Hammerheart Records ha logrado revivir y rejuvenecer a los añorados Pestilence que parecían vagar sin rumbo claro tras su regreso al ruedo en 2009. Tras tres aceptables álbumes entran en 2018 con un retorno a las raíces más técnicas de sus inicios y retoman el camino que abandonaron tras su ruptura en 1993 tras el vanguardista e incomprendido Spheres justo cuando estaban en la cima del death metal europeo gracias sobretodo a la calidad de sus dos primeros y excelentes álbumes de culto, Cosuming Impulse de 1989 y Testimony Of Ancients en 1991. Para comprender el impacto de la banda en la escena noventera, Pestilence era en Europa lo que Cynic fue en América, bandas transgresoras de calidad compositiva incalculable y originalidad musical fuera de lo común, ambas bandas proclamaban que parte de su influencia directa venía del jazz.
Muchos dirán que no queda nada de los Pestilence originales pues solo el guitarrista y vocalista Partick Mameli sigue en la banda como miembro fundador, pero parece una marca de estilo que las formaciones de death metal vayan cambiando de integrantes cada cierto tiempo, recordemos por ejemplo a los propios Death o a Morbid Angel. La formación actual de los holandeses la completan Septimiu Harsan en la batería, Tilen Hundrap (ex Testament y Paradox) en el bajo y Santiago Dobles (ex Aghora y Cynic) en la guitarra principal.
En Hadeon no solo encontramos este esperado retorno a las raíces de la banda, sino que va más allá aportando la frescura del death metal actual y registrando unos registros progresivos como nunca antes habían gestado con tanto acierto. Tras una buena intro para calentar motores arranca «Non Physical Existent» directa a la yugular con grandes riffs típicos del estilo. Y hablando de riffs, los encontramos aniquiladores en «Multi Dimensional» que además cuenta con un logradísimo solo. Otros temas a destacar como la brutal «Layers Of Reality» que destila death metal puro y letal en cada escala, o «Astral Projection» con las habituales dosis de experimentación de los neerlandeses como en las robóticas voces de Mameli, también hay tiempo para «Subvisions» un corto tema instrumental donde el bajo toma todo el protagonismo sobre un fondo incierto y para un último trallazo marca de la casa como es «Manifestations».
Quienes daban por muertos a Pestilence deberían darle una oportunidad a Hadeon, pues la sorpresa es grata y el disco es totalmente disfrutable. Aún cambiando de formación la calidad de los músicos no es discutible pues su técnico trabajo a lo largo del álbum es excelente. Celebramos el renacimiento de una de las bandas más influyentes de la historia del death metal técnico.