Barcelona acogía un triple cartel de bandas de post-hardcore llegadas de diversos puntos del mundo con estilos similares que gustaron a todos los asistentes por igual. El evento tuvo lugar en la sala La Nau, que volvió a activarse hace un tiempo después de cambiar de dueños y de realizar unas cuantas reformas.
Los primeros en actuar fueron Dream State, banda inglesa formada por «CJ» Gilpin a la voz que nos regaló saltos y bailes sobre el escenario, Aled Evans y Rhys Wilcox a las guitarras, Jamie Lee a la batería y con una gran parte de añadidos digitales en sus canciones, que en mi opinión desvirtuaron su directo ya que sonaban más fuertes que las propias guitarras. Esto se repitió en las otras dos bandas y supongo que es la única manera de llevar al directo todo lo que menean en disco.
Soy más fan de las bandas que llevan al directo lo mismo que llevan en el estudio y defienden sus temas ellos solos, pero supongo que las bandas más nuevas apuestan por este tipo de formato. Lo que no estaba grabado era la entrega de Dream State y sus fans, que eran muchos. La banda presentó canciones de su disco de debut Primrose Path (2019), con una propuesta de botes y gritos, acompañados de mucha intensidad pero sonando todo demasiado sintético, sin ningún aire a directo real.
A los fans de estos estilos les parecía gustar, así que perfecto para ellos y la banda, por que lograron una muy buena respuesta por parte de los asistentes.
Tras los ingleses, salieron Novelist, grupo proveniente de Francia con una propuesta similar y formado por Matteo Gelsomino a la voz (que no paró quieto sobre el escenario), Florestan Durand y Charles-Henri Teule a las guitarras y a la base rítmica a Nicolas Delestrade y Amael Durand. Desde el primer momento que entré en el peculiar foso de La Nau, vi que las primeras filas sabían a que venían, que conocían a la banda y les tenían muchas ganas.
Sonando más duros que Dream State, fueron avanzando algunos temas de su próximo disco que saldrá en 2020 y recuperando otros de sus anteriores Souvenirs (2015) y Noir (2017). Buscaron en todo momento que el público se lo pasara bien pidiendo que sacaran sus movibles y encendieran las linternas en una de las canciones e hicieron un wall of death y hasta su cantante Matteo bajó a cantar entre el respetable.
Being As an Ocean eran los cabezas de cartel de la noche y Joel Quartuccio se puso manos a la obra desde el primer tema cantando de manera potente y directa, buscando las primeras filas, bajando al foso a cantar con ellos acompañado de Tyler Ross y Michael McGough a las guitarras y en la parte del fondo del escenario a Ralph Sica al bajo y Garrett Harney a la batería. Los americanos venían a presentar Proxy: An A.N.I.M.O. Story (2019), y descargaron su post-harcore con toda la intensidad possible.
Arrancaron al igual que su última entrega desgranando el disco y recuperando canciones de sus anteriores trabajos Dear G-d (2012), How We Both Wondrously Perish (2014), Waiting for Morning to Come (2017), todo con las bases y tomas pre-grabadas, haciendo que las canciones sonaran tal como lo hacen en sus trabajos, pero también se entregaron en directo, haciendo las partes que les correspondían a la perfección y adoptando una actitud intensa a lo largo de todo el set.
Una buena noche de propuestas para mi desconocidas pero que atrajeron a una buena cantidad de público a La Nau para ver en directo a Being As an Ocean, Novelist y Dream State.
Setlist Being As an Ocean:
Intro (The Envoy)
Play Pretend
Alone
Find Our Way
Brave
Know My Name
OK
Dissolve
Skin
Black & Blue
Glow
Thorns
L’exquisite Douleur
Interlude (Circuit Bender)
B.O.Y.
This Loneliness Won’t Be the Death of Me
The Hardest Part Is Forgetting Those You Swore You Would Never Forget
A.N.I.M.O.
Adicto a los vinilos y a los directos. Fotografo allì donde no haya sol y suene buena musica, con ya mas de 25 años pisando salas de concierto, ha visto de todo en todas las salas. Coleccionista de lp’s y 7″ que acaban sonando en sus sesiones como dj