Otro día grande para los amantes del metal, en este caso para los (ya) clásicos. Los legendarios Paradise Lost, maestros del death doom y gothic metal, visitaban nuestra ciudad de nuevo, en esta ocasión para presentar su último álbum, Obsidian (2020), lanzado en plena pandemia lo que explica que hasta ahora no hayan salido a la carretera a defenderlo. Un álbum sobresaliente, que confirmaba la segunda juventud que están viviendo, como en los tres lanzamientos anteriores. Así que, esperando que tuvieran una buena noche, me dirigí sin más dilación a la Sala Apolo de Barcelona, donde gozaríamos de tal magno evento, no sin antes disfrutar de una de las bandas más importantes del metal extremo patrio, Obsidian Kingdom.
Obsidian Kingdom
Capitaneados por Rider G Omega, líder y alma mater, saltaron al escenario de la sala Apolo poco antes de las 19:45, tal y como estaba previsto. En seguida nos damos cuenta, tras las primeras notas de «Meat Star», que la potencia de los cuatro instrumentistas estará a prueba de limitadores de sonido. Contundente, cohesionado… Aplastante. Las paredes de la longeva y antigua sala barcelonesa retunban y se estremecen ante tal ataque sónico. La sala tiene poco más de un tercio de entrada, aunque la gente va llegando con cuentagotas, pero Obsidian Kingdom siguen dejando caer un setlist plagado de piezas de su maravilloso Mantiis (2012), un álbum mayúsculo que este año cumple 10 años y que, en mi modesta opinión, no han vuelto a superar.
El sonido tiene una gran calidad, con lo que logras distinguir cada uno de los instrumentos, la banda suena milimétrica en directo que los emparenta a los Nine Inch Nails post The Downward Spiral, frío, perfecto en ejecución y con un juego de luces que sería muy superior al de las estrellas de la noche. Se les ve cómodos sobre el escenario, transmitiendo confortabilidad y sabiendo que los que han venido antes de Paradise Lost están entregados a la causa. no en vano, juegan en casa, y a menudo eso se nota. La apuesta por un repertorio plagado de temas de Mantiis nos muestra a los Obsidian Kingdom más extremos y heavies, en un registro del que han intentado «huir» en sus últimos lanzamientos, pero que continua intacto, con una base rítmica demoledora y un sonido de guitarras cristalino, a la par que contundente.
Tras tres cuartos de hora de actuación, nos asaltarían con una «The Pump» de su último Meat Machine (2020) a todo trapo con la que abandonarán las tablas con la sensación de haber hecho un buen trabajo y la gente satisfecha.
Setlist Obsidian Kingdom:
Meat Star
Last of the Light
Mr Pan
Haunts of the Underworld
Endless Wall
Fingers in Anguish
Ball-Room
Cinnamon Balls
Black Swan
The Pump
Paradise Lost
Cinco minutos antes de la hora estipulada y después de que sonara «Spiral Architect» de Black Sabbath, saltaban al escenario Paradise Lost. Las notas de piano introductorias de «Enchatment» sirven para una litúrgica puesta en escena en la que cada uno de los integrantes de la banda, siendo Nick Holmes el último en salir, tomen posiciones. Se proveen de sus instrumentos y empieza un bolazo brutal de principio a fin.
Aunque en los primeros compases de «Enchantment» la cosa sonaba fatal, no se distinguían guitarras, el bajo estaba demasiado fuerte, la batería parecía no tener bombo… parecía un amasijo de chatarra sin orden y concierto, la cosa ya se puso en su sitio «Forsaken», perfectamente calibrada y ejecutada, definitivamente el mago tras la mesa de sonido había encontrado la tecla correcta para que todo fuera como la seda.
Un público algo frío hasta el momento, reacciona a las primeras palabras del frontman de los de Halifax y recibe con entusiasmo prudente «Blood & Chaos» que ya suena a un volumen estratosférico y una banda cohesionada musicalmente en todo momento. Greg Mackintosh se hace dueño y señor de su esquina de escenario desde irá lanzando sin compasión sus punteos característicos y sus riffs esotéricos. con poderío y la capacidad de ser el centro de atención. Mientras tanto, Aaron Aedy a la guitarra rítmica, Steve Edmondson bajo y el nuevo batería Guido Montanarini complementan de manera excelente a los dos líderes indiscutibles de la banda, Greg y Nick, Nick y Greg. Tras la celebrada «Faith Divide Us – Death Unite Us», fue el momento de rescatar y desempolvar «Eternal» de Gothic (1991), donde el público, tras un leve gesto del frontman, el público alzó los puños.
Los fans enloquecen con «One Second» y «Serenity» sirve para que Holmes se haga con uno de los malditos móviles que hay grabando en primeras filas y lo devuelva tras hacer un travelling sobre el escenario de toda la banda. Uno de los momentos álgidos de la noche llegaría con «As I Die» clásico entre los clásicos de la banda, donde notamos que los seguidores old school somos mayoría.
El tramo final del concierto es un órdago muy valiente por parte de la banda, pues entre «Last Time» y «Say Just Words», dos de los momentos más apoteósicos de la noche, intercalan un tema más reciente como «No Hope Insight». Pero la puntilla a tal valentía llegaría con el encore final, protagonizado por canciones del último disco, «Darker Thoughts» y «Ghost», colándose «Embers Fire» entre las dos. Los hay que tener muy bien puestos para ser una banda de la trayectoria y los temazos que tienen para cerrar así.
También te voy a decir una cosa, aunque eché de menos algún clásico, la apuesta decidida por los trabajos de segunda juventud me parece muy valiente. Además, los nuevos temas no desentonan para nada con sus obras más antiguas, y la gente las recibe a las mil maravillas. Un conciertazo brutal, de una banda que está en una forma envidiable y ha encontrado el punto de equilibrio perfecto para continuar por muchos años. Eso sí, a mí un rato más no me hubiera sobrado para nada; después de hora y veinte sales satisfecho y con muy buenas sensaciones. Pero ver un rato más a tus ídolos de juventud, tampoco hubiera estado de más. Paradise Lost siguen en la brecha, encontrando una zona de confort que no llenará estadios, pero sí mantener una base de fans fiel.
Triunfaron con nota alta.
Setlist Paradise Lost:
Enchantment
Forsaken
Blood and Chaos
Faith Divides Us – Death Unites Us
Eternal
One Second
Serenity
The Enemy
As I Die
The Devil Embraced
The Last Time
No Hope in Sight
Say Just Words
Darker Thoughts
Embers Fire
Ghosts
Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop… en resumen, la música es mi pasión.