Nuna había estado en la Wolf. Fui alguna vez cuando aún era el Sr. Lobo, hará casi 20 años, pero nunca para ver un concierto. Y creo que el desvirgamiento, con la británica del momento, fue un gran estreno.
Tenía muchas ganas de ver a Chez Kane en directo. Los dos álbumes que ha sacado me han parecido un trallazo enorme, convirtiéndola en mi nueva musa del rock. Faltaba ver cómo los defendía sobre el escenario, qué tal la banda que la acompañaba y, sobretodo, ver si el primer concierto de 2023 podía optar a estar, de aquí unos 12 meses, en el top anual.
Llegar fue un caos. Se nota la mano de la alcaldesa, cambiando sentidos de calles, cortando algunas, abriendo otras… Ir al Poblenou barcelonés, cuando vienes de fuera, se ha convertido en todo un rally. Y si en la C-33, a pocos metros de cuando entra en la ciudad condal, ha habido un accidente con cinco o seis coches implicados, convirtiendo el autopista en un gusano de luces que se mueve muy lentamente, los nervios por no llegar aprietan de lo lindo. Pero llegué, y poca gente había aún. A las 20:00, puntuales, se abrieron las puertas y entramos. Al final estaríamos alrededor de 175 personas. Casi sold out. ¿Y lo mejor de todo? Un buen puñado de infantes, acompañados por sus padres, en el que debía ser su primer concierto. Estas cosas me emocionan, ¡qué queréis que os diga! La noche estaba a punto de empezar.
Bárbara Black
Mi situación privilegiada (primera fila, el último a la derecha) me permitía espiar qué pasaba en el escenario sin la que la pantalla me cegase. Por ahí veía gente entrando y saliendo. Un chico enorme y con barba, otro algo más pequeño… «técnicos», pensé, y no estaba en lo cierto, no. Eran los músicos, pero eso no lo sabía aún.
Había escuchado tres o cuatro temas de Bárbara, pero nada más, así que todo iba a ser una sorpresa. Y vaya si lo fue. De las positivas, además. La mencionada cantante, con un vestidazo de infarto que dejaba la canción aquella de Estopa (?) de la raja de tu falda en gran ridículo, bien acompañada por un buen elenco de músicos, de entre los que destaco al bajista (quizá el mejor instrumentista de la noche), se marcó un gran bolo de rock duro con tintes metálicos.
Se le notan tablas y buen hacer a Bárbara Black, no es una novata en la escena, y canciones como «No Bullets», la opener «Damnified» o «You Belong to Me» así lo corroboraron. En total sonaron diez temas potentes, y como despedida tuvimos a la nueva musa ataviada con unas alas de mariposa. Musa que me confundió con el chófer de la banda. Gran concierto y gran descubrimiento,
Setlist Bárbara Black:
Damnified
Tiger Tamer
Don’t Play with Fire
Twister Girl
Nice to Meet Me
No Bullets
Southern Soul
Heroes Above the Stars
You Belong to Me
Queen of Flies
Chez Kane
Pero la gente tenía gans de Kane. Muchas, atendiendo a las vibras que se notaban en la sala. De nuevo, mi posición privilegiada me permitía ver qué se cocía en un escenario tapado por la pantalla. Veía chicos entrar y salir. Técnicos, músicos… no lo sabía, pero puedo constatar que algunos eran peculiares. ¿Adivináis cuales? Sí, los músicos. Antes de entrar en el bolo en sí, hablemos de ellos. Dos guitarras: uno, el principal, creo que es la pareja de la diva. El otro, un más que motivado chico, descalzo, con calcetines desparejados y muy contento de estar allí, o eso desprendía. El bajista parecía sacado, directamente, del elenco de Big Bang Theory, y resultó ser un chico de 17 años, bastante tímido durante todo el bolo, viviendo su vida. ¡Olé él! Y tras los bombos, el batería que pasó desapercibido (no por su forma de tocar, ojo, sino porque lo que ocurría en primera fila lo eclipsó). Técnicamente era un cuarteto justito, pero cumplía para su cometido. El sonido fue bastante horrible, al menos desde mi posición. La guitarra del chico ultra motivado no la escuché, así que supongo que sí, que debía ser por mi posición. ¡ No se puede tener todo!
Las primeras notas de «I Just Want You» sonaron y tuvimos a la menuda inglesa encima del escenario. Shorts, media de rejilla, botas de tacón y chupa de cuero. Lo que nos dijo lo lleva a misa, sin duda. También, a primeras de cambio, demostró que va sobrada de voz, de carisma y de saber estar encima de un escenario. Quizá sea bastante novata en esto, pero talento le sobra, a Kane. Los guitarristas iban «peleando» entre ellos, lanzando patadas de artes marciales, uno con calcetines multicolor y el otro con unas bambas sacada de la trilogía de Regreso al futuro. Como hemos dicho, el bajista se mantenía en segundo plano, pero se divertía. El público, entregadísimo, cantando, coreando, bailando. En varias ocasiones vimos a Kane emocionada. Y no, no era una pose. Hay cosas que no se pueden disimular o fingir, y esta fue una de esas.
«Too Late for Love» y «All of It» sonaron como lo que son, dos temazos estratosféricos. Los músicos, encima del escenario, se divertían, y lo transmitían a las mil maravillas. «Midnight Rendezvous» subió las revoluciones, haciendo que saltáramos y lo gozáramos. Nosotros y ellos. Kane se nos dirigía a una velocidad de vértigo, haciendo que a veces fuera complicado seguir su inglés británico. «Nationwide» sirvió como entrante de «Better Than Love», dedicada a Danny Rexton. Tremendas todas.
Era hora de duelo, de pelea. Empezó la sección rítmica para que los dos guitarristas se enfrentasen. Como he dicho al principio, el nivel técnico es algo justo, pero lo bien que se lo pasaban y el buen rollo que desprendían compensaba cualquier carencia.
Para «Things We Do», Kane se había despojado de la chupa y usaba una blusa de zebra bien ataviada. Hoy en día, y espero que nunca más, nadie le va a decir a nadie cómo vestir, solo faltaría. «Love Gone Wild» y «Defender of the Heart» pusieron al público aún más a tono. Ante cualquier comentario de la cantante, el público respondía feroz, contento, mediterráneamente. Con la sangre caliente. Viendo sus reacciones, me apuesto que les sorprendió semejante respuesta.
«Ball n’ Chain» sonó mejor de lo que me parece, y «Get It On» demostró por qué su música está ta en auge. Quizá «Rock You Up» bajó un pelín el listón, pero «Powerzone» sonó como lo que es, una bola de demolición. Atronadora. Enorme.
Quedaban dos temas para finalizar el show, así nos lo hizo saber. Dijo que, en vez de bajar del escenario para volver a subir, los tocarían directamente y finalizaran una vez acabados. Bien, mejor. Prefiero esto que la parafernalia que suele hacerse. Esos dos temas fueron «Daddy, Brother, Lover, Little Boy», de Mr. Big, y como no podía ser de otra forma, «Rocket on the Radio», quizá su mejor canción (solo quizá).
Fue un gran concierto. Ambas partes, los de encima del escenario y los de abajo, nos lo pasamos muy bien, y posteriormente hubo firmas y fotos. Como ejemplo de todo esto, puedo decir que tras las dos o tres fotos de rigor, guardé el teléfono y me dediqué a disfrutar del show. Me descubrí sonriendo a cada rato, y creo que es el mayor cumplido que se le puede hacer a un concierto.
Setlist Chez Kane:
I Just Want You
Too Late for Love
All of It
Midnight Rendevouz
Nationwide
Better than Love
(Things We Do) When We’re Young in Love
Love Gone Wild
Defender of the Heart
Ball n’ Chain
Rock You Up
Get It On
Powerzone
Daddy, Brother, Lover, Little Child
Rocket on the Radio
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.