¿Qué significó El día de la Bestia para la escena metal de aquí?

¿Qué significó para ti la película El día de la Bestia?

Alfonso Díaz (Rafabasa.com / El Octavo Día)

Para el que suscribe estas líneas, como para muchos de su generación, El día de la Bestia fue como hacer un cambio de chip con respecto a la relación que teníamos con el cine español. Con esto no quiero decir que no hubiera buenas películas antes, que por supuesto las hubo. Sino que lo que primero te venía a la cabeza al hablar del cine de aquí eran los retratos costumbristas de Berlanga, alguna comedia tonta de Paco Martínez Soria, las películas del destape que realizaron el tándem Andres Pajares y Fernando Esteso bajo la dirección de Mariano Ozores; y cómo no, algunos trabajos del oscarizado Pedro Almodóvar. Pero no creo que ese fuera el tipo de historias que pudiera cautivar y llamar la atención de un chaval que todavía no había cumplido la veintena.

“El Día De La Bestia”, supuso pues una bocanada de aire fresco para el cine español, contando con la dirección de un director joven e inquieto como era en aquella época Alex De La Iglesia, que había debutado un par de años antes con Acción mutante. Además, contaba con un gran reparto, con Santiago Segura, Alex Ángulo, Armando De Razza y El Gran Wyoming entre otros. Por otro lado, la historia del retorno del Anticristo trenzada en una gran ciudad como es Madrid en fechas navideñas resultaba de lo más histriónica y desternillante, y má,s si la salpicamos de sexo, drogas y heavy metal.

Javi Félez (Moontower Studios / Metal Hammer / The Metal Circus)

Recuerdo ir a ver la película al cine cuando salió a mediados de los 90, todo el mundo hablaba de ella, nos picó la curiosidad y no pudimos resistirnos. Éramos unos vándalos por aquella época así que creímos conveniente ponernos un poco finos antes de entrar al cine e incluso fumarnos algunos cigarrillos en las primeras filas como acto de rebeldía; éramos unos pringaos ahora que lo pienso. Existían algunas películas donde los protagonistas eran rockeros/metaleros tipo Cabezas Huecas,Wayne’s World, Las Aventuras de Ford Fairline… Pero siempre era para ridiculizarnos. El Día de la Bestiano era una excepción, por supuesto, pero tenía esa aura de oscuridad y humor macabro que la hacía muy diferente del resto. La compré en VHS cuando salió y en DVD unos años después, suele ser un film de visionado obligatorio cada X tiempo. Los efectos especiales se ven prehistóricos, pero el guion, varias escenas, los personajes, muchas de las frases lapidarias de la película… Siguen siendo oro puro y nunca te cansas, algo parecido a Airbag. Fue un honor participar encargándome de la edición sonora del documental Herederos de la Bestiaque dirigió mi colega Diego Lópezhace 4 o 5 años y que tuvo cierta repercusión.

Iñi (Childrain)

Bueno… era el año 1995 si no me equivoco yo tenía 11 años sólo. Mis aitas siempre habían sido bastante protectores con lo que veía en la televisión, por lo que hasta años después no la pude ver. Lo que si se me quedó grabado es la imagen del diablo encima de los andamios, me recorrió un escalofrío al verla. Años después, cuando yo ya estaba oyendo bandas de punk rock, hxc y demás, la pude ver. Me encantó. Era divertida, irreverente y oscura a la vez. El estilo de Álex de la Iglesia se me quedó y para mi es referente en el cine (uno de mis hobbies). La he visto como mil veces y tanto el cura como el heavy se salen. El trasfondo social que mueve me resulta también muy interesante, quién sino satán iba a ser tan cabronazo con los más desfavorecidos… Creo además que creó un estilo que no se había dado en el cine nacional, que luego ha sido absorbido por otros realizadores. Un 8,5 sobre 10 para mí.

P.D.: como curiosidad, te muestro el cuadro que me han puesto detrás en mi oficina…

Iván Allué (Metal Cry / escritor)

Significó mucho, la verdad. Sobre todo, por la edad que tenía: 14 años. Creo que me la pasó un colega en VHS, y me dejó flipado esa atmósfera satánico-navideña. Hay frases que guardo y todavía repito cuando la ocasión lo merece, del tipo “¿Quieres poner heavy?”, imitando el italiano de Armando de Razza, o “¡Mire cómo vuelo padre, como los ángeles!”, cuando José Mari cuelga del cartel de Schweppes… No hay Navidades que no me apetezca ponerla y no cabe decir que, desde que la vi, soy fiel seguidor del cine de Álex de la Iglesia. El papel de Santiago Segurate atrapa a la primera. Si bien es cierto que está plagado de los peores tópicos, es entrañable, y hasta ganó un Goya por ello. Todo en su conjunto me atrapó: ¡cine negro con un humor exquisito y con una BSO espectacular!

Raquel Choy (Directora de cine y guionista)

Nunca pensé que, en aquella época, siendo muy joven y acostumbrada a ver básicamente cine americano, una comedia española gamberra, y quizá por ser tan gamberra… me llegara tanto, me intrigara, y me hiciera sonreír. Y, en definitiva, hacerme pasar tan buenos momentos. Tanto los actor@s, como la dirección de fotografía, las localizaciones, etc. en todo momento logran crear el ambiente adecuado para sumergirnos en un Madrid decadente que ¿posiblemente esté albergando el nacimiento del anticristo? Y todo acompañado por la banda sonora de nuestros grupos más irreverentes, con sus ritmos tan apabullantes y espasmódicos que tantas veces he bailado.

Luismi (Leather Rose)

En su momento fue algo rompedor que no estábamos acostumbrado a ver en nuestro cine. Me pilló cumpliendo la mayoría de edad y cuando vi el tráiler me llamo mucho la atención. Además, a la gente que nos gustaba el heavy o el rock hizo mucha gracias que el protagonista fuera un heavy descerebrado y hubiera tantas referencias a nuestro rollo.

Albert Vila (Science of Noise)

Como buenos adolescentes metaleros que se precien, la sola mención de que iban a hacer una película satánica con un jebi como protagonista nos hizo babear a mí y a todos mis colegas. Porque a pesar de que ya nos gustaría encontrarnos en esa situación a día de hoy, hace 25 años los heavies nos sentíamos absolutamente marginados por la estándares de la cultura popular (y hablo de tiempos en los que Guns N’ RosesMetallica o Aerosmith hacían números 1 de los 40 Principales), y solo parecíamos ser buenos para cumplir con el estereotipo de quillo y malote delincuente de poca monta en películas tanto de aquí como de allí, así que el hecho de que nuestra comunidad, nuestra música y nuestra forma de ser pudiera gozar de tal visibilidad en una película que resultó ser un éxito de masas nos llenó de excitación y, quizás, incluso de orgullo.

Visto con la perspectiva del tiempo, tampoco es que el personaje que interpreta Santiago Segura en El Día de la Bestia sea un ducho de habilidades intelectuales, sino más bien es un tío algo simplón que se acerca más al futuro Torrente que a ningún ejemplo especialmente positivo para nuestros vástagos, pero la familiaridad del entorno estatal y la decadencia a la que ya estábamos acostumbrados en las películas de Álex de la Iglesia después de haber visto la genial Acción Mutante, añadido al hecho de que en el fondo ya nos gustaba que nos representaran (porque así nos sentíamos identificados) como beodos despreocupados y fiesteros, hizo que toda la comunidad metalera abrazara el film como un tótem, impregnando parte de nuestra idiosincrasia hasta el día de hoy (y a este reportaje me remito, sin ir más lejos).

Aunque para seros sincero no me acuerdo del todo si fui a ver esta peli al cine (supongo que sí), tanto yo como mi entorno vivimos su salida con total excitación. Es posible que algunas cosas me hicieran levantar la ceja, pero en general creo que todos nos la miramos con un espíritu bastante acrítico, suficientemente satisfechos como estábamos por su propia existencia. Debo confesar que hace muchos años que no la veo y que, quizás, sería interesante ver cuál es mi opinión sobre ella a día de hoy, aunque quizás es mejor no hacerlo y así quedarme con el mito y la sonrisa nostálgica que me produce pensar en ella, dejando en el pasado las costuras que ya de por sí recuerdo que tiene.

A pesar de ello, el estatus de culto que ha adquirido El Día de la Bestia en España es innegable y totalmente justificado. A mediados de los noventa la comunidad metalera en este país era amplia y fuerte, con los jebis ochenteros aún coleando sobradamente y las nuevas generaciones (entre las que me incluyo) en pleno apogeo tras el éxito de masas de Metallica y la aparición (o el cambio de rumbo) reciente de bandas que iban a ponerlo todo patas arriba como Pantera Sepultura. Por ello, el hecho de ser protagonistas y tener una visibilidad en el celuloide de masas a la que no estábamos para nada acostumbrados nos llenó a todos (y a mí también) de orgullo y de sentimiento de pertenencia. Aunque fuera una sola vez y a través de una película, me temo, que nos parodia más que nos homenajea.

Abel Martín (Science of Noise)

En aquellos años de bachillerato, tras haber quedado flipado con los cortos de Evilio (1992 y 1994) y la friki aventura de ciencia ficción Acción Mutante (1993), el hecho de un nuevo estreno por parte de Álex de la Iglesia era motivo de fiesta. Así pues, aquel año decidimos acudir en grupo al Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges con ingenua ilusión, y eso que ya teníamos más pelos en los huevos y en la barba que nuestros progenitores, de conseguir allí alguna entrada para el estreno.

Evidentemente el hecho que el equipo de rodaje se encontrara en la bella ciudad costera sirvió para que todas las entradas se agotaran a la velocidad del rayo, y eso que no había en aquellos años la compulsiva compra por internet, todo se hacía por teléfono o por los cajeros de la Caixa de Catalunya (la roja, no la de la estrellita).

Aún así decidimos acudir para disfrutar de una fantástica jornada y acabar bebiendo kalimotxo en uno de los parques del paseo de la playa. Casualidades de la vida, por aquel lugar pudimos ver a un grupo de personas entre los que reconocimos de espaldas la entonces oronda figura de Santiago Segura. Aquella coronilla y esas greñas no dejaban lugar a dudas. Lástima que se encontraban a unas decenas de metros y nos dio reparo abordarlos por sorpresa durante la noche. No se hubieran llevado una agradable sorpresa al verse abordados por unos cuantos jovenzuelos con aliento a kalimotxo.

Así pues, después de su estreno oficial, en una pequeña sala de multicines de un centro comercial de Cornellà, acudí a mi cita pendiente. En aquella época era habitual que fuera solo al cine, y allí me senté comprobando que apenas éramos cinco personas. A la mierda, pensé. Sobre lo ocurrido durante las casi dos horas de película mucho se ha escrito, lo que significó para mí, sólo los más cercanos lo conocen. Quedé absolutamente enganchado a su propuesta, creyendo como muchos, que Santiago Segura era tan heavy como nosotros. Mucho habíamos leído sobre ella en aquellas revistas de cine fantástico, que aún conservo y que mensualmente comprábamos con devoción. Pero lo que no iba a imaginarme es que sería una de las películas que, a día de hoy, aún disfruto como el primer día. Es más, espero poder verla en breve junto a mi hijo adolescente, pues ya ha preguntado por ella en más de una ocasión.

Marc Gutiérrez (Director de Empire Magazine)

Para los que nacimos a finales de los setenta o principios de los ochenta El día de la bestia es un título de referencia a nivel cinematográfico. Entonces no había internet, ni redes sociales ni distracciones de este tipo. La forma de llegar a la gente era otra. El entretenimiento también.

Los adolescentes de aquella época teníamos dos películas de referencia, Historias del Kronen y El día de la Bestia. O eras de una o eras de la otra. El otro debate de entonces era si eras de Metallica o de Guns N’ Roses.

Un entonces joven Alex De La Iglesia dirigió una cinta que aunaba a Santiago Segura, Alex Angulo y Armando De Razza en una hilarante historia que se cargaba la navidad de un plumazo con la llegada del anticristo. Un concepto rompedor en un cine tildado, muchas veces, de casposo.Ahora, en 2020, supone una película de culto que a los jóvenes (y no tan jóvenes) de nuestra generación.

MetaAln3rd (Samu Plays Dirty)

No negaré que al salir de la sala de estrenos mi sensación era un poco agridulce; quizás porque las expectativas se inflaron en exceso, quizás porque el desenlace (y sigo pensando lo mismo) sea un poco «desangelado» (y eso que la presencia final de «El Ángel Caído» de El Retiro no podía ser más simbólico, ya que se encuentra a 666 metros sobre el nivel del mar). Había un final alternativo que jamás se filmó, pero aquello tal vez hubiese sido demasiado pa’l cuerpo (incluso para el del público más curtido).

Pese a ese bajón final, el resto del metraje de «El Día De La Bestia» funciona igual de bien 25 años después. Un guion milimétrico, unos personajes más grandes que la vida misma (el quijotesco Jose Mari, death metalero, satánico y de Carabanchel, es a la vez profético, pues en su nombre lleva los de los progenitores de El Hijo de Dios), un ritmo frenético que, en una zeta, cruza medio Madrid, y un sinfín de escenas que te las llevas a la tumba. Y, qué hostias, hasta Nathalie Seseña luce la mar de rica en el Día del Armaggedon.

Fernando “Tanxencias” Sampedro (Popular 1 y escritor)

Es muy divertida. La vi el año pasado y… quizá haya envejecido mal. Me dio esta impresión pues yo la vi en cine cuando se estrenó y considero que no ha envejecido todo lo bien que debería. La película es un cachondeo, súperdivertida, aunque quizá creo que la percepción de que ha envejecido mal es porque inconscientemente tenemos al Santiago Segura actual en mente. Ya no es aquél freak de ese momento. Ahora es un personaje mainstream en el que el mismo personaje ha devorado a la persona. Igual sea solo por la propia película, pero es un film que marcó un punto de inflexión. Una rara avis en el cine español. Ahora hay mucho más nivel que antes tanto a nivel técnico como artístico. Pero que en ese momento saliera una peli de terror de género satánico en la que el heavy metal tenía tanta presencia fue un shock para todos. Es una de las películas definitivas del cine español, para bien o para mal.

¿Qué influencia tuvo para ti su banda sonora?

Alfonso Díez (Rafabasa.com / El Octavo Día)

Y es que precisamente uno de los grandes activos de la película, y que llamó la atención de mucha gente, fue su fantástica banda sonora, muy representativa de la música que se hacía en nuestro a país a mediados de la década de los noventa, y que contaba también con representantes de la escena internacional con bandas que estaban muy en boga en aquel momento como Pantera, Ministry, Sugar Ray, Spacegoat, y los rap-metaleros franceses Silmarils. También cabe remarcar que la película y su banda sonora tuvieron su propio festival, compuesto por algunas de las bandas estatales que participaron en la B.S.O., y que contó con varias fechas a lo largo de la geografía nacional, siendo los shows presentados por el propio José María, que era el heavy seguidor de Avulsed que interpretaba Santiago Segura.

Y es que muchas de estas bandas alcanzaron su máximo auge después de aparecer en esta banda sonora. Def Con Dos, que habían ido creciendo con discos como “Armas Pal Pueblo”, se acabarían consagrando definitivamente con Alzheimer y el espaldarazo que supuso el tema “El día de la Bestia”, que propició que su nombre se hiciera familiar y reconocible más allá de los círculos estrictamente roqueros. Otros que se vieron en una situación similar fueron los catalanes Ktulu con “Apocalipsis 25-D”, que rápidamente se convirtió en un clásico en sus conciertos, y que puso a los catalanes a la vanguardia del metal industrial en nuestro país.

Otros que aprovecharon la ocasión para meter un tema fueron Soziedad Alkoholika que recuperaban “Feliz Falsedad”, un tema muy acorde con la ambientación navideña en la que se desarrollaba la historia de la película. Además, especialmente reseñables fueron las aportaciones de Negu Gorriak, Eskorbuto con su clásico “Mucha Policía, Poca Diversión”, y siguiendo esa honda más punkera también teníamos a The Pleasure Fuckers, Siniestro Total y Parálisis Permanente.

Pero sin duda si hubo una banda que aprovechó la jugada para meterse de lleno en el mainstream esos fueron Extremoduro. Su anterior disco conceptual “Pedrá”, y su posterior gira habían funcionado muy bien, pero fue el tema “El día de la Bestia”, en el que colabora Albert Pla, el que les abrió las puertas del gran público, y el que de alguna manera les allanó el camino de lo que estaba por llegar tan solo unos meses después con Agila.

En cualquier caso y a modo de resumen, creo que la banda sonora de El día de la Bestia, es un perfecto retrato de la música que se hacía y se escuchaba en nuestro país a mediados de la década de los noventa. E, indudablemente, el que al mirar el tracklist del CD uno se acuerde de la mayoría de las canciones es la constatación definitiva de que quien se encargó en su momento de proponer y recopilar los temas hizo un excelente trabajo.

Javi Félez (Moontower Studios / Metal Hammer / Themetalcircus)

Creo que aquella cinta con la banda sonora de El Día de la Bestia pasó por los walkmans de media juventud de los años 90 (risas). Que una película española tuviera en su banda sonora a bandas como Ministry o Pantera que en aquella época vendían millones de discos se veía como algo totalmente inusual en tanto que esas bandas eran Hollywood y nosotros la tierra de Alfredo Landa. Quizá el tema de Def con Dos fue el más popular, pero a mí que ese rollo rapero no me decía gran cosa, me ponía las pilas la de Ktulu que era un cañonazo. Es una lástima que la banda no supiera capitalizar todo aquello y perdieran fuelle al poco tiempo, apuntaban alto a mediados de los 90. Destacaría también la de Parálisis Permanente y la de S.A. que, pese a que originalmente había salido en un single un par o tres de años atrás, fue también otro himno de aquellas épocas, el resto solía rebobinarlo.

Iñi (Childrain)

La banda sonora… ¡eso si que era la caña! Recuerdo ver unos discos de S.A. en la escena de la tienda de discos. Yo en esa época había empezado con S.A. y estaba absolutamente maravillado por ellos, cualquier cosa que sacaban me flipaba, así que ver sus discos en una película y oírlos en la banda sonora, era lo máximo. Recuerda que yo era un chaval y era muy influenciable. Luego la de Def con Dos también caló, y la de Ktulu, pura tralla. Si no me equivoco había también unos tales Pantera…que en el año 2000 ya eran mi banda favorita. Así que creo que es una banda sonora muy cañera que cayó en mis oídos en el momento oportuno para seguir flipando con estilos como el metalhxc, punk rock, etc. hasta hoy. He abierto mucho el espectro, pero te aseguro que, si estamos en algún sitio y empieza a sonar “Feliz falsedad”, la cantaré y saltaré como lo hacía entonces.

Iván Allué (Metal Cry / escritor)

Pues muchísima. Es ponerla ahora y viajar inmediatamente al pasado, ¡imagínate! Ten en cuenta que yo era jovencito en aquella época, con lo cual estaba en esa fase “esponja” de descubrirlo prácticamente todo en cuanto a música heavy. Fue uno de los primeros CD’s que tuve. Le tengo mucho cariño, porque se incluye “Apocalipsis 25-D” de Ktulu, y luego se hicieron muy grandes gracias a la peli. También recuerdo poner cada Navidad el “Feliz Falsedad” de S.A. a toda leche en mi habitación. Otro tema que me flipó es el que compuso Def Con Dos, y gracias a esa BSO comencé a seguirles la pista. La verdad es que todo son grandes recuerdos, sobre todo porque me llegó en esa etapa tan mágica de la vida que es la adolescencia. En el disco también estaban Pantera,MinistryNegu GorriakParalisis PermanenteEskorbuto, Albert Plà y Extremoduro… Grupos que he ido siguiendo en menor o mayor medida con los años. Sin duda, es el complemento perfecto a la película.

Luismi (Leather Rose)

Salió en un momento que empezaba a abrir mis gustos hacia otros estilos nuevos dentro del rock, los cuales iban más allá del hard rock o el heavy metal clásico. Def Con Dos en ese momento rompieron moldes dentro del panorama estatal con el tema principal y ese nuevo sonido y bandas como Ministry o Pantera me hicieron mucho más ecléctico y me abrieron las puertas al rock industrial y grupos más actuales como Marilyn Manson o Nine Inch Nails.

Albert Vila (Science of Noise)

Como fan del metal extremo que era yo en ese 1995, y después de haber visto a Slayer tocando «Angel of Death» en Gremlins 2 o a Cannibal Corpse haciendo lo propio con «Hammer Smashed Face» en Ace Ventura, que Def Con Dos o Ktulu fueran los encargados de representar lo que debían ser bandas satánicas y ultra extremas me chirrió bastante. E igualmente, que en la banda sonora (que casi nunca escuché) aparecieran grupos como ExtremoduroSiniestro TotalEskorbutoSugar Ray o Parálisis Permanente me pareció de una patillada absoluta que hizo que desconfiara un poco de la autenticidad y la legitimidad de la película al completo (si tenemos que ser trves, seámoslo del todo, ¿no?).

Abel Martín (Science of Noise)

Sobre el resto de la banda sonora, qué se puede decir, impecable, una vez superadas las barreras estilísticas que teníamos entonces. A decir verdad también fue el inicio de mi incursión en los sonidos industriales, no hay que olvidar que ese mismo año salió a la luz una maravilla creada por Fear Factory llamada Demanofacture (1995) y encontrarme allí con bandas como Ministry, HeadCrash, o ese a priori extraño mix de Pantera llamado “By Demons Be Driven”, fueron un soplo de aire fresco, ¡y en la banda sonora de una película española! Ya se sabe del poco reconocimiento que había, y hay, del cine hecho en casa si no te apellidas Almodóvar. Por cierto, a los hermanos Almodóvar hay que agradecerles que produjeranAcción Mutante, pues sin esa película no hubiéramos tenido la joya de la que estamos hablando.

Pero no quiero acabar sin recordar que en la misma banda sonora se encuentran los pilares de mi gusto musical.  Siniestro Total, Parálisis Permanente, Eskorbuto y Negu Gorriak ya sonaban en mi casa gracias a influencias familiares antes de salir el disco de la película, por lo que siempre es un agradable ejercicio de nostalgia el recuperarla de vez en cuando.

Camisetas, disco de la BSO y bandas que aparecieron en ella fueron objetivos a adquirir. Sólo un par de ejemplos que calaron, y no seré muy original, Def Con Dos y  Ktulu convirtieron en bandas de cabecera. Los primeros, tras su canción para Acción Mutante ya hicieron mella, pero lo ocurrido con Ktulu ya lo expliqué en un artículo de esta revista sobre la banda catalana. Tras el pelotazo con “Apocalipsis 25D”, fue amor a primera escucha, que ha durado hasta el día de hoy, a pesar de sus altibajos y continuos cambios de formación.

Marc Gutiérrez (Director de Empire Magazine)

Recuerdo que en aquella época estaba a tope con bandas nacionales como Hamlet, Aspid, Nopresion, Soziedad Alkoholika o Ktulu y a nivel internacional empezaban a imponerse bandas como Pantera, Machine Head y se asentaba, aunque no me gustaba, el grunge. Así las cosas, la banda sonora de El día de la Bestia supuso el espaldarazo a toda esa escena de bandas jóvenes, rebeldes y con mucho que decir. Creo que puedo afirmar, sin miedo a equivocarme, que fue la banda sonora de una generación. En pleno crossover El día de la Bestia fue el despunte que necesitaba en la juventud de mis días. Este disco, el recopilatorio Nativity in Black de homenaje a Black Sabbath y la banda sonora de Historias del Kronen aún me traen demasiados recuerdos de aquella época.Definitivamente, una película y una banda sonora que me marcaron en esos años tan influenciables como es la adolescencia.

MetaAln3rd (Samu Plays Dirty)

Tener una hermana menor, adolescente, confusa y en continua búsqueda de su identidad musical (y personal) fue divertido. Una tarde te daba la tabarra con Hanson y The Moffats, otra con Bad Religion y Pennywise, y a la siguiente, tras la banda sonora de La sirenita y El rey león, el soundtrack de El día de la Bestia en bucle infinito. Verídico.

De la docena larga de temas yo ya conocía a fondo los de Sugar Ray, Pantera y Ministry, por lo que el impacto de éstas fue menor; y, del resto, pronto mis favoritas fueron, sobre todo, las contribuciones de Def Con Dos y Ktulu (esos samples siguen poniéndome la piel de conejo… digo, de gallina).

La idea inicial de Álex de la Iglesia era que la banda sonora fuese íntegramente el Psalm 69 de Ministry, pero el contrato estipulaba que cada tres lustros había que desembolsar 18.000 euros (tres kilos de los de antes) en concepto de renovación de derechos, por lo que la cosa no prosperó. A saberse qué impacto hubiese tenido combinar todas esas imágenes del Apocalipsis a pie de calle con los salmos satánico-industriales de Al Jourgensen y Paul Barker… Delirio colectivo en la sesión golfa.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.