La previa de Science of Noise: ANGRA

Datos del Concierto

Bandas:
Angra + Operation: Mindcrime + Halcyon Way + Avelion
 
Fecha: 27 de marzo de 2018
Lugar: Sala Razzmatazz 2 (Barcelona)
Promotora: Madness Live! / Vain Productions

Precio anticipada: 25 €
Precio taquilla: 30 €
Venta de entradas:
http://www.madnesslive.es/2017/09/angra-geoff-tates-operation-mindcrime-halcyon-way-avelion-valencia/

Horarios:
18.00 - Apertura de puertas
18.15 - Avelion
19:10 - Halcyon Way
20.05 - Operation: Mindcrime
21:25 - Angra

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Angra es uno de esos grupos que no han tenido la repercusión que su calidad merece. A caballo entre el power y el progresivo (una especie de powerprog, podríamos decir), el estilo de Angra siempre se ha caracterizado por la melodía. Técnicamente superdotados, y a diferencia de otras bandas, lo que prima es la canción, la música en sí.

Aunque en 1992 lanzan la demo Reaching Horizons, no es hasta el año siguiente, con su primer álbum Angels Cry en el mercado, el que podemos dar como el año oficial de nacimiento del grupo brasileño. La formación estaba compuesta por un superdotado de los agudos a la voz como es André Matos, un dueto de guitarras deslumbrantes como Kiko Loureiro y Rafael Bittencourt, un bajista asombroso, Luis Mariutti, y Ricardo Confessori a la batería (aunque el álbum lo grabó el alemán Alex Holwarz). Para mí, Angels Cry es el mejor disco debut de todos los que he escuchado, una maravilla. Canciones «Carry On», «Angels Cry»  o la versión «Wuthering Heights» son toda una declaración de intenciones. Mucha velocidad, aún más melodía y mucha sinfonía. Según uno de los líderes de la banda, Bittencourt, querían reformular un estilo con idéntico nombre al de la banda y que mezclase a la perfección el heavy metal con la música clásica. Quedémonos con esto, será interesante en el futuro.

Su segundo trabajo no hizo más que corroborar las increíbles sensaciones que había dejado su opera prima. «Holy Land» (1996)es un álbum conceptual sobre el “descubrimiento” de Brasil, hacia el año 1500. Musicalmente es una delicia. Quizá con algún toque más progresivo que su antecesor, y en ciertos pasajes algún toque “étnico”, es un álbum de obligada escucha. No me atrevo a decir si es mejor que su antecesor, pero desde luego peor no es. Temazos como «Nothing to Say» o «Z.I.T.O.»  ponen la rapidez, otros como «Make Believe» o la homónima al disco echan un poco el freno, y otras como «Carolina IV» ponen de manifiesto ese toque más complejos, más progresivo. Desde luego un grande entre los grandes con demasiada poca repercusión.

Su tercer trabajo, Fireworks (1998), bajó un poco en cuanto a calidad (entre otras cosas por la producción), aunque sigue teniendo temas tremendamente buenos como «Wings Of Reality», «Lisbon» o «Metal Icarus». Pero marcó un antes y un después. Cantante, bajo y batería abandonan la formación y dejan solos a la pareja de guitarras. Muchos, entre los que me pongo en primera fila, dudamos de la supervivencia de la banda, pues el carisma, la influencia y el toque de André Matos era más que notorio. Qué a gusto puedo decir que estaba muy equivocado.

Si la primera formación de Angra era buena, la segunda fue aún mejor. Para mi gusto ganaron en todos los cambios. Aquiles Priester me parece mucho mejor batería que Confessori (no en vano es mi batería preferido), Felipe Andreoli, muy joven en aquellos entonces¸ supera a Mariutti (y esto no era nada fácil de conseguir), pero es que la bomba vino a la voz. Edu Falaschi me fascinó desde la primera vez que escuché el inmejorablemente titulado Rebirth (2001). Su dominio de la voz es tremendo, añadiendo un registro mucho más amplio que Matos a Angra. Inmenso disco el que se sacaron, quizá mi preferido del grupo. Y su directo era aún mejor. Pocas veces he sentido tanto un tema en directo como cuando escuché «Rebirth», el tema, en directo. Apoteósico es poco.

La cosa pintaba bien, y los bueno augurios se cumplieron con Temple Of Shadows (2004). Quizá con un toque más progresivo que sus discos anteriores (cosa que no me gusta demasiado), este álbum tiene lo mejor de todo que haya escuchado, y me explico. En pocos discos, de cualquier banda, he escuchado contar tan bien y en tantos registros como a Falaschi en este trabajo. La labor de Priester es abrumadora. Y las guitarras y el bajo le van muy de cerca. Disco para estudiarlo muy bien. Como Holy Land, se trata de un disco conceptual, en el que nos explican la vida de un templario. Hay temas para todos los gustos, desde lo más power como «Spread your Fire» a temas más calmados como «Wishing Well» o una de mis preferidas del álbum, «No Pain For The Dead».

En 2006 la cosa empieza a bajar. Aurora Consurgens no me acabó de convencer del todo. Demasiado oscuro para ser Angra, demasiado… no lo sé. Diría progresivo, pero no es el término adecuado. A día de hoy no recuerdo más un tema o dos del disco. Eso sí, la formación estaba muy consolidada… o eso parecía, pues en 2009 mi admirado Aquiles Priester deja la banda y vuelve Confessori. Con este line up lanzan Aqua (2010), un intento de recuperar las viejas esencias (muy claro, por ejemplo, en el tema «Arising Thunder», pero sin conseguirlo del todo). Angra, para mi gusto, empezaba a ir cuesta abajo. Como debió ser la cosa para que Falaschi, en 2012, dejase la banda alegando problemas de salud que afectaban gravemente a su voz y para concentrarse en Almah, su propio proyecto en el que no estaba tan exigido. Una verdadera lástima.

Y ya está, punto y final. Para volver a los escenarios le pidieron a Fabio Lione que se uniera a ellos, y… bueno, digamos que para gustos los colores. Y en este caso el mío es muy muy negro. Lione pasa de ser un invitado para la gira al cantante oficial del grupo, y con él lanzan, en 2015, Secret Garden. ¿Os acordáis aquello que quería Bittencourt? ¿La mezcla entre heavy metal y música clásica? Pues a la mierda en provecho de una música cada vez más progresiva. Por supuesto muy bien compuesta y aún mejor ejecutada, pero ya no era Angra. Ya no era aquél grupo que me fascinó desde la primera escucha. Eso sí, volvieron a clavarla con el cambio de batería. El joven Bruno Valverde es una máquina.

Entre tantas Loureiro se une a Megadeth. Lo que en principio sólo iba a afectar a los shows en directo, acabó siendo un reemplazo indefinido, y aunque Marcelo Barbosa es más que bueno, el dueto que unía Angra, Loureiro Bittencourt se deshizo, y ya nada volvería a ser lo mismo. Así lo ha corroborado su último lanzamiento, Ømni (2018), que sigue la misma estela que su predecesor. Mucha técnica, composiciones bien hechas, ejecuciones brillantes… pero a mí me deja frío.

Dicen que de ilusión también se vive, así que esperaré algún tipo de recapacitación y volver a ver a la pareja de guitarras con Edu al frente, pero mucho me temo que no ocurrirá.

Veremos qué tal se las gasta esta nueva formación en directo. Lo veremos la semana que viene junto a Geoff Tate y sus Operation: Mindcrime.

Xavi Prat
Sobre Xavi Prat 399 Artículos
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios. Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo. Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.