El fenómeno Nirvana fue el de una supernova, brillando a más no poder en un brevísimo espacio de tiempo que apenas nos dio para tres discos de estudio, un unplugged de despedida y un disco de rarezas como fue el Incesticide. Personalmente, este último, lo veo como un disco más del grupo, a la altura de las obras de estudio, y, es más… para mí supera a algún que otro de sus disco de estudio.
Incesticide aparece en el mercado en diciembre de 1992 con la idea de seguir explotado el filón que supuso Nevermind (1991). En él los dos jefes del grupo juegan a cambiarse los nombres por los de Chris Novoselic y Kurdt Kobain, algo que ya pudimos ver en Bleach (1989). Es un disco variado, completado con retales y pedazos que les han quedado del paso del tiempo. Lo que es realmente sorprendente es la calidad de las grabaciones y los nombres que están detrás de los controles.
El disco
Empieza todo a lo grande con “Dive”, tema que fue compuesto en su etapa Sub Pop y en el que lo destinaban para un segundo disco continuador de Bleach. Va en esa misma onda, aunque hay un punto más accesible, por mucho que los postulados del grupo aparezcan inquebrantables y sólidos. “Sliver” fue el singledel disco y es de lo más pegadizo a pesar de que también muestra esa pátina de oscuridad de la que siempre hacía gala el grupo. Es una canción que fue muy habitual en sus directos.
“Stain” fue grabada para completar el single “Blew”, y es un buen corte con carga melódica y un caótico solo de espíritu grunge. Es realmente cruda y Channing está bastante robótico a la hora de interpretarla tras los parches. Luego aparece una de las bombas melódicas más perfectas del disco: “Been a Son”. Equilibrio perfecto entre potencia y melodía, y las voces dobladas, oliendo a espíritu adolescente por los cuatro lados.
Entramos aquí en la sección de las versiones y la primera es el “Tournaroud” de Devo, muy bien llevada a sus terrenos. Saturación de sonido y mucho groove. Pero las sorpresas tremendas son las dos versiones de la banda escocesa que era totalmente desconocida por aquel entonces (y lo sigue siendo): The Vaselines. “Molly’s Lips” es una joya melódica potenciada por la guitarra de Kurt y que se aleja bastante de lo que es la original. La otra es “Son of a Gun”, también pasada por el túrmix grungie. Bombas melódicas embrutecidas y con un lavado de cara que las hace impecables.
En “(New Wave) Polly” estamos en una sorpresa total pues pasan de una balada original a este trallazo en el que sobresale especialmente la batería de un Dave Grohl que demuestra perfectamente el porqué de su fichaje. De lo más sorprendente del disco.
Hay un tramo de canciones que forman parte de la primera demo del grupo anterior a la época de Bleach y en la que destacan por el buen sonido y la mano de Jack Endino como productor. En esos tiempos estaba Dale Crover a la batería y cortes como “Beeswax” te dejan claro que hay algo especial en la banda. La voz de su líder es frenética y la guitarra gusta de saturar y buscar sonidos de acople.
“Mexican Seafood” y “Downer” completan siendo piezas oscuras y eléctricas de su primera demo. Bajo presente, momentos instrumentales y los ruiditos y la oscuridad poco pulida que les hizo célebres. Definitivamente esos temas de primera época están muy por pulir, pero es innegable que el grupo estaba trabajando con maderas nobles, y lo que iba a salir de allí pintaba como algo de calidad y… ¡diferente!
“Hairspray Queen” es uno de los temas más crudos y grunge de la obra. Puedes apreciar el bajo de Kirst Novoselic tan presente, la expresiva voz de Cobain y luego el cómo se desgañita. Ruiditos, efectos y acoples terminan de completar ese final tan agresivo. “Aero Zeppelin” no se acerca ni a los Led Zeppelin ni a Aerosmith, y es una amalgama de intensidades, solos sucios y voces descarnadas. No extraña que quedara como material sobrante, pero tiene algo especial.
“Big Long Now” es de lo más inquietante y machacón del trabajo, con Kurt cantando incluso diferente de lo que solía hacer. Aquí está Chad Channing a la batería, pero quizá la mejor composición de todo el disco es, y sin lugar a dudas, “Aneurysm”. La canción era un perfecto single y cuenta con Dave Grohl a la batería. Estribillo totalmente definido, hay la esencia de Cobain en la forma de cantar y el estribillo es casi comercial. Sorprende que la dejasen fuera del Nevermind, pero claro… es que esa obra es casi perfecta.
Veredicto
Hubo tan pocas grabaciones de Nirvana que a mí el Incesticide me parece un clásico como el resto de sus discos. Obviamente la obra no tuvo la repercusión que tienen sus otros trabajos, y a pesar de que es un poco un cajón de sastre, hay muy buenas canciones y las etapas del grupo quedan plenamente definidas. Destacaría especialmente las versiones y algún tema propio con madera de single.
El otro gran atractivo del trabajo es la portada, creada por el mismo Kurt Cobain en un collage cenizo y que da mal rollo sólo de verlo. Es curioso ese verde, tanto como el pato de goma de la contraportada. El grupo estaba de subida y funcionó bastante bien en Inglaterra y Estados Unidos, pero curiosamente fue en Canadá donde llegó al doble platino y el single de “Sliver” lo petó en Irlanda. Si te falta este disco de Nirvana, nunca es tarde darle una escucha.