Our Next Movement – 119

Una de las más recientes apuestas de la discográfica barcelonesa Aloud Music es la de los valencianos Our Next Movement, que con 119 nos presentan su primer largo, después de que ya hubieran llamado mi atención gracias a un buen EP llamado Polyhedral Trails que publicaron en 2014. La gran gracia de esta banda es que su math rock mayoritariamente instrumental no peca en ningún momento de gratuitamente complejo, sino que, al contrario, es sorprendentemente fresco, fluido, accesible y hasta pegadizo. Tampoco tienen miedo a incorporar voces o sutiles elementos electrónicos cuando lo consideran necesario, y para tratarse de un cuarteto tan joven, con ninguno de sus miembros superando los veinticinco años de edad, la música que practican es inesperadamente madura, a la par que poco común por estos lares, tomando inspiración de bandas británicas y japonesas, donde el math está más extendido. De hecho, sin ir más lejos, es de suponer que el propio nombre del grupo está basado en la canción con el mismo título de los nipones Toe, uno de los titanes del género.

Si lo comparamos con su EP de debut, lo primero que destaca de 119 es su excelente sonido, mucho más potente, denso y maduro. Temas como la inicial, motivante y divertida «Michael’s Secret Stuff» (un temazo, la verdad) o «Who the Fuck Invited Murphy?» son festivos, bailables y alegres, más orientados al disfrute y al entretenimiento despreocupado del oyente que al lucimiento técnico de sus músicos, consiguiendo algunas melodías de guitarra indudablemente pegadizas. Otros temas como «Mr. Shemyrs» o «Goodbye, Dusty Harry» son directos, melódicos y efusivos, mientras que «Ihan Kaunis», el tema más largo del disco con sus casi siete minutos, es lírico, elegante y evocador, con violines, coros luminosos y algunos gritos post-hardcoretas que quedan la mar de bien. Después del punto y seguido que es el interludio acústico llamado precisamente «.», nos encontramos con un «The Japanese Standoff» que en su mayor parte mantiene la distorsión bajo control y está más en línea con lo que veíamos en Polyheadral Trails, con algunos elementos post rock y partes al final en que es inevitable sacudir la cabeza con potencia. Para acabar, la magnífica «Last Night’s Grandpa» es uno de los temas más complejos estructural e instrumentalmente, lejos de la accesibilidad de la primera parte del disco, demostrando que cuando se han de poner a demostrar sus habilidades instrumentales, tampoco tienen ningún problema.

Con sus 36 minutos de duración, 119 es un disco corto y entretenido que sirve como magnífica carta de presentación de los levantinos y avala una vez más el excelente criterio de Aloud para incorporar bandas a su roster. Este álbum es una evolución acertada e interesante respecto a su primer EP (que por cierto, pese a ser EP solo dura ocho minutos menos), y un paso más hacia la precoz madurez que Our Next Movement lleva por bandera. Tuve la oportunidad de verlos en el marco del AMFest del año pasado, y he de confesar que aunque me parecieron solventes e interesantes en directo, no me volaron del todo la cabeza. Su repertorio estuvo basado casi al completo en este disco, que entonces no había salido aún, y es posible que de haber conocido los temas que estaban tocando me lo hubiera mirado con otros ojos. Aunque ese día me pareció que aún les faltaban algo de tablas, desde entonces la rueda de presentación del disco les ha llevado a rodarse generosamente por escenarios nacionales y extranjeros, así que tengo curiosidad para engancharlos de nuevo con más experiencia y con las divertidas canciones que encontramos en 119 bien presentes en mi memoria.

Artículo publicado originalmente en Metal Symphony Website: http://www.metalsymphony.com/our-next-movement-119-aloud-music/.

Albert Vila

Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.

Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.