La conexión Madrid-Murcia está de vuelta. Tras Ink (2014) y ToTeM (2016), esta experimental amalgama de rock, metal y prog, nos presentan su tercera obra, que lleva por título Comedia : Inferno (2019). El trabajo ha sido grabado y producido por el propio guitarrista de la banda, Juan Tides. La mezcla corre a cargo de Adrián Hidalgo de los Lasting Noise Studios, y para la masterización se han dejado engañar por un grande, Tony Lindgren, de los Fascination Street Studios, autor, entre otros, de trabajos de Opeth, Leprous, Katatonia o Arch Enemy.
El álbum, que ha visto la luz gracias a los granitos de arena aportados por 146 mecenas a través de Verkami, es su mejor y más potente trabajo hasta la fecha. La banda ha sabido mezclar, con maestría y una pasmosa perfección, ramalazos del pasado con otro pasajes más, por así decirlo, extremos, y han sabido salir con gran aplomo de tan fangosa encrucijada. Nueve temas repartidos en una hora y diez minutos de montañas rusas sonoras, que dan como resultado una obra que bebe directamente de los grandes del sector pero con la mira puesta en acabar por ser líderes, más que seguidores de nadie.
Como habréis podido notar por el título del trabajo, y por la sugestiva portada que lo precede, obra del artista polaco Mariusz Lewandoski (no confundir con el ex centrocampista del FC Shakhtar Donetsk), estos cinco freaks del metal han querido rendir un no sé si sentido homenaje a la obra más ampliamente conocida y leída del escritor y político florentino Dante Alighieri, la Divina Comedia, que narra un relato en el que se describe el viaje del poeta por los tres reinos del más allá, tal y como los concebía un italiano de la época medieval. Dividido en tres partes, Inferno, Purgatorio y Paradiso, son cantos individuales que sumados forman el conjunto de la obra. Cada uno de estos tres destinos (o partes) está formado por nueve círculos, y dentro de cada uno de los círculos se encuentran aquellos que han cometido algún pecado, o los más fervientes defensores de alguna virtud. Para la ocasión, Pervy Perkin, han cambiado círculos por temas. Pasamos a continuación a desvelar los pecados que se ocultan tras estos…
Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura
ché la diritta via era smarrita.Ahi quanto a dir qual era è cosa dura
esta selva selvaggia e aspra e forte
che nel pensier rinova la paura!Tant’è amara che poco è più morte;
ma per trattar del ben ch’i’ vi trovai,
dirò de l’altre cose ch’i’ v’ho scorte.
Así empieza el primer canto (tema) de este Comedia : Inferno, «Abandon All Hope», dejando claro desde el minuto cero que eso de las barreras sonoras son tan desconocidas como inútiles para ellos. No mentían, no, cuando osaron asegurar que esta obra era la más dura y contundente que había grabado hasta la fecha. Los dejes de black metal clásico iniciales se entremezclan con pasajes sonoros cuasi oníricos a ritmo de un órgano cuasi eclesiástico, para acabar convirtiendo este tema en toda una coctelera en la que tienen cabida, desde los Mayhem previos a matarse a cuchilladas, hasta unos Queen de visita por el Teatro alla Scala de Milán.
«The Tempest» se inicia a ritmo gutural, para cambiar radicalmente de registro a los dos minutos. Los riffs made in Meshuggah y los blast beats iniciales, acaban por fundirse en toda una clase magistral de djent jazzístico. Y cuando parece que la cosa va camino de finalizar, el tema caba por derivar en todo un himno de heavy metal clásico… y es entonces cuando Alejandro te recuerda, irremediablemente, al bueno de Halford. Y con ese riff la banda se despide para acabar tal y como empezaron. Un tema que te recuerde tanto a Meshuggah, como a Judas Priest o a Animals As Leaders, solo puede definirse de una manera: épico. Y eso que todavía les quedan siete círculos por cerrar…
En el puesto tercero, «Three Throats», su tema más alternativo. Aquí la banda da rienda suelta a su creatividad, dejando un poco de lado la contundencia y dureza de sus dos piezas iniciales. Funk y prog van de la mano para prepararnos un plato la mar de suculento, con un claro acento en el estilo de bandas como Primus. Tres gargantas como tres soles así de gordos. En el funk metal y el crossover, cuantos más cambios de ritmo/estilo, mejor. Más es bien… y mejor, y esto es así. ¡Bravo!
Con «All for Gold» retoman la contundencia y la agresividad. El hipnótico riff de guitarra que retumba de fondo durante el primer minuto es hipnótico. Ese cambio, esa bajada con la voz susurrada adornada por mil y un arpeggios y, sobre todo, la batería de Carly, brillan con luz propia a lo largo de los siete minutos y medio que dura la canción. Dejes de prog e incluso ramalazos arabescos para poner la guinda a la pieza más rara de este álbum. No sé si estos tipos haría todo por el oro, pero por la complejidad de lo que aquí hacen, bien se merecen un disco, no de oro… ¡de platino!
Una guitarra abre «Row», el tema más corto de este Comedia : Inferno. Cuatro minutos de progresiones clásicas que harán las delicias de los fans del rock progresivo más clásico… hasta que les da por romper la baraja con unos efectos y unos cambios de ritmo que bien podrían tener cabida en un álbum como Disco Volante (1995), de mis amadísimos Mr. Bungle. Y para rematar la faena, retoman por unos breves momentos de nuevo su lado más oscuro (órgano incluido), para empalmar -casi sin respiro- con «Open Casket», un tema que me recuerda mucho al estilo tan característico de una bandaza tan supina como Noah Histeria. La percusión lleva la voz cantante en este tema, que junto con elementos cuasi jazzísticos, salpicados por repentinos ramalazos de velocidad, convierten a esta canción en la más variada de este trabajo.
«Cult of Blood» lo toma donde lo deja la anterior. El estilo jazz inicial (y cuando digo inicial, me refiero literalmente a eso, a los 30 primeros segundos), desemboca en algo tan salvaje, contundente y brutal, que a medida que avanza el tema, miles de matices y referencias se te pasan por la mente. «Malebolge», que es parte del Octavo círculo del Infierno, la banda a sorprendernos (y ya van ocho -tantas como temas llevamos repasados- sorpresas). La canción se inicia de una manera muy black, para luego derivar en 1.000 cosas diferentes. El tema, el más largo del disco -con diferencia- dura 15 minutos, y podrías decir que vana te,ma/estilo por minuto. Aquí hay espacio para todo, desde el black metal inicial, al rock progresivo, pasando por ritmos más funk, blues e incluso música electrónica. Los diferentes estilos se entremezclan de tal manera que uno pierde el norte por momentos… pero es todo tan delicioso…
«Worm Angel» pone el broche final. La cosa se inicia con un órgano de iglesia, al cual se le unen rápidamente las guitarras de Dante y Juan. Es de esos temas que, tal y como ves que evolucionan desde el segundo cero, sabes que te sorprenderán y que, para ellos, solo existe un camino posible: el ascendente. A destacar la parte más blackened que precede al meridiano de la canción, justo antes de ese parón en el que nos deleitan con esas voces cuasi a capella, justo ante de volver a destrozarnos los tímpanos a base de blast beats y llamadas a Satán antes de regalarnos unos pasajes narrados del último verso de Inferno, E quindi uscimmo a riveder le stelle, que narra el precio momento en el que Dante y Virgilio finalmente contemplan el cielo estrellado del otro hemisferio, que es algo así como un presagio del nuevo camino de luz y esperanza que está por llegar después de la oscuridad anterior:
Lo duca e io per quel cammino ascoso
intrammo a ritornar nel chiaro mondo;
e sanza cura aver d’alcun riposo,salimmo sù, el primo e io secondo,
tanto ch’i’ vidi de le cose belle
che porta ‘l ciel, per un pertugio tondo.E quindi uscimmo a riveder le stelle.
Brillantísimo nuevo trabajo de Pervy Perkin. Original, duro, suave, preciso y conciso casi a partes (des)iguales. Está claro que, viendo la composición de estos nueve temas, la simetría no es lo suyo… pero, ¿quién busca la simetría cuando el caos y la anarquía pueden llegar a ser algo tan bello y perfecto?
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.