Crónica y fotos del concierto de Queens of the Stone Age - Poble Espanyol (Barcelona), 26 de junio de 2024

Queens of the Stone Age revalidan corona en su querida Barcelona

Datos del Concierto

Bandas:
Queens of the Stone Age
 
Fecha: 26 de junio de 2024
Lugar: Poble Espanyol (Barcelona)
Promotora: ALMA Festival
Asistencia aproximada: 5.000 personas

Fotos

Fotos por Josep Maria Llovera / iMago mei

Queens of the Stone Age se marcaron un bolazo.”

Da igual cuándo y dónde leas esto. Con total seguridad será una afirmación correcta. Los de Palm Desert llevan décadas demostrando que, a pesar de las nuevas corrientes musicales por las que se mueven sus últimos álbumes, cada vez más alejadas de aquellos tintes desérticos heredados de Kyuss, no hay quien les tosa sobre el escenario. Con una propuesta minimalista pero directa y contundente, pocas florituras y un apabullante sonido, siguen conquistando escenarios (por suerte también los nuestros) y corazones año tras año allá donde van, con pocas cosas que objetar más allá de algunos pequeños detalles que comentaré a continuación.

A eso de las 21:30, en una ya abarrotada Plaça Major del Poble Espanyol a la que había costado bastante llegar, debido a la entrada trasera del recinto que obligaba a recorrer media España hasta llegar a la plaza, un renacido Josh Homme y su fiel elenco de rockstars hacían acto de presencia en el escenario al ritmo de “The Orgy” de Basil Poledouris. No hizo falta ni siquiera saludar para meterse a todo el público en el bolsillo. Simplemente bastó con agarrar sus instrumentos y tras cuatro golpes de cencerro de John Theodore tras los parches, empezar a entonar los acordes punzantes de “Little Sister” para hacerlo. Y con ello, empezar a desatar una locura que iría en ascenso durante las próximas dos horas, entre algún que otro “lololo”, que nos guste más o menos, es inevitable cuando una banda alcanza este nivel de popularidad.

Tras este potente e incuestionable inicio, sin descanso alguno y sin salir del universo Lullabies to Paralize (2005) era el turno de “In my Head”. Un poco menos potente que su antecesora, pero perfecta para continuar la fiesta y representar a uno de sus álbumes más oscuros y (para mí) infravalorados. Pero por suerte, íbamos a tener más Lullabies esa noche. Eso sí, más adelante porque en ese momento tocaba “Smooth Sailing” como primera elegida de …Like Clockwork (2013), álbum que bajo mi punto de vista fue el que acercó a la banda definitivamente al mainstream más alejado de universos rockeros y del que siempre hay una gran representación en sus directos.

Finalizado el trío inicial, era el momento de que Josh, con un semblante más tranquilo del habitual, pero con la presencia y la clase de siempre, saludara al público barcelonés con cariño. Recordemos que en los últimos años, el líder de la banda ha superado un cáncer y ha perdido muchos amigos cercanos, entre los que destacan Taylor Hawkins (quien fuera batería de Foo Fighters) y el enorme Mark Lanegan, gran amigo y habitual colaborador de Queens of the Stone Age en muchos álbumes. Esto lo comento para que tengamos en cuenta el cambio de actitud de Josh y su profesionalidad para seguir haciendo lo que hace y cómo lo hace. Tras el breve saludo, hacía acto de presencia el primer tema de su último trabajo In Times New Roman… (2023), que sería el garagero “Paper Machete” con un sonido que puede recordar a The Hives, pero en modo Queens. En ella pudimos ver el primer solo de guitarra del incombustible Troy Van Leeuwen cuyo sonido puede que fuera un poco mejor que el de la guitarra de Josh, al menos en el inicio del show.

Con el público ya más que entregado, otro clásico como “My God Is the Sun” continuaba la fiesta con un final épico. Seguido, una “Emotion Sickness” que seguía presentando su último álbum, bien recibida por los fans más recientes que no dudaron en finalizar el tema con palmas al ritmo. Llegaba entonces uno de los momentos clave del concierto, el cual no sorprendería a los que ya hemos visto más de un concierto de los californianos, cuando Josh invitó a la gente que se encontraba en la pista general a invadir el front stage, dejando que en sus conciertos no hay diferencia de clases independientemente de lo que se haya pagado por la entrada. Eso sí, esta vez no hubo comentarios amenazantes ni ofensivos contra la seguridad del evento como era habitual en el viejo Josh. Y tampoco lo hizo durante el bridge de “No One Knows”, como solía hacer antes. Este nuevo Josh será más tranquilo, pero es igual de máquina.

Ya con el front stage totalmente abarrotado y todo el público arrinconado frente al escenario, hitazo de manual con “I Sat by the Ocean”, en la que se pudo notar una mejora sustancial del sonido, que no es que antes fuera malo, pero ahora era óptimo. Seguidamente llegaba la primera sorpresa de la noche (grata en este caso). Se trataba de “Battery Acid”, el primer corte de la noche del paranoico Era Vulgaris (2007), posiblemente el disco más infravalorado, y experimental de las reinas. Creo que nadie esperaba esta canción en el setlist, pero fue genial para darle un toque de psicodelia y oscuridad a la velada. Por desgracia para algunos (entre los que me incluyo) esto fue sólo un espejismo y tocó volver a la realidad mainstream que envuelve a Queens estos últimos años con “Made to Parade”, “Carnavoyeur” y “The Way You Used to Do”. Sobre las dos primeras, comentar que aunque en el disco no me dijeron mucha cosa, en directo mejoraron notablemente con un toque más stonero proporcionado por su afinación de guitarras marca de la casa. En cuanto a la tercera, se vino la primera decepción de la noche (para un servidor), y me explico. En primer lugar, no se esperaba ningún tema de Villains (2020) esa noche, ya que el plástico venía teniendo una participación casi nula en la gira, y considero que es su álbum más flojo. Pero en segundo lugar, y más importante, pudimos saber más tarde que en el setlist original para esa noche estaba prevista “The Sky Is Falling” en ese momento, lo cual hubiera sido maravilloso. ¿Sabremos algún día qué les hizo cambiar de opinión de esa manera? Si alguien lo sabe, recibiré la información con interés.

Dicho esto, por suerte volvía a oscurecerse la velada ya bien entrada la noche con “Sicily”, mi tema favorito de In Times New Roman… que ya podría ser perfectamente un tema de Lullabies to Paralyze. Casualidad o no, acto seguido sonó “Burn The Witch” como segunda aparición de Lullabies, haciendo olvidar un poco la decepción anterior con estos dos temazos. Resaltar en esta última el espectáculo de Troy tocando esa especie de theremín que se monta con una guitarra puesta en horizontal aumentando los niveles de psicodelia y paranoia.

Pasado el momentazo, volvía …Like Clockwork con “I Appear Missing” en la que la locura se había apoderado ya del todo del recinto y del escenario. Juego de luces sencillo pero impecable, sonido perfecto, músicos increíbles y la dupla Josh-Troy con el estilo que sólo ellos tienen disfrutando en el escenario con multitud de solos y bailes, en los que Troy hizo gala de su guitarra de dos mástiles para hacer de las suyas. Todo era perfecto, excepto una cosa… Se acercaba el final, y a pesar de lo bien que iba todo (recordemos que era un bolo de Queens of the Stone Age), no había sonado NINGÚN tema de la que para muchos (sí soy) es su obra maestra, Songs for the Deaf (2002). Lo cual, empezaba a crear cierto nerviosismo entre muchos de los asistentes, en cuyas cabecitas seguía resonando y haciendo daño “The Way You Used to Do”. ¡Cada minuto contaba! Sobre esto, me veo en la obligación de aclarar que muchos de los de mi generación conocimos la banda con este álbum, por lo que hay un factor nostálgico inevitable. No me lo tengan en cuenta.

De cualquier forma, el espectáculo tenía que continuar y se venía otro momento mainstream, quizá el que más, con “Make it With Chu”, otra de las imprescindibles en sus sets. Es un tema que nunca me ha terminado de convencer pero que nunca falla, sobre todo en directo. Aunque pienso que está muy pensado para que el público interactúe y se ha convertido con los años en uno de los temas más coreados en todos los recintos. Por otro lado, siempre me ha parecido curioso que el tema más mainstream de la banda, se encuentre en su álbum menos accesible para el oyente medio, como es Era Vulgaris, y que además sea tan bien recibido y aclamado por los fans de la vieja guardia. Puede que el hecho de que lo presentaran en con The Desert Sessions junto a la carismática PJ Harvey ayude a ello. Sea como sea, en directo siempre suena brutal y esta vez no fue distinto, con introducción incluida de Josh hacia Troy previa a un sugerente solo de este último, para luego sumarse Josh y tirar abajo el escenario. Una vez más, menuda dupla de maestros para ver una y otra vez sin cansarse.

Pero bueno, ahora sí que se había terminado ya la tontería y la gente se estaba impacientando. ¿Dónde estaba Songs for the Deaf? Había llegado el momento. Tras el subidón de “Make It”, Josh pregunta al público cuál es el próximo tema que quiere escuchar dando a elegir entre varios candidatos: “3s & 7s” , “Sick, Sick, Sick”, “You Think I Ain’t Worth a Dollar, but I Feel Like a Millionaire” y “First it Giveth”, en un claro acercamiento hacia la vieja guardia, con dos temas de Era Vulgaris y otros dos de Songs for the Deaf. Creo que independiente del resultado de la votación popular, las elegidas iban a ser obviamente las dos del Songs, ya que quedaban pocos minutos de concierto y aún no había sonado nada de dicho plástico. Así que sin sorpresas; “Millionaire”, con la que es imposible no acordarse del incontrolable Nick Oliveri dejándose la garganta en los primeros compases de este discazo, sobre uno de los últimos riffs de stoner puro de la banda, hizo sobrevolar al fantasma de Kyuss sobre nuestras cabezas; y sin descanso, “First it Giveth”, recibida con locura por todo el público y con una puesta en escena apabullante. Inevitable recordar aquí del locutor de radio Héctor Bonifacio Echevarría Cervantes de la Cruz Arroyo Rojas presentando el tema en este viaje por los desiertos californianos en forma de disco:

«…qué música impresionante, temible y verdaderamente ahora van a ver a ver, aquí va!…»

Me van a disculpar la nostalgia, pero no lo puedo evitar. De aquí en adelante, ya la locura desatada sólo iba a incrementar, si es que era posible. “Go With the Flow”, posiblemente el tema más conocido y coreado del álbum junto con “No One Knows”, era la encargada de cerrar la primera parte del bolo, bajo un envolvente juego luces rojas. Pero todavía quedaba el encore, sobre el que nadie dudaba. Y a pesar de que la banda había convencido más que de sobra a la mayoría de asistentes (incluso a los haters, aunque no lo quieran admitir), aquí se vino la última decepción de la noche. ¿Adivinan? Pues sí, setlist… En primer lugar, en la mayoría de bolos de la gira venían tocando tres canciones en el encore, una variable y dos fijas (y obvias). En este caso, no sólo no tocaron dos, si no que supimos por el setlist original previsto que la descartada había sido “Mexicola”. Duro golpe para la vieja escuela, no sólo por el temazo que es, si no porque hubiera sido la única aparición de su homónima ópera prima, Queens of the Stone Age (1998). Increíble disco en el que las ascuas de Kyuss aún quemaban y en el que Josh Homme empezó a labrar una de las carreras más increíbles y envidiables de la historia del rock moderno. Kyuss, Queens of the Stone Age, The Desert Sessions, Them Crooked Vultures… son sólo algunos de los nombres que carga a sus espaldas. Casi nada…

En fin, como de costumbre, me estoy yendo por las ramas. Volviendo al bolo y habiendo puesto ya mi pequeña dosis de hate particular, comentar que las más que esperadas “No One Knows” y “Song for the Dead” (en la que Mark Lanegan estuvo presente por unos instantes en el Poble Espanyol dejándose su desgarrada voz), fueron el broche perfecto para cerrar un bolo casi perfecto de una banda perfecta. Destacar durante esta la última el trabajo de Theodore a las baquetas, con mini-solo incluido. La percusión de esta canción es una auténtica maravilla y Jon Theodore es un animal.

Para ir terminando, lejos queda aquel sonido cargado de arena de los desiertos del sur de California en sus últimos trabajos, y hay que aceptar que la popularidad y la entrada en el mainstream de la banda en los últimos años es un hecho. Por lo que en sus conciertos habrá palmas, “lololoooos” y jovenzuelos grabando TikToks. Ya no habrá mucho stoner, ni muchos temas de la era de los 90. Pero recordemos que estamos ante una de las bandas con mejor directo, mejor carrera musical (26 años ya…) y mejor frontman dentro del mundo del rock de los últimos años sin ninguna duda, y es algo que tenemos que valorar mientras podamos porque algún día les echaremos en falta. Una banda que, sin haber dado el salto a grandes giras de estadios, tiene el respeto y el reconocimiento de toda la escena. Quien no acepte esto, tiene la suerte de que los setlists están publicados en internet, y le basta con ejercer su derecho a no pagar la entrada y quedarse en casa escuchando en bucle el Rated R (1999). Por mi parte, siempre tendrán apoyo y amor incondicional por lo que han hecho, están haciendo, y estoy seguro harán. A mí no me queda más que agradecer a Josh, Troy, Jon, Micheal y Dean por ello. Nos vemos en el próximo concierto.

Setlist:

Little Sister
In My Head
Smooth Sailing
Paper Machete
My God is the Sun
Emotion Sickness
I Sat by the Ocean
Battery Acid
Made to Parade
Carnavoyeur
The Way You Used toDo
Sicily
Burn the Witch
I Appear Missing
Make It With Chu
You Think I Ain’t Worth a Dollar, but I Feel Like a Millionaire
First It Giveth
Go With the Flow
—–
No One Knows
Song for the Dead

Pau Rosell
Sobre Pau Rosell 45 Artículos
Como rockero nacido en Canarias y en los 90 (¡El Nu Metal mola!), me pasé la infancia luchando en todos los recreos para poner mis discos; “…And Justice For All” siempre era uno de ellos. En esto del rock desde que escuché por casualidad Deep Purple, a lo que siguió Led Zeppelin y ya no hubo vuelta atrás. Pasión por la música desde niño, prácticamente todos los estilos que derivan del rock, aunque un poco hater con el Glam. Guitarrista amateur, batería frustrado, y con ganas de adentrarme en este mundo como algo más que un hobby.