Psychedelic Porn Crumpets son australianos, practican un rock psicodélico de corte garage / indie. ¿Qué puede salir mal? Evidentemente tienen en mucho en común con las también australianas bandas Tame Impala, King Gizzard and the Lizard Wizard y Pond. No sé que está ocurriendo en las Antípodas pero todo lo que sale de allí se va bañando en la marmita de la calidad.
La banda de Perth y liderada por el vocalista y a su vez guitarrista Jack McEwan nos presenta su cuarto disco de estudio en seis años. Con sus tres discos anteriores fueron aumentando la base de fans y su evidentemente su propia reputación. Psychedelic Porn Crumpets ya no son unos desconocidos y las cifras lo respaldan. Nueve de las diez canciones más escuchadas en su Spotify tienen más de 1.5M de reproducciones y tienen más de 500K oyentes mensuales. ¡Nada mal!
En cuanto al disco titulado Shyga! The Sunlight Mound, encontramos 14 cortes en 40 minutos. Durada media de las canciones 3:30, muy buen minutaje para el tipo de canciones que nos ofrecen. Alguna de ellas estirada innecesariamente pero pensando en modo global, muy acertado. El disco en su conjunto transmite un estado de ánimo energético, se trata de un disco muy cohesivo.
En el disco nos topamos con multitud de vertiginosos riffs del guitarrista Lance Parish y un juego de batería muy capaz con unos tambores eufóricos y agradables que aportan o restan intensidad cuando se precisa.
En cuanto a las canciones, “Tripolasaur” y “Mundungus” son dos piezas excelentes y se destacan como los puntos culminantes del disco. Las influencias psicodélicas de sonido muy actual se pueden ver en canciones como “Mango Terrarium” con unos pasajes y voces que recuerdan al bueno de Kevin Parker y sus Tame Impala.
Grandes momentos de total disfrute también los encontramos en la larga “The Tale of Gurney Gridman” que con sus 4:29 se presenta como la más larga del disco y que actúa bien como cierre al disco. “Big Dijon” que sirve opuestamente como apertura con solamente 1:06 es una buena pieza, también “Tally-Ho”, un impactante corte en el que reina la distorsión.
Si todavía no conocías Psychedelic Porn Crumpets, ha llegado el momento. Si por el contrario, ya seguías de cerca su corta carrera, éste disco te hará disfrutar incluso más que el resto de su discografía. Excelente disco de los aussies quienes demuestran su potencial y presentan candidatura para establecerse en una nueva división.