OOPART, acrónimo inglés de out of place artifact, hace referencia a aquellos objetos encontrados en yacimientos arqueológicos y que no pertenecen al contexto histórico que los envuelve. Esto que os acabo de explicar lo acabo de descubrir hace poco, ya que el extraño nombre de la banda que nos ocupa me tenía bastante intrigado.
Difícil papeleta la que me ha tocado hoy. La formación es emocionalmente cercana y uno ha de ser lo más objetivo posible. Así que vengan de antemano mis disculpas al afectado de turno por si hay algo que no pueda ser de su agrado.
Pongámonos en antecedentes, pues se trata de una formación relativamente nueva pero con experiencia en el mundillo. Algunos de sus miembros ya pertenecen a otras formaciones underground con cierto bagaje, pues Aleix (voz y guitarra) también batalla a las seis cuerda en la formación thrash Liver Killer.
Los barceloneses se formaron en 2015 ya con la clara intención de dar rienda suelta a sus influencias clásicas, así que el nombre es claramente una descripción del estilo que practican, pues musicalmente claramente se identifican con el género que se practicaba hace 30 o 40 años. Aunque este revival old school es algo que desde hace unos años está más que consolidado, desgraciadamente no tienen el beneplácito de muchos seguidores del metal aún tratándose de influencias de estilos más actuales.
Dejémonos de rollos, bueno no, aún voy a enrollarme en un asunto más. Voy a confesaros que involuntariamente realicé un pequeño experimento con mi hijo adolescente. Su viva curiosidad le hizo preguntarme qué estaba escuchando para soltar un “¡mola!, es thrash ¿no?. Se parecen un poco a Iron Maiden”. Pues aquí el resultado, con esta escueta frase de un jovencísimo y ya algo curtido en conciertos, podemos definir perfectamente lo que podemos encontrarnos en los 45 minutos que dura el debut de Oopart.
La extrañeza de mi hijo vino ante la respuesta cuando me preguntó, “¿qué tal?”. Lo cierto es que el problema que le encuentro al trabajo es el sonido. Discrepo en la supuesta intencionalidad deliberada de hacerlo más old school y true con esa producción, reitero, suposiciones mías, pues creo que el resultado final se trata más de una cuestión de presupuesto y medios.
Bajo la industrial portada, el disco inicia y finaliza de forma cíclica con canciones instrumentales en las que las influencias comentadas más arriba son más que evidentes. “U92” e “Instrumental” (por si quedaba alguna duda de lo que íbamos a escuchar) son un clara influencia y homenaje donde las guitarras dobladas y el marcado bajo son marca de la casa de la formación británica. Por algo para Aleix el debut discográfico de La Doncella es uno de sus favoritos.
En resto de composiciones se debaten entre el primigenio heavy / thrash aunque la primera toma de contacto con la voz no fue del todo convincente. Creo que es algo a mejorar en futuros trabajos, pues de ganas y talento están sobrados. Con algo más de medios y puliendo ciertos detalles técnicos darán mucha guerra.
Las trabajadas composiciones necesitan de atención para ser disfrutadas en su totalidad, pues quedarse en la primera escucha puede dar a falsos o confusos juicios de valor. Destacaría la directa y thrashera “System Stall”, la más corta del disco pero que nos lleva por las subidas y bajadas de su montaña rusa particular, frenando de golpe en la recta final para enlazar con “The King on the Wrong Throne” que, tras un lento inicio, se transforma en una dinámica sección rítmica dando lugar al mejor solo del disco.
En general se notan las ganas pero desgraciadamente queda empañado por cuestiones técnicas. Desde aquí todo mi apoyo y deseando volver a cierta normalidad para que puedan demostrarnos de nuevo sobre el escenario todo su potencial.
¡Salud y heavy metal!
Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.
Salud y Heavy Metal.