Una de las sorpresas más inesperadas y de rebote más especiales del año es la reunión con nuevo disco de los vascos Π L.T.. Tras veinte años sin nada nuevo en su haber, la banda se sitúa de nuevo en activo en el panorama nacional con una ansiada reunión que además trae nueva música y consecuente gira de salas.
La banda de Mungia formada a principios de los 90 por Rafa Rueda, Aitor Abio, Xanpe, Txarlie Solano y un David González que entró en la banda más adelante, forjaron una carrera que les situó en la cima del underground. Sus inquietudes les llevaron a publicar cinco discos indispensables y viscerales que sirvieron para que su leyenda se fuera agigantando convirtiéndose en una de las bandas más eclécticas y sabrosas del panorama nacional. Una carrera evolutiva que mostró el poderío de una banda ecléctica y muy original que bebía fuertemente de las bandas más innovadoras de su época como Faith No More, banda de la que adoptaron el uso de los teclados.
Ahora, en 2024, dejada atrás la época jovial y ya en plena madurez personal y también compositiva, los de Mungia deciden salir de gira para divertirse pero se ven con la obligación personal de no vivir de rentas, sólo se podía salir de gira si era con nueva música bajo el brazo. Algo que les honra por cierto. Las inquietudes musicales de la banda siguen en alza y siendo fieles a su legado, vuelven a plasmar en su disco las nuevas tendencias alternativas del momento, y ¿qué mejor banda que represente la música del momento que los incomparables IDLES? Fuente de inspiración grande, Π L.T. no dudan en afirmar que la banda sonora de estos tiempos es la música de IDLES.
Balak airean (2024) es el título de su nuevo disco, o EP, como más os guste. Seis cortes demenciales que suman algo menos de media hora y aglutinan el concepto Π L.T. a la perfección. Lo primero y seguramente más importante de este nuevo trabajo es el hilo conductor, pues el disco trata sobre los momentos convulsos que estamos viviendo. Según la banda:
“Todo va a demasiada velocidad, vivimos presos de la inmediatez y eso hace que cualquier resbalón pueda echarlo todo a perder. Hay que andar con mil ojos para no dar con cualquiera de esas balas que corren por el aire y pueden derribarnos. Reivindicamos otro tipo de forma de vivir en la que podamos ser más conscientes y disfrutar más de cada paso que demos.”
Las seis canciones que dan forma a Balak airean giran alrededor de esta temática. Musicalmente, el disco es rompedor y dan buena muestra de que las etiquetas son imposibles para encasillar a la banda. El primer single lanzado en primavera se tituló “Garai honetan” y en ella podemos escuchar las robóticas voces interpretando en vasco una canción que nos empuja a vivir el momento sin ansiedad. Musicalmente hablando es lo más cercano al pop rock que la banda ha hecho nunca. Sin que pop rock sea algo peyorativo, ojo.
Y más allá del single de pre-aviso, el disco cuenta con cinco piezas más. La primera de ellas titulada de forma homónima “Balak airean” es un corte marca de la casa, guitarreo, teclados… un tema sobresaliente. Sigue la intensa “Banpiroak”, canción crítica que trata sobre la falsedad que envuelve el mundo de las redes sociales y la falsa imagen que cada uno muestra en ellas. Posiblemente es la mejor canción del disco.
“Kataurena” es una canción camaleónica que arranca en forma de balada y sube revoluciones de forma inesperada llegando a un clímax intenso muy interesante. Tras “Garai honetan” entramos en las dos últimas del plástico, “Eskua” y “Oraindik ez dakizun arren”. La primera es una canción potente que habla sobre la importancia de luchar por tus creencias, la canción además cuenta con un riff pesado adornado con teclados muy poderoso. Y como cierre, “Oraindik ez dakizun arren” resumen prefecto de la actualidad de la banda tanto a nivel musical como lírico.
Pocos podíamos esperar un regreso tan poderoso como el de Π L.T., quienes recuperan con facilidad el “tiempo perdido”, dos décadas de silencio truncadas de forma sobresaliente con este Balak Airean que les vuelve a situar en el panorama listos para ganar nuevos adeptos a su causa. Bienvenidos de nuevo, chicos.