Northwind – History

Cuando me mandaron este disco para hacer reseña enseguida me vinieron a la mente los astures power metaleros patrios, pero no, se trata de una banda mítica griega de heavy metal clásico que personalmente desconocía y que fue pionera en 1982 lanzando un primer disco en onda NWOBHM. Los griegos tienen un gusto muy particular por el metal clásico y trve, y estos señores no podían ser excepción de ello. Hacía tanto tiempo que no me metía de lleno en un disco de puro y duro metal clásico que reconozco que me ha entrado de maravilla, y sólo le veo virtudes a este estilo retro. Es un placer hacerles un poco de altavoz y reivindicar a los pioneros helénicos pues History quizá no haga historia, pero puede que les sirva para que a día de hoy vuelvan a pisar suelo europeo gracias a un material épico y metálico de primera, basado en gran parte en sus mitos autóctonos, que son la cuna de nuestra civilización. Mantienen la misma formación con Panos Jx-F como única novedad a los teclados.

Abren de forma muy solvente y algo diferente a todo lo que viene luego con “The Wooden Walls”. Teclado atmosférico (retro) e inquietante para un tema ampuloso con todo el encanto añejo. Se muestran machacones y algo ceporros, pero con todo el encanto. De hecho, han grabado el disco en el mismo estudio en el que grabaron su primer Northcomin’. La afilada garganta de Thodros Doulamis es su gran característica. Alcanzan el nivel más alto con la pegadiza y efectista “King Alexander the Third”, con reminiscencias muy épicas y algo de Thin Lizzy, cruzado con los Manowar de sus primeros tiempos. Enorme himno de directo y constatación de que 33 años después tienes mucho que ofrecer. Muchos coros en otro ejercicio de medio tiempo epicista bajo el título de “Soldier’s Pay”, siendo también de lo más conseguido en la obra.

Las seis cuerdas de Kostas abren “My Dying Day” y empiezan a rememorar los mitos griegos con excelentes maneras. Aires setenteros y mucho groove sin intentos de experimentación más allá del 86. Aquí la sombra de Jimi Hendrix les cobija a pesar de seguir sonando metálicos gracias a una producción opaca, muy de época. “First Shot” baja un poco un listón que vuelve a ser elevado en “Marathon March”, siendo otro de los puntales de la obra. Heavy metal auténtico e hímnico, que, al fin y al cabo, es lo que uno espera. Juego de coros y teclados con un bonito riff a trote caballuno con el presente y marcado bajo de Theodoros. Uno de los cortes más rápidos es “Pyrrhos the Eagle” de ascendencia Judas Priest y de muy buenas maneras. El tramo final del disco peca un poco de repetición de esquemas con “Aristodemus the Hero” si bien hay también un par de giros de guión. Por un lado, la inquietante y extensa balada con ese bonito interludio a teclado y por otro un rock n’ roll muy propio de AC/DC para cerrar el compacto en “The Dog”. De verdad que sorprenden, y para bien.

Te dicen que este disco es una joya de los 80 perdida en el tiempo y oculta para el gran público y de verdad que te lo crees. Northwind se ganan de pleno derecho el poder entrar en todos los circuitos mundiales de festivales dedicados al heavy metal auténtico con una obra a la altura de su legado. Quizá no tengan tanto nombre como las muchas bandas inglesas aparecidas en esos tiempos y que siguen a día de hoy, pero os aseguro que actualmente se pueden cepillar a la mayoría. Se han ganado sonar para festivales como Espectros o Metal Cova con todo merecimiento. Esperemos estar ante un nuevo amanecer.

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.