Si algo maldigo de mi vida es no haber podido ver a los Ramones en directo. He podido ver a Marky en directo y hasta le he podido entrevistar, pero… esa espina seguirá clavada toda mi vida. Mi amor por los cuatro de Queens es absoluto, hecho por el cual, en cada aniversario de sus discos, me pongo a escribir un poco sobre la que es mi banda favorita (después de Savatage).
El caso es que la más grande banda de punk norteamericano decidió abandonar definitivamente el negocio tras décadas de batallar contra el mundo y entre ellos. Ser un Ramone nunca fue nada fácil, y ya desde los tiempos de instituto, en los que los compañeros de clase los veían como unos frikis absolutos, y lo eran… No fueron precisamente los más populares del instituto, pero tenían un plan para dominar al mundo, y de veras que lo consiguieron.
En 1997 darían su último concierto y todo terminaría para siempre. Ellos no eran como los Scorpions, Manowar, Kiss o tantas bandas enormes que dicen que se retiran y llevan décadas dando la matraca. Sres. y sras.: esto es punk rock, si dices una cosa la haces, y punto. Dijeron que se separaban y se separaron. Lo quisieron hacer a lo grande, en el The Palace de Los Ángeles con algunos amigos que estaban en el candelero. Incluso llamaron a Dee Dee Ramone, con el que se llevaban fatal, pero bueno, como tan mal se llevaban Joey y Johnny estando en el mismo grupo.
El concierto
Soy cero objetivo, y veo ese concierto como el fin de fiesta soñado por todo fan de los de Queens. Iban en declive y Joey está realmente tocado (siempre lo estuvo), pero el show debe continuar y escuchar ese 1,2,3,4por parte de CJ me sigue poniendo el vello de punta. Encaran el “Durango 95” (referencia a la naranja mecánica -película-) y se marcan el “Teenage Lobotomy”, y el desenfreno es total. Puedes imaginarte un pogo sin final al ritmo que marca Marky para luego atacar un “Psycho Therapy” perfectamente defendido. Con los años aprendieron a tocar a ritmo, algo que no consiguieron en muchísimos años de carrera.
El citado 1,2,3,4 es lo que marca una canción diferente de otra, y para los no iniciados puede parecer que todas las canciones son iguales… Pero para un fan de los Ramones todas son diferentes. El “Blitzkrieg Bop” cae muy pronto con CJ Ramone cantando en los coros en ese punk de píldora de apenas minuto y medio. Joey no se traba a la hora de cantar y Johnny está bastante preciso en la guitarra. Es imposible no amarles…
El “Rock n’ Roll Radio?” fue producida por todo un Phil Spector y el patrón de batería se sigue escuchando en los estadios de futbol. Es un desparrame festivo y a la vez un homenaje a los grandes grupos de rock de los 50. Como son los Ramones, evidentemente el tempo de directo está absolutamente acelerado, así que olvídate de la versión original, esta va mucho más acelerada. Realmente Marky Ramone está especialmente inspirado a la hora de mantener el ritmo, cosa que siempre fue complicada en los Ramones…
La primera de su segunda etapa es “I Believe in Miracles”, extraordinaria canción de Dee Dee y Daniel Rey(el quinto Ramone). “Gimme Gimme Shock Treatment” son los tres acordes de siempre a velocidad infernal y eso es el éxtasis para cualquier fan de la banda. No hay más… Desparrame total en “Rock N’ Roll High School” muy bien defendida por Joey. Por cierto, vi la película recientemente y los Ramones no pueden actuar peor. Pero se lo perdonamos todo, claro.
La bomba melódica llamada “The KKK Took My Baby Away” suena de maravilla y cabe destacar esa velocidad de muñeca de Marky en el ride. Uno de los grandes lujos es que se atrevan con la versión de “Spiderman”, otra canción ajena que hicieron suya. Puedes escuchar el sonido del acople, y es que buscaron lo real. Tenían claro que no se dedicarían a retoques como sí hicieron en el It’s Alive. Puedes escuchar el griterío de la sala y las palabras de Joey entre canciones les valieron la pegatina de “Parental Advisory Explicit Lyrics”.
“Commando”, “Sheena Is a Punk Rocker” y el “Rockaway Beach” conforman un tramo de clásicos ineludibles escupidos a toda velocidad. Pregunta el vocalista si hay fans de Stephen King puesto que encaran el “Pet Semetary”, enorme canción cinematográfica que fue la canción central de la película. Temas como “The Crusher” dejan a CJ a las voces para que descanse de la voz principal Joey, a pesar de que está sólo en el estribillo.
El gran momento es la irrupción de Dee Dee en “Love Kills” en la que toma la voz cantante. A pesar de las disputas inacabables no podían despedirse sin él. La canción es caótica, pero es Dee Dee con los Ramonesy diciendo “Gracias” en español. En el “Do You Wanna Dance” hay ese guiño del estribillo de “Dee Dee Dee Dee Wanna Dance”, posiblemente el mejor homenaje que le podían hacer a su legendario exbajista.
Me sigue pareciendo absolutamente genial el “Somebody Put Something in My Drink” compuesta por Richie Ramone, clásico absoluto de los 80’s y una de las canciones más completas de los Ramones. Completan con clasicazos de la talla del “I Don’t Want You”, el “Wart Hog” y la ineludible “Cretin Hop”, el salto de los cretinos. La versión de Motörhead “R.A.M.O.N.E.S.” cuenta con todo un Lemmy en ella, por lo que es absolutamente estelar. Esta composición es el mejor homenaje que les hicieron en vida a los cuatro frikis de Queens.
Dee De se salió el día que compuso algo tan grande como “Today Your Love, Tomorrow the World” y luce como pocas, especialmente por ese final sorpresivo en el que Joey ya va justeando de voz, aunque ayuda CJ (que para eso lo ficharon). Los carteles de “Gabba Gabba” aparecen en escena para el “Pinhead”, canción que hace referencia a la película Freaks de Tod Browning y que les definía como bichos raros… Si hay un tema que les define es este.
El “53rd and 3rd” es la maravillosa canción en la que Dee Dee contaba sus experiencias de chapero en Nueva York y se nota la participación de los dos miembros de Rancid pues el tema suena especialmente bien, como nunca. Continúan en el escenario para obsequiarnos “Listen o My Heart” y la tremebunda “We’re a Happy Family”. Y es que a pesar de lo básicos y rudos que eran las letras de los Ramones, decían muchas cosas. El tema invitados crece y aparecen Ben Shepherd y Chris Cornell para el “Chinese Rock” de los Heartbreakers. Joey saca fuerzas de flaqueza y consigue un tramo realmente potente.
Par el “Beat on the Brat” se quedan solos, un tema muy especial que les define perfectamente y que no iba a faltar con bate en mano. Y para el final se guardan un as en la manga: el “Anyway You Want It”, deliciosa versión en la que participa Eddie Vedder de Pearl Jam y que te deja ese buen rollo final para que la gente se vaya para casa en una nube. Las segundas voces de Joey son impresionantes. Y luego llega el fin, el fin del concierto y… el de The Ramones.
Veredicto
La salud de los miembros del grupo era delicada y optaron por un concierto final sin opción a réplicas posteriores, con amigos y sin buscar un gran emplazamiento ni nada importante. Terminaron en una sala de media capacidad como cuando empezaron en su día en el CBGB’s. En el fondo son los Ramones que se apagan dando un gran concierto para dar carpetazo y muy en la línea de mantener el piloto automático, lo suficiente, para que terminara siendo algo mágico y un canto de cisne a la altura.
Después de eso en 2002 murió Joey Ramone y cada año que pasó abandonó este mundo uno de ellos. Quedan Marky y CJ manteniendo el legado en pequeños aforos, pero cuando un Ramone viene a tu ciudad hay que estar allí y decir presente. Mañana mismo creo que voy a irme a comprar una camiseta de los Ramones, pues fue la primera camiseta rockera que me compré y sólo tengo cinco de ellas en mi armario.