Bajo la premisa de que el álbum es, según Urie:
«una mirada retrospectiva a quién era yo hace 17 años y quién soy ahora con el cariño que no tenía antes. No me di cuenta de que estaba haciendo un álbum y había algo en la máquina de cintas que me mantuvo honesto.»
Es fácil suponer lo que vamos a encontrar en Viva Las Vengeance, el esperado nuevo disco del proyecto en solitario de Brendon Urie, Panic! at the Disco. Si bien la carrera de la banda de Las Vegas nunca ha sido impactante, tenemos que reconocer que tras casi 20 años en activo, pocas personas afines al pop rock – emo no han acabado rendidos a la magia de canciones como “I Write Sins Not Tragedies”, “The Ballad of Mona Lisa” o las más recientes “High Hopes” o “House of Memories”.
La fuerte personalidad de Brendon Boyd Urie llevó a la banda de amigos a disolverse y Panic! at the Disco se acabó convirtiendo en el proyecto en solitario del frontman de Utah. Esta aventura ha permitido que el solista dé rienda suelta a su locura y grandilocuencia artística. Sus carencias compositivas quedan escondidas tras una épica teatralidad. El popbarroco se ha convertido en un retro rock en el que varios estilos se entrelazan. Aquí tenemos pop rock, glam rock, power pop y rock and roll bajo el resultado aparente de que Panic! ha ideado una especie de ópera rock en formato remember.
El sonido de Viva Las Vengeance muestra guitarras y guiños al sonido de arena-rock de décadas pasadas, principalmente de la década de 1970. Podemos encontrar influencias de bandas como The Beatles y The Police, pero las más destacadas son sin duda las de Thin Lizzy y Queen.
«Sad Clown» y «God Killed Rock and Roll» desprenden una marcada aroma Queen, tanto en la forma de tocar como en la estructura de las piezas, incluso en el uso de falsetes. Mientras que “Star Spangled Banger” se mueve bajo el paraguas bugui de Phil Lynott con el uso de marcadas y veloces estrofas.
Viva Las Vengeance ha sido grabado en directo, dotando del disco de una sensación de cercanía muy amigable. Una sensación que sobrevuela por todo el disco pero que impide que los fans más acérrimos se sientan nuevamente traicionados por Urie. El disco no inventa ni aporta nada nuevo en el mundo de la música, pero el ejercicio de nostalgia es sumamente gratificante. Urie nos invita a un paseo por la historia de rock visto bajo su prisma.
El nuevo disco de Panic! es un ejercicio notable de rock. Un disco disfrutable de principio a fin, pues ni una pieza chirría. Aún sonando a refrito de bandas varias, Viva Las Vengeance te mantiene despierto a lo largo de los tres cuartos de hora que se extiende. Sin ser un disco puntero, es un disco que uno puede degustar y disfrutar. Para un servidor, un gran disco.