Se está convirtiendo en una tradición muy bonita lo de las tardes primaverales de punk en el Poble Espanyol de Barcelona, y este año no se podía faltar a la ocasión con motivo de la despedida de uno de los estandartes del género. Y es que NOFX, bastiones del D.I.Y., iban a dar su penúltimo concierto en Barcelona el pasado sábado, empezando una gira que abarcará nada menos que 40 ciudades, con 40 canciones en cada fecha, y tras unos 40 años de punk-rock a sus espaldas, casi nada. Y todo esto con unos acompañantes de lujo, diferentes en cada una de sus tres fechas en nuestra ciudad, y que para la fecha que nos ocupa iban a ser nada menos que Blowfuse, Get Dead, Comeback Kid y Lagwagon, siendo estos dos últimos repetidores de la noche anterior. No quiero continuar sin hacer especial mención a HFMN Crew por hacer que este tipo de conciertos sigan siendo posibles en Barcelona año tras año, y ojalá que así sigan.
Blowfuse
Los encargados de abrir la velada eran nuestros amados y venerados Blowfuse, una de las bandas fetiche en la redacción de Science of Noise, que a día de hoy sigue siendo afortunada de ocupar la portada de la web, con uno de los espectaculares saltos mortales de su frontman Òscar Puig. Los catalanes hace tiempo que dejaron de ser una banda promesa y se han situado como uno de los referentes del punk-rock a nivel estatal en los últimos años por derecho propio.
El concierto empezó bastante puntual, a eso de las 19:00, cuando el recinto del Poble Espanyol seguía estando aún bastante vacío, por lo que no hubo muchos problemas de colas para entrar y pude ver empezar el bolo desde cero. La banda, como siempre, enchufadísima desde el primer minuto, alentando al escaso pero activo público que había acudido a la cita, empezó por todo lo alto con “Behind the Wall”, al igual que lo hace su segundo álbum Couch (2014). Y pocas novedades; intensidad, energía, y pura locura en el escenario, con infinidad de saltos, posturas, patadas, y demás acrobacias por parte de Òscar, Sergi y Henry. Ricard también muy activo tras los parches, aunque tuvo algún problemilla con uno de los platos, que le tuvieron que cambiar sobre la marcha mientras él los reventaba, porque el espectáculo tenía que continuar.
Tras el buen inicio, la cosa continuaba fuerte con “Bad Thoughs” y “Ripping Out”, otros fijos en sus repertorios en directo, y con este último se formó el primer mosh pit, el cual ya no pararía hasta el final de su concierto. Tocaba sacar ek material con “State of Denial” y “Move On”, del cual hace no mucho se grabó un videoclip en directo, en el que por supuesto también estuvo Science of Noise.
La fiesta continuaba con “Angry John”, en la que se notó que el público quería fiesta y hits conocidos para poder cantar y bailar como la ocasión requería, dando muy buena acogida a este ya clásico de la banda. Y para terminar la fiesta, pura adrenalina con “Outta My Head” y “Radioland”, con más acrobacias por parte de la línea del frente, con las que demuestran que estos tíos no están sólo en un gran estado de forma a nivel musical, si no también físicamente hablando. Puntualizar que en “Radioland”, que además es una de mis favoritas junto con “House of Laughter”, la gente se acercó al escenario pidiendo a Òscar uno de sus ya clásicos saltos al público, pero esta vez no hubo suerte. De hecho, el año pasado sí que hubo salto, pero tampoco fue Òscar, sino un chaval del público empujado por él. Habrá que esperar a la próxima ocasión, pero con o sin salto, Blowfuse demuestran una vez más de qué están hechos y que van a seguir dando que hablar por muchos años. Estaremos atentos para escuchar el nuevo material que están preparando.
Setlist Blowfuse:
Behind the Wall
Bad Thoughts
Ripping Out
State of Denial
Move On
Outta My Head
Radioland
Get Dead
Poco conocía de esta banda de San Francisco, más que habían sido descubiertos por Fat Mike hará cosa de una década y se habían convertido en una de sus bandas fetiche, siendo incluida en su sello Fat Wreck Chords. La verdad es que no tuve mucho tiempo para investigar ya que fui el suplente de última hora para cubrir este bolo, pero me sorprendió gratamente su mezcla de ska y punk con elementos de ragga, y vocales propias de un grupo de hardcore. ¿Podríamos clasificarlo como hardcore-ska? ¿Ragga-hardcore? Llámalo como quieras, pero el resultado final es algo más que interesante.
Desde la intro se metieron a la gente en el bolsillo, en un Poble Espanyol que se había ido llenando poco a poco, y en el que había mucha gente que se sabía las canciones de los americanos. También es verdad que había mucha gente de fuera, pero fue algo agradable de ver. Respecto a los que nos estrenábamos con Get Dead, decir que la acogida general fue bastante buena, al menos centrándome en la gente que tenía alrededor. Temas como “Glitch”, “Fire Sale” o “Pepperspray” no faltaron en el set.
Hacia la mitad del bolo hacía aparición especial (o eso creo porque estaba un poco lejos del escenario) Ceschi Ramos, quien también es compañero de banda del cantante Sam King en Codefendants, y ya había estado en ese escenario el día anterior en el que creo que sorprendieron a más de uno. Parecía que se había quedado con ganas de más y tras presentarse al público de Barcelona en español, acompañó a su banda hermana en “Abscessed”, haciendo gala de sus habilidades vocales.
Una pena no haber tenido más tiempo de conectar con esta banda, ya que me hubiera gustado disfrutar el concierto conociendo un poco más, pero el primer contacto fue más que sorprendente y les seguiré de cerca a partir de ahora.
Comeback Kid
Después de un muy buen calentamiento de la mano de Blowfuse y Get Dead, venía el primero de los platos fuertes del evento, con una banda que ya había estado reventando el mismo escenario el día anterior, Comeback Kid. Los canadienses se han posicionado como una de las bandas de referencia en el mundo del hardcore, tras veinte años de carrera y trabajos tan buenos a sus espaldas como Symptoms + Cures (2011) o su último y potente Heavy Steps (2022). Y tras ver por fin su potente directo, no hace falta buscar mucha explicación.
Verdad es que mirando al resto de bandas acompañantes de este final tour de NOFX, puede que esta desentonara un poco respecto al resto en cuanto a estilo, dentro del punk sí, pero con matices más cercanos al crossover thrash o incluso al groove. No sé si la decisión fue premeditada o fue una casualidad, pero el caso es que a mí me pareció perfecto traer a una banda de este calibre a este evento, a la que no había podido ver en directo hasta ahora. Y bueno, ahora tengo claro que no voy a volver a perderme una oportunidad para verlos de nuevo.
Liderados por un monstruoso Andrew Neufeld, los de Winnipeg se marcaron un bolazo digno de admirar. No importó ser uno de los teloneros, tener un setlist muy limitado, o que se tratara de un show al aire libre, de día y en un recinto que aún no terminaba de llenarse del todo. Ellos fueron a lo suyo, sin historias, convenciendo por igual a sus fieles como a los que no tenían la suerte de haberlos conocido previamente. Desde su potente inicio con su flamante último hit “Heavy Steps”, aquello fue un derroche de energía y buen hacer por parte de los cinco integrantes. En el segundo corte “G.M. Vincent and I”, Andrew ya había bajado al foso a cantar con sus seguidores más acérrimos, tema en el que como guinda en directo añaden un final calcado al de “Welcome to the Jungle” de Guns N’ Roses, pero en versión hardcoreta, que queda súper guapo.
Hasta aquí todo había sido una auténtica locura y la cosa acababa de empezar. Sí es verdad que al principio el sonido no fue el mejor posible y sobre todo los coros, tan importantes en esta banda, se oían un poco bajos, pero esto se fue corrigiendo y de aquí en adelante el sonido mejoró y mucho. No sólo respecto a las primeras canciones, sino por lo visto también respecto al día anterior, en el que mucha gente que había estado coincidía en que había sido un poco malo, sobre todo en los agudos de las guitarras. Quizás con otras bandas del día esto se notaba menos, pero con todos los matices y texturas que mete Comeback Kid, me alegro de haber estado allí el día bueno.
De aquí en adelante, pues temazo tras temazo, entre los que pudieron escucharse joyas como “Absolute”, “False Idols Fall” o “Should Know Better”, en la cual Andrew interactuó mucho con el público para que este le acompañara en los coros finales. Y para finalizar, la infalible “Wake the Dead” en la que si Andrew no rompió el suelo del escenario con sus saltos fue de puro milagro. Es increíble la energía que derrochan estos canadienses en cada bolo que se marcan, y de agradecer que se hayan marcado semejantes actuaciones dos días seguidos. Demuestran una vez más que son el pasado, presente y futuro del hardcore. Y no sólo eso, sino que posiblemente hayan allanado el camino a nuevas bandas que van a comerse el panorama en los próximos años como pueden ser Knocked Loose, o una banda que se ha convertido en una de mis favoritas en los últimos tiempos, como Turnstile. Puede que últimamente el sonido de estos últimos se haya alejado un poco del hardcore más puro, pero después de ver este directo, no cabe duda de que su líder, Brendan Yates, ha tenido una de sus inspiraciones en Andrew Neufeld, al menos en la manera de desenvolverse en el escenario. Poco más que decir de estos monstruos del hardcore, que gracias y hasta pronto.
Setlist Comeback Kid:
Heavy Steps
G.M. Vincent and I
Absolute
False Idols Fall
Should Know Better
Wake the Dead
Lagwagon
Ya sólo quedaba el último paso antes de llegar al esperado final del evento, y se palpaba en el ambiente la expectación que había por ver a otra de las leyendas del punk-rock californiano como es Lagwagon. El Poble Espanyol ya estaba prácticamente lleno hasta la bandera y aun así no paraba de entrar gente. Yo personalmente, nunca fui un súper fanático de esta banda, np por nada, sino porque cuando empecé a interesarme por el punk, aún no había internet y a mis manos llegaba lo que llegaba, y por desgracia, Lagwagon nunca fue e esas cosas que llegaron a mis manos de casualidad. Sí lo hicieron otros como Pennywise, Rancid, o por supuesto NOFX, pero a los de Joey Cape los conocí ya más de adulto. Esto no supone que me gusten menos, ni nada, simplemente que igual el factor nostálgico que se respiró en el Poble Espanyol en los próximos treinta minutos, igual no tuvo tanto poder sobre mí.
Sí lo tuvo para los 5.000 asistentes restantes a la cita, que dese el primer minuto, en el que salió Joey solo a cantar la intro de “Alien 8” con una guitarra, no pararon de cantar y corear las escasas canciones que conformarían el bolo de los americanos. Tras la breve intro, Joey le cedió la guitarra a su dueño y continuaron con el tema de forma estándar. Velocidad, energía, buen rollito, y 5.000 personas coreando aquello de “I don’t care anymore!”. Tengo que decir que desde la primera canción, el sonido había sido lo mejor hasta el momento, y así continuó hasta el final del show. Había mucha más nitidez en las guitarras y la batería se escuchaba increíblemente fina, lo cual a mí me encanta. Aunque tristemente, hay que decir que el pobre Joey cada vez tiene menos voz, y se le nota que sufre un poco por momentos en el escenario, aunque eso no le quita de dejarse todo lo que le queda sobre él, lo cual es para aplaudirle. Y así lo hicimos en cada uno de los clásicos que vinieron después, como “Making Friends” o la celebérrima “Violins”, en la que se marcaron una de sus performance en directo montando una especia de pirámide, con el gigante Chris Flippin detrás, cuya guitarra parece un juguete en sus manos.
Todavía bajo el efecto de la nostalgia que invadía el recinto, el público seguía cantando como si no hubiera mañana temas tan míticos como “Island of Shame”, una de las menos divertidas de su repertorio, “Falling Appart” y la sorprendentemente infalible versión punk de “Brown Eyed Girl”, coreada con más entusiasmo si cabe por los asistentes. Aunque esto pueda ser porque es la única que se puede cantar sin conocer la letra, al menos el estribillo. Fuera como fuere, si faltaba alguien por conectarse al concierto, ya lo estaba, no hacía falta más.
Invadidos por el buen rollito, faltaban para terminar “Razor Burn” y como no, la guinda final con “May 16”. Fue inevitable escuchar un murmullo común de decepción cuando dijeron que la siguiente era “May 16”, porque todo el mundo sabía que eso significaba decir adiós a una banda, a la que no sabemos cuándo volveremos a ver. Alguno que otro de los que me rodeaban incluso se mostró especialmente molesto, no sólo por la corta duración del show, que fue de unos escasos treinta minutos, sino por la poca variedad de canciones respecto al día anterior, que fueron prácticamente las mismas. Yo igual no tuve esa sensación por lo que comenté al principio, igual la nostalgia no me afecta igual al no haber escuchado Lagwagon siendo un adolescente con un skate bajo el brazo. A mi parecer el bolo fue súper correcto, con un muy buen sonido, un setlist corto pero infalible, y una banda muy bien engrasada que toca muy bien en directo. El único “pero” que puede poner es la voz de Joey, que no sé cuánto más podrá aguantar, pero es probable que la corta duración del bolo tenga algo que ver con esto. Quitando eso, muy contento de poder volver a ver a estas leyendas del punk-rock sobre nuestros escenarios y ver que siguen siendo capaces de dar un buen show. Espero que este no haya sido nuestro último encuentro.
Setlist Lagwagon:
Alien 8
Making Friends
Violins
Island of Shame
Falling Apart
Brown Eyed Girl
Razor Burn
May 16
NOFX
Y ahora sí, después de unos muy buenos conciertos predecesores, varias cervezas, y una alerta de lluvia que nunca llegó, había llegado el momento, por eso estábamos ahí. Empezaba nuestra particular despedida con una de las bandas que difícilmente no ha sido parte de la banda sonora de juventud para todos los que estamos de alguna manera metidos en esto del punk-rock. Tocaba dar nuestro último adiós a Fat Mike, Smelly, Melvin y El Hefe, los genuinos e irrepetibles NOFX. Podía palparse la expectación y las ganas de un Poble Espanyol a reventar cuando empezaba, como de costumbre, a sonar “Time Warp” mientras Fat y compañía salían a hacer monerías al escenario, al más puro estilo NOFX. Una vez con los instrumentos colgados y tras un breve speech con el público, en el que hubo incluso algún golpe bajo a alguno de los asistentes, todo estaba listo para empezar.
Los discos elegidos para la velada eran en esta ocasión el magnífico y melódico Wolves in Wolves’ Clothing (2004), y el aclamado Punk in Drublic (1994), para muchos la gran obra maestra de los americanos, a pesar de que Fat no parecía pensar lo mismo. Esto lo digo porque cuestionó varias veces durante el concierto en tono burlón si realmente Punk In Drublic es tan bueno. En fin, dicho esto, el concierto no podía empezar de otra manera que con “60%”, al igual que lo hace el primero de los álbumes comentados. Para mí personalmente este es uno de los mejores temas de su discografía. Igual no tanto a nivel musical, ya que es un tema súper básico (incluso para NOFX), pero creo que es uno de los que mejor describe lo que es NOFX, lo que ha sido, y lo que será cuando ya no estén, que parece ser que eso será muy pronto. No sé cuántas veces me lo habré escuchado en estas últimas semanas, totalmente enganchado sin saber muy bien por qué a su mierda pura y sin cortar, por citar una de las múltiples metáforas que esta canción incluye.
Una de las dudas que tenía antes de esta noche, era si tocarían los discos de corrido, pero fue despejada muy rápidamente cuando el segundo corte del show fue el enérgico y divertido “Seeing Double at the Tripple Rock”, con el que la locura ya fue total, y el Poble Espanyol ya se había empezado a convertir en un mosh pit único, en el que las cervezas no paraban de volar. A propósito de esto último, me pasé todo el concierto arrepintiéndome de haber llevado un chubasquero, dado que la lluvia no hizo aparición en todo el día, pero a juzgar por el estado de mi chubasquero a la mañana siguiente, creo que fue la mejor idea que pude tener, lloviera o no. Siguiendo con el show, la cosa seguía en el Wolves in Wolve’s Clothing ahora con “The Man I Killed” y “Benny Got Blowed Up”, que dieron paso al primer tema de Punk in Drublic, “Perfect Government”, el cual se cantó con más pasión por parte del público si cabe que los sonados hasta el momento.
Siguiendo en Punk in Drublic, era el turno de “The Quass”, un tema prácticamente instrumental perfecto para preceder a “Dying Degree”, al igual que en el álbum, y en cuyo estribillo creo que empecé a quedarme afónico. He de decir que, aunque NOFX no sea una banda que se caracterice por su buen sonido y buenas actuaciones, hasta ahora estaban sonando sorprendentemente bien todos los instrumentos, e incluso los coros de Melvin y El Hefe, muy limpios y bien ejecutados. Creo que es bien sabido por todos que El Hefe es el cerebro musical de NOFX, pero a pesar de sus tonterías varias, Melvin y Fat no hacen nada mal su “trabajo”, aunque para ellos no sea un trabajo, ni un hobby, ni un hábito, sino tristemente es su vida.
Sin fallo alguno, los temas de Punk in Drublic entraban en el Poble Espanyol como un cuchillo caliente en mantequilla, y siguiendo la misma tónica, de una tirada continuaron con otros dos clásicos como “Leave It Alone” y “The Cause”. Esta gente tiene un repertorio tan amplio que incluso sin repetir canciones en tres fechas seguidas, te pueden llenar los tres bolos con auténticos temas inmortales, para deleite infinito de los afortunados que allí nos encontrábamos. Y aquí llegó uno de los primeros troleos de la noche, cuando tras un speech de Fat Mike, empezaron a tocar “The Decline”, ante la mirada incrédula del público, que en su mayoría sabía que ese disco/canción era para el día siguiente. Fue todo un espejismo ya que a los diez segundos pararon de tocar, generando que hubiera incluso algún ofendido en la pista. “Quien quiera ‘The Decline’, que venga mañana, que aún hay entradas”, debieron pensar. Vaya putos genios del marketing.
Después de esta vacilada épica, tocaba volver a saltar al otro disco protagonista, y sonaron seguidas “We March to the Beat of Indifferent Drum”, “USA-Holes”, para dar paso a “Ronnie & Maggs”, primer tema ajeno a los dos discos de la noche. En este momento aprovecharon para salirse un poco del guion y siguieron con varios hits ajenos como “Together on the Sand”, “The Moron Brothers”, que fue una de las más coreadas de la noche, o “Juice Head”. No recuerdo si fue justo en este momento, pero tocaba hacer un receso antes de continuar con el show. Dicho esto, he de comentar que a pesar de que hubo alguna mala cara por la cortada de rollo, yo soy muy fan de hacer un descanso a medio concierto. Sobre todo, si van a tocar 40 canciones y no te quieres perder ninguna, pero a la vez quieres hacer alguna visita a la barra o al baño siendo un asistente. O si quieres reunirte con tus amigos el ruso, el irlandés, el alemán y el colombiano, si eres Fat Mike. Sea para lo que sea, muy bienvenido ese pequeño descanso, pero aún faltaba mucha noche.
Es increíble como después de 17 canciones tocadas, y eliminando los hits que ya habían tocado la noche anterior y no iban a repetirse, (para mi desgracia ya habían tocado el viernes perlas como “Sticking in My Eye” o “The Separation of Church and Skate”), aún quedaban un buen montón de hitazos por salir. El único nervio estaba en pensar si iban a tocarlos el sábado o el domingo. Pero por suerte, era el día de Punk in Drublic, así que poco después vino toda la ristra de clásicos; “Linoleum”, la increíble “Lori Meyers”, “The Brews”, la chorra “My Heart is Yearning”, interpretada por El Hefe y cuya línea de bajo me flipa, o “Don’t Call Me White”, eran sólo algunos de los infinitos hits que faltaban por salir aquella noche del escenario de la Plaça Major del Poble Espanyol. Y así lo hicieron, aunque no seguidos, pero si cito todas las canciones no termino nunca de escribir este artículo.
Entre todos estos hits de Punk in Drublic todavía hubo tiempo para soltar otras joyas como “Leaving Jesusland”, cuyo sonido no puede recordar más a Bad Religion de principio a fin. Por mucho que Fat se atreva a burlarse de vez en cuando, es bien conocida la admiración del cantante por la banda de Greg Graffin, hasta el punto de que la tiene tatuada en su brazo. Otro de los momentos álgidos lo dejaron con la garagera “Getting High on the Down Low”, con un toque muy The Kinks. Y bueno, podría seguir nombrando temas y temas, pero no acabaríamos nunca. Sí tengo que hacer mención especial al elegido para cerrar el show, “Reeko”. Un tema con una mitad de corte reggae perfecta para bajar pulsaciones después de una mágica velada de punk-rock, de la mano de unos de sus más grandes representantes. Sólo puedo poner una pega, y es que no acabaran con “60% (Reprise)”. Me hubiera parecido brutal que abrieran y cerraran el concierto con el mismo tema, al igual que lo hacen en Wolves in Wolve’s Clothing. Habría sido épico. Pero no había tiempo para más, esto había sido todo por esta noche, y para los cobardes que no nos animamos a ir el domingo, para siempre. Llegados a este punto, era el momento del show final de Fat Mike haciendo el payaso en el escenario para quien tuviera cuerda para más, aunque debemos recordar que no es nuestro payaso, sino nuestro dealer. HASTA SIEMPRE.
Setlist NOFX:
60%
Seeing Double at the Triple Rock
The Man I Killed
Benny Got Blowed Up
Perfect Government
The Quass
Dying Degree
Leave It Alone
The Cause
The Decline (Intro)
We March to the Beat of Indifferent Drum
USA‐Holes
Ronnie & Mags
Together on the Sand
The Moron Brothers
Fuck the Kids
Juice Head
Linoleum
Leaving Jesusland
Fleas
Lori Meyers
Jeff Wears Birkenstocks
Cokie the Clown
Scavenger Type
Getting High on the Down Low
The Marxist Brothers
Wolves in Wolves’ Clothing
Instant Crassic
The Brews
My Heart Is Yearning
100 Times Fuckeder
Whoops, I OD’d
Doornails
Don’t Call Me White
Reeko
Como rockero nacido en Canarias y en los 90 (¡El Nu Metal mola!), me pasé la infancia luchando en todos los recreos para poner mis discos; “…And Justice For All” siempre era uno de ellos.
En esto del rock desde que escuché por casualidad Deep Purple, a lo que siguió Led Zeppelin y ya no hubo vuelta atrás. Pasión por la música desde niño, prácticamente todos los estilos que derivan del rock, aunque un poco hater con el Glam. Guitarrista amateur, batería frustrado, y con ganas de adentrarme en este mundo como algo más que un hobby.