Y llegamos al repaso de la tercera y última jornada del Primavera Sound 2023. El festival de referencia de Barcelona, y ya actualmente de muchas otras ciudades a nivel mundial, regresa con un vertiginoso y ecléctico cartel. Un sábado de los más ecléctico con esa dupla de cabezas de cartel formada por Rosalía y Calvin Harris. Dos propuestas bastante lejanas al estilo que abanderamos en nuestra revista. En esta tercera jornada, vamos a tener que afilar más que nunca el lápiz y ajustar la puntería para dar con bandas más rockeras. Si vamos indagando en la letra pequeña nos topamos con alguna que otra sorpresa.
Imprescindibles
Måneskin
Tras arrasar hace unas semanas en su paso por el Palau Sant Jordi, la banda de rock de moda del momento traerá su glam show al Primavera Sound. La banda italiana, ganadora de Eurovisión hace un par de cursos, tiene tantos admiradores como detractores. Pero nadie puede hacernos dudar de que su directo es aplastante y dinámico como pocos. Sangre nueva para una escena que nunca morirá.
The War on Drugs
The War on Drugs son unos viejos conocidos por nuestro festival, su última visita fue en 2018. La banda liderada por el carismático Adam Granduciel es una de las mejores bandas de indie rock de la última década y muestra de ello es su última tríada de discos: Lost in the Dream (2014), A Deeper Understanding (2017) y más recientemente I Don’t Live Here Anymore (2021). Musicalmente deliciosos, meticulosamente perfectos, The War on Drugs seguirá enamorando a fieles y nuevos en uno de los conciertos señalados en rojo en esta última jornada del Primavera Sound.
My Morning Jacket
Hemos necesitado 25 años de carrera y 9 discos de estudio para poder tener en Barcelona a My Morning Jacket. Sí, lo has leído bien. La banda de Jim James solo ha pasado cuatro veces por España, la última en Azkena de 2012. La banda de Kentuky nos traerá al fin su delicado indie con aromas country y, con un poco de suerte, veremos varias piezas de su obra maestra It Still Moves (2003) que cumple 20 años este verano.
The Voidz
Pocos saben de este grupo liderado por un tal Julian Casablancas. Sí, solo hay uno, el líder de The Strokes. The Voidz es el proyecto de alguien que quiere intentarlo todo y ponerse a prueba en todo. Utiliza las influencias a las que ha estado expuesto a lo largo de los años y las lleva al extremo (como la new wave) y, como extra, incursiona en áreas que nunca habríamos imaginado (como el electro-heavy), mientras que, siempre, conserva su don melódico. The Voidz es saltar al vacío, absolutamente… pero aterrizar de pie. Cita obligada sí o sí.
Gilla Band
Ocho años y un cambio de nombre después de The Talkies, Gilla Band se han planteado su tercer álbum como un reto escultórico: tomando el post-punk como si fuera un bloque de roca caliza, la han emprendido a golpes, a cincel, maza y martillo, con un estilo que tiene mucho imitador, pero poco creador. En la barahúnda de pedaleras de Most Normal, se percibe una ambición que no sigue manuales ni referencias directas. Dice Dara Kiely, su cantante, que en sus influencias están “todos los artistas que citaba James Murphy en Losing My Edge”. Y encima, habría que sumarle a los últimos Low, a toda la no wave, a PiL, al techno duro, a A Flock of Seagulls, a Earl Sweatshirt o a, por supuesto Sonic Youth. Resumiendo: esto es rock en contra del rock.
Wednesday
De la profunda Carolina del Norte llegan Wednesday. La banda liderada por Karly Hartzman es una mezcla alocada de estilos tan diversos como el noise, el shoegaze y el country. Distorsión, capas… gritos, melodías. Todo esto y más lo podrás ver en directo si te dejas caer por el escenario donde Wednesday sacaran a relucir su propuesta. su último álbum Rat Saw God (2023) es un must. Siendo, sin lugar a dudas, uno de los discos del año y esperemos una de las sorpresas del Primavera Sound.
Los Ganglios
«Perdón por las molestias y gracias por todo!!”. Así, de un día para otro, se despidieron Los Ganglios en 2019. Y de manera igualmente abrupta anunciaron su regreso la pasada primavera, como si el hiato hubiera sido una travesura más en su trayectoria. En cualquier caso, aquí están de nuevo, dando cera con su popurrí estilístico, esas letras repletas de jerga que mueven a la carcajada histérica y unos temones de superficie bufa que dibujan un retrato muy serio del Celtiberia Show. Vuelve la leyenda negra. Vuelven Los Ganglios.
Altamente recomendados
St. Vincent
Annie Clark, más conocida bajo el nombre artístico de St.Vincent regresa al festival tras su paso en 2014. Des de entonces, la artista no ha dejado de crecer y crecer y se ha convertido en una de las más amadas y respetadas figuras del indie – art pop de los últimos lustros. Con una carrera plagada de grandes discos como Marry Me (2007), Actor (2009) o Strange Mercy (2011) y mutaciones estilísticas como la que nos regaló en su último disco titulado Daddy’s Home en el que Annie nos muestra su faceta más soul cargada de psicodelia, la oportunidad de ver a la norteamericana en directo debería ser obligada para cualquier asistente.
John Cale
John Cale, leyenda viva de la historia del rock. Fundador de The Velvet Underground, banda que definió el género. A lo largo de seis décadas de carrera, Cale ha experimentado en distintos géneros musicales como rock, drone, clásica, avant-garde y la electrónica. Aún con sus 81 años sobre sus espaldas, ver en directo a un genio como Cale es una experiencia obligada una vez en la vida.
Caroline Polachek
Era 2017 cuando lloramos (y con razón) el final de Chairlift, pero quizá no habríamos llorado tanto si hubiéramos sabido que el spin-off de Caroline Polachek iba a llenar rápidamente el hueco que dejaba su proyecto junto a Patrick Wimberly. Porque cuando el dúo neoyorkino cerró su puerta, Polachek abrió de golpe mil ventanas pop a través de las que se cuelan sus gorgoritos de soprano venida del futuro. Sea junto a la pandilla de PC Music o con su amigo Sega Bodega, colaborando con Charli XCX, versionando a The Corrs para revalorizarlos al instante o experimentando con la rumba catalana (!) en Sunset, Caroline Polachek sigue dando motivos para que nadie tenga nostalgia de 2017.
Surf Curse
Surf Curse es un dúo que se mueve entre marejadas de distorsión y una resaca melódica que les llevó primero al circuito underground de Los Ángeles y, una década después de su formación, a hacer furor en TikTok con su tema «Freaks». Un impulso inesperado y tardío, pero totalmente comprensible: sus letras de alienación y orgullo rebelde conectan instantáneamente con los jóvenes, sean de la generación que sean.
Be Your Own Pet
A mediados de la década de 2000 el revival garage punk de la escena de Nashville tomó forma, brevemente, por supuesto, con be your own PET. Una carrera que se forjó en la adolescencia y acabó con ella. Jemina Pearl echa la vista atrás y achaca aquella ruptura a su sexualización por parte de los medios, el público y la industria. No olvidemos que por aquel entonces no tenía más de 18 años. En los quince años que han pasado desde entonces, algunas cosas han cambiado, y no podemos dejar de pensar en qué habría pasado si todo lo que sabemos ahora se hubiera puesto en práctica mucho antes. Una cosa está clara: BYOP no acabó en 2008, su legado inspiró a cientos de bandas como Paramore o Big Joanie. Ahora vuelven para reclamar lo que siempre fue suyo: diversión.
Rosalía
La diva de Sant Esteve Sesrovires vuelve a capitanear el Primavera Sound. Si en su última presencia aún estaba despuntando en el mundo con su Malquerer, ahora es una de las artistas con mayor proyección del planeta. Gustará más o menos su propuesta, pero nosotros nos dejaremos caer para disfrutar de un espectáculo único.
Ezra Furman
Hasta hace poco, Ezra Furman no pensaba en el mañana. No se trataba de una actitud vital. Simplemente, no podía. No encontraba referentes que encajasen con su situación vital, la de una persona transgénero y madre de un bebé. Esta clase de estabilidad y perspectiva a largo plazo parecía privada a la comunidad trans. Pero, un día, Furman decidió que el futuro era ella y lo que decidiera hacer con su vida. Las canciones del reciente All of Us Flames surgen de esa nueva e inspiradora perspectiva, como relatos de sabiduría queer que unas veces trastocan el imaginario de Bruce Springsteen, otras se miran en la inolvidable Ally Sheedy de El club de los cinco y, casi siempre, acaban restallando en pop suntuoso.