En el pequeño círculo del doom moderno tengo como banda de cabecera a los norteamericanos Pallbearer. Pequeño pues la mayoría de bandas actuales tienden a inspirarse demasiado en las bandas más longevas del genero. Una inspiración que lejos de sonar actual suena a repetición, a clon. Unas suenan a Black Sabbath, otras a Candlemass… Muy pocas bandas son capaces de sonar como ellas mismas desean sonar. Y una de ellas es Pallbearer.
Esta banda se desmarca del resto rompiendo los comunes estereotipos que conforman el doom. Pese a que la pesadez y la lentitud de las canciones con notas de bajo alargadas hasta el infinito persiste para definir su música, las canciones no suenan para nada lentas. Las canciones están dotadas de muchas lineas de guitarra con mucha energía y las voces siempre ocupan un papel fundamental con una dureza de ejecución poco normal en el doom.
A lo largo de su aclamada discografía, el cuarteto ha abordado la música aplastante y la música comercial. También ha sabido jugar entre lo vertiginoso y sentimental. Con este nuevo disco, el cuarto de su carrera, logran unir todas estas facetas en un magistral Forgotten Days.
Este nuevo disco nos muestra que las inquietudes de la banda no conocen límites y su crecimiento creativo no tiene fin. Forgotten Days es un paso en la dirección correcta para ampliar aún más su magnífico legado. Canciones como la genial “Forgotten Days”, la inmediata “Stasis” y la impecable “Vengeance & Ruination” pueden agradar a cualquier oyente, incluso el menos fan del doom.
El disco tiene ocho canciones en 52 minutos con altas dosis de aplastantes riffs y unos maravillosos ganchos vocales melódicos. Este es un disco tan pesado como resolutivo e inventivo. La variedad de las canciones provocan una sensación de fluidez digna de ser mencionada. En ningún momento acabas harto en la escucha. Incluso la longeva y aplastante “Silver Wings” con casi 13 minutos de duración es ligera como pocas. El resultado final es sumamente satisfactorio y la unidad cohesiva de canciones hace que mantengas toda tu atención.
En resumidas cuentas, Pallbearer hacen fácil y atractivo lo que para muchos es el género más «aburrido» de metal, el doom. Forgotten Days es un disco agradable y disfrutable del primer al último tema. Es un disco maduro e inteligente, preciso y precioso. Las melodías son exquisitas y la interpretación y ejecución de los músicos es digna de admirar. Esta es una de las bandas más originales y prometedoras del género y hoy en día aún siguen siendo un secreto entre los fans del metal extremo.