Portadas icónicas: Jethro Tull – Stand Up

Introducción “tulliana”

Un instante realmente especial se produjo en la historia de la música, en el año 1969, cuando un prometedor grupo de Blackpool Town, tan sumamente original el mismo con su innovadora y compensada amalgama de rock progresivo, folk, blues, jazz y música medieval, asaltó por sorpresa nada menos que el nº1 de las listas oficiales de Inglaterra, con su segundo y prodigioso LP Stand Up; el cual posee impagables temazos del calibre de, por ejemplo, “A New Day Yesterday”, “For a Thousand Mothers”, “Bourée”, “Fat Man”, “Look Into the Sun” o “Nothing is Easy”, entre otros tesoros armónicos.

Además, su muy curiosa portada fue elegida como el Mejor Trabajo Artístico del Año por la histórica revista británica New Musical Express, en aquel año ’69; así que, por lo tanto este sugestivo frontal también contribuyó al éxito y bien ganada reputación de dicho álbum, el cual consagró, definitivamente, al combo capitaneado por el inimitable Ian Anderson.

Añadiremos que las magníficas y logradas cubiertas de los magnos Jethro Tull, como también This Was (1968), Benefit (1970), Aqualung (1971), Thick As a Brick (1972), Minstrel in the Gallery (1975), Stormwatch (1979) o The Broadsword and the Beast (1982); entre otras suyas, nunca han dejado indiferente a nadie y siempre han generado un alud de comentarios de multitud de fans y de prensa especializada. Y es que en el caso concreto de Stand Up, de 1969, nos hallamos ante esa misma situación de algo llamativo y especial e iremos comprobando, seguidamente, algunos detalles del proceso de creación de este óptico pórtico que conduce hacia el LP citado.

Contacto inicial

El asunto se inició en Febrero de 1969 cuando, Terry Ellis, apoderado de los propios Tull, resultó que, a través de un amigo suyo, contactó con un habilísimo escultor profesional de New York, llamado James Grashow. Se trataba de si éste último se podía encargar de la imagen de presentación del nuevo y segundo trabajo discográfico de la emergente y peculiar formación de Lancashire County.

Entonces, el mismísimo líder, flautista y cantante de Jethro Tull, es decir, el gran Ian Anderson, además del propio Terry Ellis, mandaron ambos una limusina hasta Manhattan para recoger en su casa a Grashow; el cual quedó ampliamente complacido por esa cortesía.

Así pues, dicho vehículo de lujo transportó al artista hasta la ciudad New Haven, donde el grupo ofrecía un concierto y, seguidamente, el citado ebanista observó y acompañó, durante una semana, las actuaciones de la propia banda en Estados Unidos, en 1969, para irse él familiarizándose con la imagen de aquellos cuatro músicos británicos; de los que por cierto el mismo James Grashow ¡nunca había oído hablar antes!

Primeros conceptos en la mente

Una vez reunidos Ellis, Anderson y Grashow (además intervenir, también, el insigne productor musical John Owen Williams) para acordar todos ellos como se iría conformando el concepto visual de portada; entonces, el propio artista James propuso que los cuatro integrantes de Jethro Tull apareciesen sentados en dicho frontis, luego expresó él que los músicos se pondrían de pie en la imagen central al abrir el LP (eso evocaba, de modo bromista, la frase “stand up”, es decir “levántate”; la cual titulaba el álbum) y, finalmente, dicho artista dijo que al cuarteto se les vería alejándose en la contraportada.

Por su parte, Ian Anderson y el representante Terry Ellis lanzaron la idea matizada sobre que, para dicha parte interna del vinilo, deseaban un dibujo desplegable y ascendente de los cuatro Tull, aunque con sus caras reales; todo ello al abrirse la funda del propio Long Play, recalcamos. Aquel mismo detalle trataba de recrear el aspecto simpático de algunos cuentos infantiles, los cuales utilizaban ese formato de siluetas salientes. Así mismo, se llevó a cabo originalmente aquello, en 1969, y dicho troquelado, en 3D, resultó toda una innovación visual para la época, en cuanto a discos de rock se refiere.

Aclararemos que lo de la graciosa figura desplegable de cartón-piedra no tuvo continuidad en la reedición de Chrysalis Records, de Stand Up, en 1973 (sin interior la misma); lo que motivó que muchos coleccionistas suspirasen, durante las siguientes décadas, por aquella primera publicación en vinilo, de 1969. Sin embargo, el susodicho tema de los muñequitos que se “levantan” de los cuatro Tull se recuperó en otra edición remezclada del LP, en el año 2017, en formato de 180 gramos.

Trabajo de elaboración de la portada

Puesto ya manos a la obra con la labor artesanal para la portada, en el citado Febrero de 1969, James Grashow utilizó la técnica de la xerigrafía, que consistía en un arduo tallado de madera de una figura, en este caso el cuarteto “tulliano”.

Después, el ebanista Grashow untó con tinta dicho grabado y le puso encima al mismo, de modo presionante, un papel especial para así obtener una impresión del relieve. De tal modo, situados de izquierda a derecha, aparecen sentados en la imagen oficial de la cubierta Ian Anderson (voz, flauta y guitarra acústica), Martin Barre (guitarra eléctrica) y Glenn Cornick (bajo) y al que se le ve tumbado es a Clive Bunker (batería).

La anécdota divertida, en medio de aquel puntilloso proceso, se produjo cuando un impaciente Ian Anderson, para ver como iba todo, se solía pasar por el estudio de aquel escultor norteamericano; el cual gruñía, para sus adentros, sobre que ya se había presentado en su taller, de nuevo, aquel tío inglés, con pantalones colorados, cabellos revueltos y, en general, una pinta inadecuada; refiriéndose Grashow al propio Anderson, por supuesto.

Todo aquel laboriosísimo trabajo le llevó a James Grashow unos tres meses, nada menos, debido a que este profesional tenía toda la intención de que la representación de Jethro Tull quedara lo más realista posible.

Diremos que una vez concluido el trabajo portadista, a los integrantes de Jehtro Tull les encantó como había quedado aquella “ventana” de acceso a Stand Up y ni siquiera pidieron efectuar ningún retoque posterior.

El “enigma” de los 11 dedos

Otra de las curiosidades del asunto, en cuestión, acerca del resultado final de la cubierta, fue que si uno se fija bien en la parte izquierda de la imagen, el propio Ian Anderson tiene 11 dedos en vez de 10 (compruébese, si así lo desea el lector). Esto mismo suscitó que infinidad de fans de la banda, a través de correo postal y con el transcurrir de los lustros, preguntaran al propio retratista James Grashow si acaso existía algún significado oculto en aquel elemento de una de las manos con seis extremos.

Sin embargo, el mismo Grashow aseguró y esclareció de una vez por todas, en el año 2019, (es decir, 40 años después) que todo eso de los “once dedos” se debió, solamente, a un pequeño error que cometió él mismo en el proceso de tallado y cortado de la imagen maderera; la cual luego aparecería refractada, oficialmente, de portada en Stand Up.

Otras xerigrafías rockeras de James Grashow

Aparte de otro tipo de esculturas, ajenas a la música, que realizó en fuentes o zoológicos a lo largo de su prestigiosa trayectoria, la relación del mismo James Grashow con el rock and roll continuó después de Stand Up cuando, a través de la propia técnica de la xerigrafía, él también efectuó, por ejemplo, la portada del álbum de The Yardbirds, en 1971, Live Yardbirds: Featuring Jimmy Page; además de que el mismo Grashow también empleó este método maderero con encargos que le hizo la celebérrima revista Rolling Stone, donde el mismo James retrató a míticos músicos de la categoría de Elton John, Jim Morrison, Elvis Presley y Jimi Hendrix; durante los años 70.

Epílogo

Concluiremos comentando que el propio James Grashow se apercibió de lo icónico de la portada de uno de los más geniales y fabulosos álbumes de toda la trayectoria de Jethro Tull como es Stand Up, cuando dicha caricatura de la cubierta apareció impresa en todo tipo de merchandising; a lo largo de las décadas.

Y es que definitivamente, dicha estampa sobre Jethro Tull, de 1969, ha trascendido todas las épocas y permanecerá, siempre, en la retina de los aficionados fieles al más sublime y placentero rock.

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Sobre Txus Iglesias 62 Artículos
Albergo una inquebrantable fe en ese sacro, inmenso, lumínico e intemporal motor bautizado como “rock and roll”.