del astro norteamericano, salieron al escenario la Nick Moss Band con el inmejorable soporte de Dennis Gruenling a la voz y armónica.

Salvados algún que otro problema inicial con la sonorización de los monitores y otro ya más posterior con el teclado, todos pudimos darnos cuenta desde el primer tema de que no iba a ser la clásica actuación del típico guitarra de blues a las que posiblemente muchos de nosotros estemos acostumbrados.

Tanto el sonido de la guitarra de Nick como su manera de digitar las seis cuerdas dejaban bien a las claras que nos encontrábamos ante este tipo de rara avis que parece resucitar los modos y maneras de aquellas figuras irrepetibles que en sus orígenes popularizaron un género tan desconocido y minoritario como era el blues.

Durante las casi dos horas de concierto, hora y cincuenta minutos para ser más exacto, el de Illinois, con una más que competente banda en la que destacaría a su joven pero muy efectivo teclista, mostró una sintonía muy especial con el invitado para esta gira, el afamado armonicista Dennis Gruenling. El trabajo de este último es impagable, tanto vocalmente como con su instrumento, ya que consigue aportar una variedad y una riqueza exquisitas a una canciones que realmente parecen haberse compuesto pensando en su participación.

Nick, a sus tan sólo 49 años y aunque su bagaje musical supere ya la treintena, demuestra una técnica insuperable a la guitarra haciéndonos recordar ese tipo de blues de la antigua escuela, o chapado a la antigua como dirían muchos, que hoy en día tan pocos músicos, digamos mediáticos, practican. ¡Excelente!

Jose Antonio Serrano Sabaté