Hay portadas de disco míticas, hay portadas icónicas. Y más allá de estas, hay las perturbadoras. En este apartado podría citar el debut de Black Sabbath, el segundo trabajo de Crystal Castles, el Christ Illusion de Slayer, Holy Wood de Marilyn Manson y también Life Is Peachy y el debut homónimo de KoЯn.
Hoy celebramos los 30 años de existencia de este último, KoЯn (1994). Un disco que cambió las reglas del juego, que aportó una nueva vida al metal y nos introdujo el nu metal. No voy a entrar mucho en detalles sobre el disco, pues mi amigo y compañero Rubén de Haro ya hizo un artículo muy completo cuando el disco cumplió 25 años que podéis leer aquí. Solamente voy a lanzar algunas ideas / información básica para completar este reportaje destinado a saber más de su icónica y perturbadora portada.
La banda encabezada por Jonathan Davis debutaba a lo grande hace tres décadas con un disco que supuso una ruptura a todo lo que se conocía en cuanto al metal. Cuando escuchas por primera vez KoЯn piensas: ¿qué broma es esto? ¿Estos tíos no saben tocar? ¿Esto es metal? Seamos sinceros, el 99% de oyentes primerizos de KoЯn no entendieron esta nueva propuesta. Pasabas “Blind” pensando, bueno, no esta mal. Aterrizabas a “Ball Tongue” y pensabas: vale no, cambio de disco. Canción sin ritmo, sonidos incómodos, duración excesiva… no entiendo nada. Personalmente, me costó años comprender a KoЯn y aún más años disfrutar a KoЯn.
La estética de KoЯn no encajaba ni a nivel visual ni a nivel musical. De hecho, para la mayoría de heavymetaleros de vieja escuela, KoЯn sigue sin encajar. Sus características más reseñables son dos guitarras con gran distorsión, con siete cuerdas y con numerosos efectos, una batería muy seca y característica, un bajo que tiene gran protagonismo y técnica, y unas letras que en su mayoría hablan de problemas personales y sociales que afectaron en la vida de Jonathan Davis. Se pueden encontrar diferentes mezclas de sonidos que generan climas bastantes ásperos en canciones como “Faget”, o cierto sadismo en entonaciones de Davis en “Daddy”.
Artwork de KoЯn
Si hacemos un análisis visual rápido de la imagen de portada del disco, podemos ver una niña sentada en un columpio mirado en dirección del sol, tapándose o haciendo sombra a sus ojos para ver la figura que tiene enfrente. Una figura que nosotros no podemos ver, pero si vemos su sombra bien definida sobre la arena del parque infantil. Vemos lo que seguramente es la figura de un hombre que tiene cuchillas en su mano izquierda. También vemos que la posición corporal del individuo en cuestión es amenazadora.
Si tiramos de un poco más de imaginación, podríamos ver como la sombra de la niña sobre el columpio y las cadenas del mismo dan la impresión de que la niña está ahorcada. Las sombras de la imagen también muestran el logo de la banda sobre la sombra del columpio. La fotografía fue hecha por Stephen Stickler, y el diseño fue dirigido por Jay Papke y Dante Ariola. La “modelo” es Justine Ferrara, sobrina del representante de Immortal Records, Paul Pontius. Justine ya de mayor comentó que recobrada perfectamente al inquietante y tétrico hombre. Añadió:
“Era un tipo súper agradable. Me estaba haciendo un favor al tapar mis ojos de la luz del sol.”
Durante la sesión de fotografías el tío Paul y su hermana, la madre de Justine, estaban en el patio de West Hollywood detrás de las viejas oficinas de Immortal Records supervisando lo que parecía un rodaje relativamente inofensivo de una hora.
“Mi hermana y yo estuvimos allí todo el tiempo viendo a Justine balanceándose mientras Stickler le decía: ¡Mira asustada!”
La idea de hacer esta fotografía surgió del guitarrista de la banda, James ‘Munky’ Shaffer, junto a Davis y el batería David Silveria. Colocaron el logo de KoЯn en las para que la sombra de la niña pareciera que estaba colgando del logo y además desaturaron los colores para darle a la imagen un aspecto antiguo y desvaído.
Como curiosidad añadida, las manos aterradoras en forma de garra en la foto se lograron sin accesorios. Ariola simplemente movió sus dedos tratando de hacer formas espeluznantes en las sombras. Era ya tarde así que las sombras se estaban alargando.
A Justine Ferrara se le pagaron 300 dólares por sus habilidades de el columpio y según dice no se le permitió ver la portada hasta que estaba en octavo grado. Comentó también Justine de mayor:
“Escuché que mis padres no estaban muy felices. Mi madre no estaba interesada en que los niños punk reconocieran a su pequeña niña en el supermercado. Pero creo que es genial. Tengo algunos modelos en mi haber.”
Si seguimos con otras imágenes del disco, podemos ver una sugerente contraportada que habla por ella misma. El columpio vacío lo dice absolutamente todo. Por otro lado, en el booklet de ese disco, se ha colocado imágenes de juguetes viejos y de mal aspecto (quizá haciendo alusión a algún trauma de infancia, que el cantante pudo haber tenido), así como revistas pornográficas.
Que cada quien juzgue si esta portada es o no icónica. Lo que es indiscutible, con el paso de los años y visto en perspectiva, es el impacto y la casi unánime admiración que ha generado este álbum. Tanto por lo que revela como por lo que sugiere, para mí, más que icónica, esta portada es esencial.