Paul Gilbert – The Dio Album

Impresionante… creo que pocos podíamos llegar a saber lo importante que ha sido Ronnie James Dio para el enorme guitarrista de Mr. Big y excepcional artista en solitario Paul Gilbert. Él siempre ha hecho un poco lo que le ha dado la gana, y es por eso que le queremos tanto. Ahora se ha sacado de la chistera este proyecto de 12 canciones todas cantadas por Dio. Eso quiere decir que ha hecho un ejercicio de equilibrio entre canciones de Black Sabbath, Rainbow y de la etapa en solitario de Dio. Cuatro de cada época, y la verdad es que el resultado es maravilloso, básicamente, porque a pesar de que Gilbert esté tocando la guitarra, casi que parece que es Dio quien cante.

Gilbert siempre dice que concibe la melodía principal de la guitarra como si fuese una voz al uso y también toca todos los instrumentos excepto la batería, que aquí corre a cargo de Bill Ray. Es un disco tan original como inesperado, y es de esas cosas que sólo puede hacer un genio como Paul Gilbert. En el anterior disco Werewolves of Portland (2021) había canciones dedicadas a hablar de animales que comparten una tarta, y aquí hay la furia del dragón en homenaje al mítico Ronnie James. Está claro que de este hombre puedes esperar lo inesperado.

Se abre paso el excepcional guitarrista con un “Neon Knights” inicial apabullante. Si es que te descuidas y parece que sea Dio quien esté cantando, pero es que es la guitarra de Gilbert… Hay varias capas y a nivel instrumental un gran trabajo muy enfocado a ser totalmente respetuosos con la obra del maestro y de los músicos que le acompañaron en su día. Posiblemente sea la mejor del disco, pero es que es la primera y te deja patidifuso ya de entrada. En “Kill the King” han dejado las voces del gentío coreando el nombre de su líder para luego atacar el tema con gran precisión y mucho homenaje. Es que incluso la guitarra replica los gritos de Dio hacia la audiencia. Sí, es algo friki todo… pero es magistral.

Y el problema es que en esta obra nos estamos fijando especialmente en cómo replica Gilbert la voz de Dio, pero recordemos que aquí los solos de las canciones son de Ritchie Blackmore, Vivian Campbell y de Tony Iommi. ¡Casi nada! La facilidad con la que los replica Gilbert es pasmosa. Se agradece en sobremanera que algunos de los temas no sean los más obvios y que se dé entrada a piezas como “Country Girl”. Muy conseguida con ese riff profundo y esa línea vocal tan conseguida, que en este formato brilla especialmente. Incluso hay coros a segundas voces hechos con guitarra…

“Long Live Rock and Roll” es uno de los grandes himnos de Rainbow, a pesar de que está un poco sobreexpuesta. Hay momentos en los que realmente da la sensación de que Dio la esté cantando, y es una sensación muy rara… algo que dice mucho de este guitarrista pues consigue momentos mágicos. También toca destacar el gran trabajo que ha hecho nuestro hombre al bajo, que es absolutamente preciso y audible, a la vez que técnico. Impresiona también el tratamiento de la voz que se hace en “Stand Up and Shout”, con esas dobles voces (hechas con guitarra) y ese groove tan ejemplificativo de lo que era la música de Dio en solitario.

Obviamente no podía faltar “Holy Diver” a la cita y la canción no decepciona precisamente. Gran Bill Ray haciendo de Vinnie Appice en un tema que es un ejemplo de imaginación en los breaks de batería y que posee uno de los más míticos riffs de la historia del heavy metal. Grande es el “Long Live Rock ‘N’ Roll”, con otra rotunda demostración de la inmensa calidad de Gilbert a la guitarra y con muchos detalles de calidad y precisión por parte de la batería de Ray. Paul es un gran batería también, pero tuvo claro que quería un alto nivel para tributar a los maestros, hecho por el cual decidió contar con un batería especialista, el hombre que suele tocar con él en su proyecto en solitario.

Del “Heaven and Hell” poco queda decir más allá de que es una canción perfecta y así la ve el propio Paul Gilbert, que en el libreto termina destacando una parte del estribillo de esta mítica canción. La gracia esta vez es como si Paul optase porque en algunos tramos quisiera que la guitarra destacar como instrumento, y no puliera ni echara capas de sonido a lo que es la línea vocal principal. Impresionante festival de guitarras y bajo en el tramo final de la misma. Destaca la inclusión del “Lady Evil”, una de las mejores canciones del disco Heaven and Hell, con un riff genial y potenciada por la dorada voz del elfo, que aquí es “revivida” por la guitarra.

No podía faltar a la cita el “Don’t Talk to Strangers”, a pesar de que sorprende que no está “Rainbow in the Dark”, que sería de las elecciones más obvias de todas. “Don’t Talk to Strangers” es uno de esos temas que te pone la piel de gallina de verdad es que está muy conseguida y cuidada. Curiosamente el solo de guitarra es lo que más sorprende, tantas veces escuchado el tema y Gilbert pone el foco en las seis cuerdas con una técnica depuradísima. Y juntamente con “Neon Knights” os diría que el “Starstruck” es la que mejor ha quedado de todas. Aquí todo brilla y justifica perfectamente que Gilbert se haya atrevido a tamaña locura.

El gran final lo pone una de las imprescindibles en solitario: “The Last in Line” y en la que el trabajo de las “voces” y los coros vuelve a ser excepcional, así como el solazo del tema. En una versión especial hay un tema extra que no es otra que el “Love Is All”, un tema que en su día se grabó para un proyecto de 1974, que arrasó en los países bajos y que contaba con gente de Deep Purple detrás. Es para mí la gran sorpresa y el lujo del disco, lástima que haya quedado relegada a extra.

Y pensar que este proyecto empezó cuando Paul vio una gorra con el logo de Dio dentro de un coche aparcado. Pensó en lo mucho fan que era del divo y le dio el venazo para empezar con esta locura que tanto podemos disfrutar ahora. Un disco que está hecho con un cariño inusitado y que es de una originalidad tremenda. Reconoce Gilbert que se le ha puesto la piel de gallina haciendo las voces con las guitarras y en los solos, pero que en las partes de bajo ha llegado muchas veces a sus límites de resistencia y velocidad. Lo mejor de todo es que tiene otros cantantes que admira, así que no descartemos que haga algo similar en un futuro. Y por cierto… ¿habéis pensado lo que podrá llegar a tocar en la próxima gira?

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.