Rampey y Otius obtienen matrícula de honor bajo una iluminación infernal

Fin de semana movido, con multitud de eventos solapados y, por si no fuera suficiente, se le sumó la final de copa del hijo del anteriormente llamado campechano. Afortunadamente en absoluto mermó las ganas de concierto en las instalaciones de Can Xic, en la localidad de Viladecans. Puede que a muchos no les suene el nombre del emplazamiento, pero no hace demasiados años, gracias a la organizadores del Lasarte’s Festival, llegaron a tocar bandas como Pycaya, El Kaso Urkijo, Streamer, Reaktion y un extenso etcétera. Tiempos en el que el rock y metal, para variar, reivindicaba su espacio remando contra corriente. Así que allí nos dirigimos con ganas de cambiar esta dinámica. ¿La excusa? El hecho de disfrutar de dos formaciones con ganas e ilusión de dar rienda suelta a la creatividad retenida entre las paredes de los locales de ensayo.

Otius

La ubicación, junto al parque del mismo nombre, favorece que los músicos, amigos y familiares formen corrillos previos al concierto. Contagiados del ambiente, fuimos entrando poco antes de las 22 h. Tras apropiarnos de unas cervezas al módico precio de un euro (así sí da gusto) y tras recibir un número para un sorteo sorpresa,  fuimos tomando posiciones mientras Guim y Antonio, cantante y guitarrista de Otius, nos anunciaban el inminente inicio tras corregir unos ajustes de instrumentos. Así pues, pasado un cuarto de hora, todos los integrantes tomaron posiciones para dar comienzo al show, envueltos en unas infernales luces rojas que fueron la tortura de tod@s aquellos que quisieron capturan imágenes durante la noche. En ocasiones anteriores el juego de luces fue más variado, pero la elección para esta noche no fue, para nada, la más acertada.

Como curiosidad, a pesar de tratarse de músicos con una larga experiencia musical, nunca habían decidido subirse a un escenario a excepción de Adrià, batería, el cual había formado parte de Ljubilana & The Seawolf o actualmente en La Sabandija y The Blood Quartet. Este hecho junto con la primera experiencia juntos de los hermanos Cubells sobre un escenario hicieron la velada especial. Además Alan, su bajista, haría doblete esta noche, pues es bajista de Rampey.

Tras un fugaz ”¡Qué tal los máquinas!” de moda para romper el hielo, se lanzaron con la  introducción destacando las programaciones de Carles. Seguidamente, empalmaron con un setlist variado de piezas instrumentales y composiciones con letra. “Jardín” y “Why” con reminiscencias grunge, fueron las primeras en sonar, todo ello bien respaldado con proyecciones en pantalla, aportando mayor contexto a las canciones. Llegado el momento de la primera versión, subió a colaborar el batería de Rampey, Lorién, momento muy aplaudido pues Antonio, guitarrista de Otius, es su padre. Quedó una versión muy cañera de “Blue Monday” de New Order, tras la cual hicieron una improvisación de flamenco / funk en la que destacaba el bajo de Alan con el acompañamiento de Antonio, Lorién y Adrià a las palmas, Guim a la voz y guitarra y Carles al teclado.

Tras un sampleado de voces e imágenes de Manuel Molina, cantaor y guitarrista flamenco, se arrancaron con “Blues” y su aura flamenca. Lo cierto es que las fusiones de estilos casaban a la perfección, no sonando en ningún momento forzadas. Tras un rápido cambio de instrumentos, en el que Carles tomó la guitarra Guim, haciéndose cargo del micrófono, para tocar una de las canciones más coreadas de su set, “I Believe in Miracles” de los añorados Ramones. En este momento se desencadenó una de las anécdotas divertidas de la actuación, cayeron unos gallumbos al escenario con el logo de la banda que Guim no dudó en ponerse de antifaz y que posteriormente pasaron por cada uno de los miembros quedando en el soporte del teclado durante el resto de la noche. Después de unas cuantas risas, finalizaron el concierto con“Black Beans”.

Si no lo hubieran comentado, nadie hubiera dicho que era su primera actuación ante público. Esperemos que no sea la última.

Setlist Otius:

Intro
Jardín
Why
Da Funk
Chameleon
Blue Monday (New Order cover)
Blues
Impro Flunkmenco
I Believe in Miracles (Ramones cover)
Black Beans

Rampey

Tras un rápido cambio, pues compartían batería y no había que hacer demasiados movimientos de instrumento, a las 23h en punto los jovencísimos Rampey, la edad de los cinco miembros oscila entre los 16 y 18 años, tomaban posiciones en el escenario con un acalorado recibimiento del público. En esta ocasión incorporaron la novedad de las proyecciones de juegos retro durante el concierto, no siendo la única sorpresa de la noche para los que ya los habíamos podido ver con anterioridad. Sin apenas tiempo de reacción nos atacaron con la potente versión de «Rocket Queen» de los Guns. Tenían preparado un setlist diferente al que nos tenían acostumbrados. Tras dos temazos como “Crazy Train” e “It’s So Easy”, esta última una de mis favoritas de la banda formada en L.A. , ejecutaron el que fue su primera composición propia “Rompiendo el suelo”, con influencias Rage Against the Machine.

Se les veía más sueltos disfrutando del concierto, mostrando su personalidad. Alan y Víctor, bajo y guitarra  respectivamente, son todo concentración y control para que nada vaya fuera de orden. Hugo, como frontman, alternaba voz y guitarra cada vez más desenvuelto, corrigiendo con naturalidad algún leve error durante la ejecución de las nuevas composiciones. Lorién a la batería (pobre batería) es pura energía , mientras que Biel se movía guitarra en mano sonriendo e interactuando con sus compañeros y el público, venciendo la timidez del inicio. Toda esta energía y buen rollo se contagió entre los asistentes, pues habían caras nuevas que seguramente repetirán.

Cabe destacar la versión instrumental de «Tush» de nuestros barbudos favoritos ZZ Top, en la que cada uno de los miembros se sacaron el susodicho con sus respectivos solos. Ahí dejaron palpable que estaban la mar de a gusto sobre las tablas. Después de una efectiva «Fear of the Dark«, que Hugo adaptó a su estilo vocal, se arrancaron con los primeros compases de «Rock You Like a Hurricane» que fusionaron a la perfección con una contundente «Symphony of Destruction» sorprendiéndonos a todos. Debieron notar la reacción porque hubo risas y guiños entre los músicos. Tras esta cañera tríada de clásicos, encararon la recta final del concierto con la ejecución más acelerada que he visto de su «Man in the Train», otra composición anteriormente instrumental a la que le han puesto letra. Sin descanso cayó la famosa versión de «Got the Time» de Anthrax que ya les había visto en otra ocasión para abrir el show. Como no, nos reservaban su versión estrella para el final, «Killing in the Name» de Rage Against the Machine, momento en el que Hugo dejó aparcada la guitarra para afrontar el tema acompañado de Biel a coros y guitarra. La potencia de Lorién a la batería junto a la concentración de Víctor y Alan en sus posiciones, daban cuenta del disfrute sobre las tablas con miradas y risas. Tras acabar, los abrazos y caras de alegría de Rampey eran el vivo ejemplo de haber disfrutado de su primer concierto importante. Pero cuando dábamos por hecho que ya habían acabado, se arrancaron con otro tema propio instrumental, de acelerado riff thrash, que aún estaba sin bautizar. Dado por finalizado, ahora sí, todo el arsenal de la noche, dieron paso al anunciado sorteo sorpresa. El premio, una botella de vino de la cual no fui el afortunado ganador, esperaremos otra ocasión. Tras jalear al público, tocaron de nuevo la coreada «Rompiendo el suelo». Todo pinta que el primer tema que compusieron se va a convertir en su imprescindible.

No perdamos la esperanza, tenemos cantera para muchos años. Solo tenemos que cuidar el presente para tener un bonito futuro.

Setlist Rampey:

Rocket Queen
Metal Revolution
Crazy Train
It’s So Easy
Rompiendo el suelo
Tush (Improvisación)
Fear of the Dark
Rock You Like a Hurricane / Symphony of Destruction
Man in the Train
Got the Time
Killing in the Name
Sin título
Rompiendo el suelo

Abel Marín

Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.

Salud y Heavy Metal.