Empezar la gira de un trabajo que no ha visto la luz aún de manera oficial (sí en preventa digital) no deja de ser algo bastante sorprendente de por sí, aunque si eres un fiel seguidor de una artista como Susan Santos, sabes de sobra que en realidad tampoco es un hecho de vital importancia, pues sea la música que sea la que interprete, vale la pena disfrutarla en directo. Y eso es así no solo por el manejo instrumental y vocal de Susan, sino también por la autenticidad que desprende su propuesta en formato power trío, junto a sus compañeros de andaduras, David Salvador al bajo y Juli El Lento a la batería. ¿Por qué no probar cómo funcionan las canciones en directo antes de su lanzamiento?, se preguntó / nos preguntó Susan en algún momento de la jornada. Totalmente de acuerdo, ¿por qué no? Y así, dispuestos a descubrir cómo suena esta última propuesta nos congregamos casi un centenar de personas el pasado 11 de febrero en la mágica montaña de Montjuïc, en coincidencia con un partido de fútbol del Barça en las inmediaciones. ¿Importa este dato? Posiblemente no, pero para la que suscribe ha sido el causante de que haya empezado la semana con falta de sueño debido a la caravana que se generó a la salida. Y sí, claro, al final a aquellos que estéis leyendo en estos momentos también os afecta de alguna manera en la medida que esta crónica ha empezado a escribirse algo más tarde de lo previsto…
Puestos en situación, es momento de rememorar qué aconteció en la Upload, esa pequeña sala que se esconde dentro del recinto del Poble Espanyol y a la que siempre tengo la sensación de que te cuelan como a escondidas… Pasaban como unos diez minutos de la hora anunciada cuando Susan y sus dos músicos acompañantes aparecieron en el escenario y un espontáneo cumpleaños feliz fue entonado por parte del respetable. Es lo que tienen las redes sociales, ¡todo se sabe!, y es evidente que muchos de los allí presentes se habían percatado a través de ellas de que precisamente ese día era el aniversario de Susan.
Sin apenas perder la compostura, Susan dio paso al primero de los temas del nuevo trabajo, Sonora, llamado “Snakebite”. Tuve la suerte de poder entrevistar a Susan unos días antes del inicio de la gira y tuvo la amabilidad de darme acceso al disco nuevo, por lo que los temas no me fueron desconocidos, pudiendo disfrutar en mayor medida de éstos en directo. Sonora fue interpretado en su integridad en distinto orden al del disco e intercalando algún que otro tema de trabajos anteriores, y es que, como iremos viendo, para poder configurar un setlist con cierta lógica, has que tener en cuenta la secuencia de guitarras que vas a utilizar para no tener que hacer excesivos cambios de instrumentos.
Susan vino con dos guitarras eléctricas distintas y una barítono que no hizo aparición hasta casi al final del repertorio, instrumentos cuya afinación fue revisada en todo momento entre tema y tema. Como íbamos diciendo, “Snakebite” arrancó el espectáculo de una manera sinuosa y tranquila para adentrarnos poco a poco en la propuesta de Sonora, canciones cuyas historias se ubican todas ellas en el desierto del mismo nombre y que nos podemos imaginar sin problemas gracias a las sonoridades que desprende. Como maestra de ceremonias, Susan combina sus laborales vocales con la ejecución a la guitarra en un lateral del escenario y siempre que las pausas vocales del tema lo permiten, se traslada hacia la parte delantera del escenario para obsequiarnos con sus punteos, habitualmente más largos que los que aparecen en las grabaciones, pues siempre opta por dotarlos de un punto de improvisación que los hacen más interesantes por inesperados. Así fue ya en este primer tema y en la mayoría de ellos, y lo cierto es que fueron en esos momentos cuando más magnetismo pudimos notar por parte del público, que no dudó en ningún momento en compensar con aplausos sus acertadas improvisaciones a las seis cuerdas.
“Snakebite” terminó con Susan cantando sin micro y con un fundido paulatino del volumen de la música, enlazando acto seguido con el siguiente adelanto de Sonora, “Have Mercy”, de aire más bluesísitico e incluso más relajado que su predecesor. Susan aquí desplegó un trabajo vocal notable, pues así lo requiere ese aire juguetón que desprende este tema, acompañada también a los coros por sus dos compañeros, como si de voces de personas de color se tratara. Si ya lo dice ella, música de raíz americana en cualquiera de sus expresiones es lo que transpira su música por los cuatro costados… Pausa a continuación para tomar un poco de aire, dar las gracias por el recibimiento y presentar el nuevo álbum, que aparcaron por unos instantes para viajar en el tiempo y recuperar “Dusty Road”, tema que data del año 2016 aparecido en el disco Skin & Bones. Aquí la cosa subió ya un poco las revoluciones, tema con tramos contrastados que en general tiran más hacia el hardrock añejo y cuyo estilo volvió a estar en sintonía con el siguiente en aparecer, “Fever”, del EP The L.A. Sessions (2020). A mí particularmente me encanta cuando Susan endurece su estilo, creo que en formato power trio la cosa le sienta de maravilla, la verdad. Menuda potencia desplegó la banda al completo durante este tema, riffs punzantes, ritmo machacón, una línea de bajo que no dejó de jugar en todo momento y un solo de guitarra como demandaba la alta energía desplegada, a toda velocidad y con una intensidad máxima. ¿De verdad que a esta artista se la clasifica habitualmente con la etiqueta de blues? No tienes nada más que escuchar este tema para darte cuenta de que, en realidad, va mucho más allá que eso…
Regresamos a Sonora, enlazando tres de sus temas, “What I Want”, “Call Me Tonight” y “So Long”. El primero de ellos, de ritmo constante y bailongo y un estribillo de lo más pegadizo, nos invitó a continuar con la fiesta iniciada por el tema anterior. De un nuevo un solazo puso el broche de oro al mismo. Hasta ese momento Susan se había manejado con la guitarra que aparece en portada de su último disco, para cambiarla a partir de ese momento por una Fender anaranjada que dotó al sonido de una mayor contundencia. “Call Me Tonight” fue la que estrenó esta guitarra, un tema divertido y sin grandes cambios, pero resultón en directo. Completando la tríada, le llegó el turno a “So Long”, lo más parecido a una balada que podremos encontrar en Sonora, el cual permitió a Susan interpretar un solo más sentido y no tanto buscando la explosividad. Llegados el ecuador del concierto, aprovechó Susan para presentar y pedirnos un aplauso para sus músicos acompañantes, que, casualmente, son ambos catalanes. Encaramos ya esta segunda mitad con un animado tema de No U Turn (2019) llamado “In Trouble”, ideal para el directo pues desprende energía a raudales.
Uno de los momentos más intensos de la noche fue cuando Susan se puso espalda con espalda con su bajista para interpretar su solo, haciendo las delicias de los fotógrafos allí congregados. Muchos aplausos para esta gran interpretación, que se vio sucedida de otro de los platos fuertes de la noche de Skin & Bones, “Rattlesnake”, para el cual Susan tiró de slide. habilidad que aún no nos había mostrado en su directo. De este tema destaca mucho su rítmica, sincopada y con una fuerza brutal, que, junto a ese rollito que le da el slide (solo incluido), pues como que atrapa un montón. Susan, mientras preparaba la siguiente guitarra en aparecer en escena, la barítono, nos animó a que cantáramos y bailáramos el siguiente tema que abordó, el único sencillo lanzado hasta la fecha de Sonora. Sí es cierto que esta vez se notó que había conocimiento y la gente se mostró muy animada. No sé si fue por esa sonoridad más grave de la guitarra, pero en este tramo me pareció que la voz quedaba bastante tapada por los instrumentos y me costó un poco sentirlo en plenitud. Por suerte el tema es potente y directo, disfrutable ni que sea por su intensidad rítmica.
Continuamos repasando Sonora con “Voodoo Wheels”, un alocado y animado R&B que seguro permanecerá fijo en futuros repertorios, pues es muy resultona y de fácil interactuación con el público. Susan recuperó su guitarra verdeazulada del inicio para abordar un tema más de No U Turn llamado “Blind Woman”, un pequeño bajón en intensidad que no en gancho necesario para encarar la recta final del espectáculo, que se avecinaba grande. Bajarse del escenario para tocar “Skin & Bones” de su homónimo disco fue de los puntazos mayores de la noche. El tema se inició en el escenario de forma eléctrica, pero fue llegar al solo que se desató la locura, bajando tanto Susan y David al suelo para continuar con la interpretación rodeados de su público, mientras Juli percutía con las baquetas a pelo sobre la plancha metálica de la plataforma adherida al escenario. Fue un momento de improvisación a la guitarra (y me atrevería a decir que del bajo) muy emotivo que gozamos los allí presentes y que acabó con Juli retomando el control de su batería y el resto de la banda sobre el escenario para dar cuenta final del mismo por todo lo alto.
Acto seguido, David aprovechó ese momento de subidón total para pedirnos que le cantáramos (de nuevo) el cumpleaños feliz a Susan y le sacó un mini pastel para soplar una única vela, tras lo cual vino un bis que se hizo de rogar. Pequeños problemas técnicos causados por el baja/sube del escenario habían dejado tocado el sonido de la guitarra, pero Susan aplicó toda su sabiduría para localizar el problema y solventarlo. Gajes del directo. Pero la espera valió la pena y nos regalaron ya el último tema de Sonora, el mismo que cierra el disco y que fue toda una gozada escuchar en directo. Fender de nuevo en mano, Susan nos explicó que este tema habla sobre una estafadora de casinos y a modo de anécdota nos contó que en una entrevista le habían llegado a preguntar si era un tema autobiográfico, cosa que arrancó la consiguiente carcajada unánime. ¡El humor que no nos falte! “Let It Ride” es contundente al más puro estilo Hendrix que le hayamos escuchado nunca a Susan, y lo cierto es que ese aire vacilón le queda que ni pintado para trasmitir la vileza de las fechorías de la protagonista del tema. Y si algo tiene de especial “Let It Ride” es un final apoteósico en el que la psicodelia se apodera del espíritu tema, dejando a la instrumentación desbocarse por unos minutos, abriendo la puerta a la experimentación y a sonoridades fuera de lo común, transportándonos a eras pretéritas como las de Woodstock sin ir más lejos. Ya nos dijo Susan en la entrevista que le hicimos que Sonora pretende explorar nuevas sonoridades, y un buen ejemplo de ello es este final tan distinto que abraza registros inusuales. Bienvenidos sean estos atrevimientos que nos permiten crecer.
Si en sus inicios la brújula de Susan marcaba claramente hacia la dirección del blues, tras hora y media de recital me quedo con la idea de que su aguja se ha vuelto juguetona y no se conforma con apuntar tan solo en un único sentido. Hay sed por descubrir todos los rincones del desierto, y eso, hoy en día, dice mucho en favor de nuestra artista.
Setlist:
Snakebite
Have Mercy
Dusty Road
Fever
What I Want 5
Call Me Tonight
So Long
In Trouble
Rattlesnake
Hot Rod Lady
Voodoo Wheels
Blind Woman
Skin & Bones
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Let It Ride
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!