Según la mitología griega, al rey Midas le fue concedido el don de que todo lo que tocase se convirtiera en oro. En este nuevo estallido de hard rock europeo, el rey de Frigia parece haberse reencarnado en Erik Martnesson, genial compositor, multi instrumentista y productor que convierte en genialidad toda idea que le pasa por la cabeza. Sus trabajos en W.E.T. (con Jeff Scott Soto), Ammunition (con el ex Wig Wam Age Stien Nielsen, aka Glam) o Nordic Union (con el Pretty Maids Ronnie Atkins) así lo atestiguan. Pero su talento sobresale, especialmente, en su propia banda, Eclipse.
Alma mater absoluta del grupo, y siempre bien franqueado por su amigo Magnus Henriksson a las guitarras, Erik ha conseguido que Eclipse reine en el nuevo hard rock escandinavo, por delante de bandas como H.E.A.T. o Crazy Lixx. A pesar de los cambios en su line up, este dúo ha sido el que ha cultivado y mantenido el espíritu «eclipsiano» a lo largo de sus discos.
Si queremos buscar sus orígenes, tenemos que remontarnos a 1999 y a Estocolmo. Un par de años después, en 2001, lanzaron su primer trabajo, The truth and a little more, que ha pasado totalmente desapercibido, al igual que su segundo álbum, Second to none, de 2004. Pero ahí acaba aquellos Eclipse. O empiezan los nuevos. En 2008 se sacan de la manga Are you ready to rock (álbum que lanzarían re masterizado unos años más tarde), y empiezan a poner los cimientos de lo que sería la banda en los próximos años. Temas como «Under The Gun», «Hard Time Loving You» o la para mí totalmente infravalorada, «Unbreakable», dejaban vislumbrar el potencial que tenían Martensson, Henriksson y compañía. También fue este disco el que les permitió asistir a festivales como el FireFest o abrir para leyendas como Deep Purple. Are You Ready To Rock (2008), incluso para los propios miembros de la banda, puede considerarse el primer trabajo serio de Eclipse, y se trataría de un debut estupendo. Pero como dicen en inglés, the best is yet to come.
Si 2008 colocó a la banda en el panorama internacional, 2012 lo catapultaría hasta lo más alto. Bleed & Scream (2012) fue, sin duda, una auténtica revolución de la escena y, para mi gusto, el mejor disco que se publicaba en al menos un lustro. La canción homónima al disco, «S.O.S.» en un tono de semi balada, «Wake Me Up», «Ain’t Dead Yet» o la cañera «Take Back The Fear» (para mí, en su top 5 de mejores temas y tristemente olvidada en directo) dicen, o gritan, que han venido para quedarse. Tal fue la repercusión para la propia banda, que Bleed and scream les permitió grabar sus primeros videos y hacer sus primeros tours europeos. Y aunque estemos hablando de Eclipse, hace falta recordar que entre los dos álbumes, sus miembros no se estuvieron quietos, que por ahí nació W.E.T. …
Pero sigamos con lo nuestro. Tras Bleed & Scream, las expectativas eran tan altas como el miedo. ¿Se podría superar semejante obra? Sin duda era un reto difícil, pero en 2015 Armageddonized vio la luz. No me atrevo a decir si es mejor a Bleed and scream, pero desde luego mantiene el altísimo nivel en todos sus temas. Canciones ultra pegadizas como «I Don’t Wanna Say I’m Sorry», la enorme «The Storm» (otra que va directa al top 5) o «Wide Open» deberían estar en cualquier recopilatorio de hits hard rockeros que se precie. Y hablo de hits de todos los tiempos. Este Armageddonized consolidó a Martensson como el gran músico de la escena en Europa y al grupo en la cresta de la nueva ola de hard. Les permitió asistir a festivales más grandes (entre ellos al Rock Fest 2016 de Barcelona, en el cual repetirían en 2017) y volver a girar por toda Europa.
Pero ahí no acaba la cosa. No hay dos sin tres, dicen, y este 2017 han lanzado Monumentum. De nuevo, soy incapaz de decir si es mejor o peor que sus antecesores, pero por lo pronto me parece de los mejores discos de 2017. Quizá no tenga hits tan altos como Bleed & Scream y Armageddonized (aunque «Vertigo», «Never Look Back» o «Killing Me», entre otras, puedan hacerme quedar mal), pero en general me parece su disco más regular: ni temas tan estratosféricos como en sus dos trabajos previos pero todas las canciones me parecen superiores.
Desde 2008 también ha habido cambios en la formación. Robban Back (también en W.E.T. y Ammunition) que dejó la batería para centrarse en otros temas, fue muy bien reemplazado por Philip Crusner, y ya en Armageddonized Magnus Ulfsted (antiguo miembro del grupo, tocando en sus inicios la batería), se incorporó como bajista. Y, ¿adivináis? También está en Ammunition. Al final todo queda en familia.
Pronto los tendremos en directo por estos lares, y no puedo más que aconsejaros que os acerquéis a la sala a escucharlos. El carisma de Martensson desborda absolutamente, y sus tres compañeros no se quedan atrás. Y como suelen tocar en salas pequeñas, la cercanía y los detalles que tienen con sus fans son incontables.
Eclipse, apuesta segura.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.