Tras cinco años de silencio, al fin tenemos a Ósserp de vuelta. Se trata de una de las formaciones más punteras de entre nuestras fronteras. Punteras y destructivas, pues los catalanes no perdonan cuando se trata de convertir el metal extremo en una arma de destrucción masiva.
En 2015 el grupo catalán apareció en la escena con el transgresor EP Sang i sutge, un trabajo que no dejó indiferente a nadie. Muchos medios se hicieron eco de la brillantez de su blackened death metal/grindcore y copó el top en muchas listas a finales de ese año. Todos los que se quedaron prendados de dicho EP, confirmaron su amor por la banda con el increíble Al meu pas s’alça la mort (2017), todo un homenaje al death metal oscuro más allá de las fronteras, idiomas o ideas.
Esperábamos con ansia la continuación y hasta un lustro nos han tenido en vela para catar nuevamente esa fragancia violenta y putrefacta. Els nous cants de la Sibil·la (2022) nos devuelve a la mitológica especie mitad oso mitad serpiente encarnada en Sibil·la, un personaje también mitológico de la cultura mediterránea que anuncia el fin del mundo.
A través del particular vocifero desesperado, los asfixiantes riffs y la apabullante batería, Ósserp te va introduciendo dentro de su particular caos. El grindcore, el black metal y el death metal clásico de la Costa Este norteamericana vuelven a fusionarse de forma indomable.
A lo largo de los 45 minutos de duración, Els nous cants de la Sibil·la no te deja coger aire, la asfixia es continua. Canciones como “L’home en el laberint” o “Tot crema” muestran perfectamente el ambicioso clímax que Ósserp ha preparado para que el oyente no se atreva a bajar la guardia.
A nivel de sonido, exquisito trabajo de mezcla y minuciosa labor para que la pulcritud de los instrumentos sea total. Una producción genial gracias a Aleix Archs. Y para rematar, mención especial para el artwork que nos muestra a Sibil·la y Ósserp en una imagen sensacional.
Cinco años de espera no son nada si el resultado de ello es un disco de este calibre. Mucho tendrán que sudar las bandas de la competencia para quitar del trono a unos Ósserp increíbles.