Siempre es un privilegio el poder asistir a un show de una banda como Oomph! pues durante muchos años estos grupos que cantan en germano nunca han sido una baza interesante para muchos promotores de conciertos a nivel europeo. Este año podremos ver a los propios Oomph! e incluso a Böhse Onkelz, lo cual es un enorme paso adelante. Afortunadamente el éxito de Rammstein ha hecho que el mundo vea como más accesible lo que antes veíamos casi todos como “música alemana para alemanes”. Oomph! vinieron y consiguieron una gran aceptación con una sala bastante poblada por un pelaje poco habitual en los conciertos metal. Una de las grandes noticias fue el hecho de ver a una mayoría de féminas, algo que no siempre suele a suceder. Mi única queja… el sorprendente avance de los horarios que se adelantaron un cuarto de hora.
Mind Driller
Siguiendo con el protagonismo femenino hay que hablar de Mind Driller, una banda alicantina que dejó una impresionante aceptación entre el público, estando a la altura de las circunstancias con el triple ataque de las voces. Una de las voces cantantes la lleva Estefanía Aledo, comandando un grupo que iba maqueado de forma muy espectacular y que lució de verdad, con esos micros con luces en “Rotten”. Lo gutural y lo lírico se combina con los instrumentos rock y las bases programadas sobre las que Dani Stone y Daniel N.Q. combinan sus voces limpias y guturales. “Ritual” mostró su cara más industrial y pesada, coronada por la voz de Estefanía, muy de la escuela Lacuna Coil. Bajaron de escena felices y todavía pintados para que la gente pudiera agradecerles la entrega. No hay mejor banda para acompañar a Oomph!.
Oomph!
Solemne intro de entrada, de corte tétrico, con tres músicos en escena para que luego dieran entrada, para júbilo mayúsculo, de Andreas Crap, Robert Flux y Dero Goi. Banda maqueada, con guitarras transparentes y un timbal para el uso y disfrute del cantante, que sería utilizado en diferentes ocasiones. Y las sonoridades de “TRRRR-FCKN-HTLR” tomaron la sala para no abandonarnos hasta hora y media más tarde. Gran estribillo, festivo, a pesar de la letra, y toda una declaración de intenciones nada más empezar. Quedó claro que en lo primeros temas hay fotógrafos, pues las poses de su “tridente” y sus guitarras de edición limitada lucieron en todo momento para encarar “Labyrinth” y “Träumst Dü”. Quedó claro que su nuevo Ritual era el disco a presentar, pero el repaso que dieron a toda su discografía fue más que completo.
Recuperaron el “Jetzt Oder Ni” del disco XXV. Un tema algo más pausado, ideal para la voz profunda de su vocalista y para lanzar chorros de humo. Se agradece enormemente que posean en sus filas a un teclista (Feliz Vonk) puesto que bandas similares prescinden de él y apuestan por pregrabarlo todo. Entrega y pasión en escena con la maquinal “Meinz Hertz”. Las similitudes aquí con Rammstein fueron obvias, con un Dero luciendo amplitud de registros. Los cambios de guitarras fueron constantes para continuar luego con “Das Weisse Licht” en tempos más calmados. La expresividad de Dero a la hora de cantar es tan perfecta como su barba impecable. Siempre ha sido un grupo que ha cuidado muchísimo la imagen. Del sonido ninguna queja y muchos aplausos para “Niemand” y “Kein Liebeslied”. Definitivamente su directo está en dos planos. El de los tres jefes en primera línea y el del resto de músicos detrás.
El set acústico demuestra que el combo va más allá de lo industrial y funcionó perfectamente con la delicada “Auf Kurs”, seguida del mix conformado por “Fieber” y “Das Letzte Streichholz”. Gran recibimiento para el momento balada que contrastó con la enérgica “Gott Ist Ein Popstar”, del que es para muchos su mejor disco. La participación del público fue rotunda en una interpretación dinámica con Crap y Flux cambiando de pedestales. Poderosos riffs en “Gekreutzigt” para demostrar la enorme motivación, otra vez, de público y grupo. Imposible que el fan del combo de Wolfsburgo se viera defraudado, y más con esos coros combinados con electrónica. “In Namen des Vaters” nos recordó que su obra Ritual merece la pena. Una perfecta combinación entre lo industrial y lo melódico marca de la casa. Completaron el set antes de las joyas de la corona con Jede Reise Hat ein Ende” y “Kleinstadtboy”. Llegaba el turno de “Sandmann” y la sala respondió como la ocasión lo merecía. Lo mismo sucedió con la que es quizá su gran clásico: “Augen Auf!”. Con ella nos vimos ya en los bises después de otra dosis de sudorosa entrega. A todo eso su líder la emprendía con un goliath situado en el centro aportando percusiones extra.
Le tocó el turno de “Mein Schatz”, el tema que me enamoró de Oomph! y una de sus más brillantes composiciones. Siempre sorprende el ver que la gente es capaz de cantar los estribillos en alemán en tierras hispanas. Público y banda estuvieron de cine hasta la despedida con “Als Wärs DasLetzte Mal” en la que quemaron las naves y se desfondaron con un extra de luces y humo. Su directo cumplió con creces demostrando que su show en gira es muy superior a lo que podemos ver en festivales. Buena entrada también, con una asistencia plenamente participativa y conocedora del legado del combo alemán. Y es que la globalización ha hecho que una banda cantando en alemán pueda triunfar en estos lares. Siguen siendo un valor, tanto en disco como en directo, y el hecho de tocar de casi todos sus discos es todo un regalo. Por cierto, Ritual ha sido número 1 en Alemania…
Setlist Oomph!:
TRRR-FCKN-HTLR
Labyrinth
Träumst Du
Jetz Oder Nie
Der Neue Gott
Mein Herz
Das Weisse Licht
Tausend Mann und ein Befehl
Niemand
Kein Liebeslied
Auf Kurs
Fieber/Das Letzte Streichholz
Gott ist ein Popstar
Gekreuzigt
Alles aus Liebe
Im Namen des Vaters
Jede Reise hat ein Ende
Kleinstadtboy
Sandmann
Augen auf!
————-
Mein Schatz
Als Wärs das Letzte Mal