Pain of Salvation – Entropia: 25 años de su primer disco. ¿De verdad esta maravilla es un disco debut?

Ficha técnica

Publicado el 21 de agosto de 1997
Discográfica: Avalon Records / Inside Out Music
 
Componentes:
Daniel Gildenlöw - Voz, guitarra
Daniel Magdic - Guitarra, coros
Kristoffer Gildenlöw - Bajo, coros
Johan Langell - Batería, coros
Fredrik Hermansson - Teclados

Temas

1. ! (Foreword) (6:11)
2. Welcome to Entropia (1:23)
3. Winning a War (6:32)
4. People Passing By (9:08)
5. Oblivion Ocean (4:43)
6. Stress (5:01)
7. Revival (7:39)
8. Void of Her (1:47)
9. To the End (4:56)
10. Never Learn to Fly (5:13)
11. Circles (0:55)
12. Nightmist (6:49)
13. Plains of Dawn (7:23)
14. Leaving Entropia (Epilogue) (2:31)

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Hubo un tiempo en el que Dream Theater se superaron a si mismos y sacaron un disco colosal como fue el Metropolis Part II: Scenes From a Memory (1999). Esa gira les llevaría a Barcelona en la que harían dos noches muy espectaculares. En la segunda tocaron todo el Master of Puppets de Metallica, pero para la primera trajeron a unos invitados muy especiales que nos robaron el corazón: los suecos Pain of Salvation. Allí descubrimos a alguien fuera de serie: Daniel Gildenlöw.

Les conocimos a partir de ese día y con el Remedy Lane en la calle, justo el disco de su confirmación global, pero a partir de ahí empezamos a tirar del hilo hasta darte cuenta de que estos suecos habían empezado directamente con un disco conceptual llamado Entropia. Como no podía ser de otra forma… hay partes realmente impresionantes y bellas.

Como en el caso de muchas bandas diferentes, su éxito empezó en Japón con la discográfica Avalon, que le pidió a Daniel que por favor viniera al Imperio del Sol Naciente a hacer promoción pues parecía que los amantes del progresivo nipones estaban encantados. No era para menos… Rumanía fue el siguiente país y la cosa se fue animando llegando a Estados Unidos a editarse su opera prima Entropia cuando ya estaba en las tiendas su segundo ejercicio: One Hour By the Concrete Lake.

El concepto

A Daniel lo van los retos y ya de entrada nos encontramos ante un vocablo que aúna la entropía y la utopía y nos muestra a una familia rota por la guerra en una sociedad imaginaria. Así nos lo explica:

«Este álbum es un concepto muy complejo de bastante difícil de comprender. Se trata de una familia en una situación de guerra, de un padre que no protege a su familia, de un niño que necesita un padre y no un soldado, de una sociedad que mata y excluye y luego retira su mano de lo que queda, en estado de shock, viendo en lo que se ha convertido. Se trata de un mundo que he elegido llamar «Entropia», que es una combinación de las dos palabras «Entropía» y «Utopía». Y… es sospechosamente similar a nuestro mundo.»

El disco

“! (Foreword)” se abre con gran potencia, a base de riff pesados y con teclados. Podías reconocer algo de Conception cuando entraban en terrenos metálicos, pero ellos seguían realmente otras direcciones, con un Daniel que ya en la intro da una lección de amplitud de registros y emotividad. Es un tema muy especial, cambiante y complejo, al que no le falta melodía. En esos tiempos estaban lejos del caos matemático del que hacen gala ahora.

Tras la declaración de intenciones de la primera pieza hay una intro maquinal bajo el título de “Welcome to Entropia”, que posteriormente nos dará paso a “Winning a War”. Extenso tema a medio tiempo que, y hasta cierto punto, puede tener algo de inspiración en Faith No More, coetáneos de su tiempo y rompedores. Es todo muy teatral y embellecido con el teclado de Fredrik Hermansson. En dos temas y una breve instrumental ya han construido un mundo bello tremendamente logrado y ambicioso. Es aquí cuando de verdad te paras a pensar: ¿Esto de verdad es el primer disco de un grupo novel?

“People Passing By” es lo que más se acerca a un clásico de lo que hay en el disco ya que es el tema más tocado en directo de esta obra. Dividida en cuatro partes empieza con un bajo profundo y protagonista del hermanísimo Kristoffer Gildenlöw. Una suite bella e intrincada destinada a lucir todo el potencial del grupo, especialmente el técnico y compositivo. Hay un solo de guitarra absolutamente impresionante a medio camino entre los Floyd y el heavy metal, para luego pasar a una coda con balada, acompañada de teclado.

Se sirve de “Oblivion Ocean” para enlazar y dar final al segundo acto entre brumas y tristeza acústica. Atención a las letras pues el disco tiene mucha miga y da para leer y pensar. Esos días sin Internet en los que escuchabas el disco libreto en mano… “Stress” hace honor al nombre y da buena muestra de la sociedad viva, competitiva y estresante. Esa misma idea será reproducida y ampliada en lo complejo a medida que pase el tiempo. Musicalmente están rotundos, pero es la voz de Daniel la que demuestra que es un auténtico fuera de serie.

Riesgos y originalidad en un “Revival” plagado de coros y voces dobladas muy intensas y de un nivel incomprensible para una ópera prima. Tema enlace instrumental en la bellísima “Void of Her” acercándonos a uno de los clímax de la historia que es “To the End”. Complejidad metálica a golpe de riff sincopado y dotado de mucha épica que queda sorprendida por un pasaje jazz.

Si tuviese que quedarme como un tema representativo delo que es el disco os diría sin dudar el “Nightmist” por lo completo, intrincado, pero a la vez accesible. Hay incluso dejes de musical combinados con el bajo funk de Kristoffer. Una auténtica delicatessen que por momentos deambula a altísimas velocidades. Completa el cuadro “Plains of Dawn” de inicio reposado, mucha profundidad y libertad compositiva.

Lo que en su día más me enamoro del disco (y del grupo) es precisamente el final con esa “Leaving Entropia”. Para un servidor es una de esas baladas casi perfectas, cargada de emotividad y delicadeza. Daniel Gildenlöw lleva al disco a la cumbre y lo despide con una pieza absolutamente maestra con punteos que se acercan a lo medieval. Magistral.

Veredicto

Hay bandas que les lleva media vida llegar a conseguir un sonido y una identidad propias y… algo de reconocimiento. Pain of Salvation con un disco ya lo tenían todo a pesar de que saben que nunca serán una banda de masas pues son francotiradores en su mundo y estilo. Daniel Gildenlöw marcaba territorio hasta el punto que ya ha trabajado con los más grandes: Transatlantic, Dream Theater… Pero sigue su camino, mutando siempre de sonido y haciendo auténticas virguerías que no siempre son entendidas por públicos mayoritarios.

Que Entropia sea un disco de debut es inconcebible. No hay precedentes es un nivel técnico, conceptual y divino. Dentro de lo que se suele hablar como el metal progresivo hay como dos vertientes: la de heavy metal progresivo técnico más representada por bandas como Dream Theater y la del prog emocional, que podría ser aquí representada por Leprous. Aquí ya Pain of Salvation van de un lado al otro con escalofriante facilidad…

Curiosamente es el único disco en el que toca Daniel Magdic, quien también participó de la composición. La historia de los miembros que han ido pasando por las filas de Pain of Salvation también da para un largo artículo. La magia empezaba y empezarían décadas de disfrute de lo más variado. Les pude ver en el Rock Imperium de este año y salí en una nube…

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.