Pleura – Bakarrilketa

Nacidos en Navarra de las raíces de los folklóricos Lamia, nos llegan Pleura, quienes traen un álbum sorprendente, fresco, y sobre todo muy personal.

A modo de introducción tenemos la instrumental “Hasiera”, que da paso a “Nun zabiltza”, en el que se presentan con un tema en el que, sin dar prioridad a la velocidad, sí se aprecia una fuerza innata. Se deja entrever también la intención de la banda de prestar mucha atención a la creación de ambientes envolventes, cosa que según avance el disco, descubriremos que consiguen con creces.

En “Errainua solte” nos damos de nuevo de frente con esa cadencia llena de fiereza solapada, en un tema que me hace pensar, salvando las distancias, en unos Voodoo Zombie nafarroan egina, hasta el cierre del tema, en el que cobra fuerza la influencia de bandas más cercanas al metal con el sonido característico del norte.

Un comienzo más clásico nos ofrecen en “Grixak”, con un acompañamiento de guitarras que andan a caballo entre los sonidos del rock más urbano y simple y unas melodías con cierto regusto a indie.

Una suave introducción de guitarra acústica acompaña a la voz de Olaia para entrar en “+/-“, un tema redondo en el que un sonido nu metal se deja salpicar de ritmos con influencia árabe, dando como fruto una de las mejores sorpresas del álbum.

Nos dan un descanso con “Bakarrilketa II” a modo de interludio para dejar paso a “Larru onaren truke”, tema donde de nuevo las guitarras garajeras vuelven a contrastar con una voz dulce y envolvente, cargado de altibajos que ayudan a crear un ambiente de los que hablaba al principio.

Con un sonido que mezcla la desesperanza y la fuerza, se presenta “Aintzinago zaude”, acompañando impecablemente a la letra de este tema. Pero ese debate entre dejarse vencer o plantar cara no duda mucho, y Pleura tienen claro que optan con lo segundo, y lo demuestran en “Soketan”, retomando su sonido característico, incluso dando señales de cierta influencia de los clásicos del blues.

“Deatcrush” se compone de una base instrumental más oscura, con unas guitarras que, y lo que voy a decir es una opinión completamente personal, me han hecho acordarme del maltratado Carnival of Souls de Kiss.

Llegamos al final de este viaje con “Lokaleko argiak”, donde vuelven a servirse del tándem teclado-guitarra para crear un colchón acústico que parece abrazar toda la composición, hasta dar paso a un cierre en el que vuelven a desplegar toda su calidad creativa.

Un primer álbum que deja intuir sin bastante problema las influencias de la banda, pero en el que también es patente que buscan un sonido personal, sin llegar a encasillarse en ningún escaque concreto. Una forma estupenda de comenzar esta nueva andadura.

Puti Allin

Melómano empedernido desde la más tierna infancia (lo de tierna es un decir). Todo lo demás que haya que contar, lo contaré sin problema en presencia de mi camarero.